El 1 de febrero de 2022 el Consejo de Ministros aprobó la Ley de Vivienda, una ley que ha sido objeto de debate durante aproximadamente dos años. El principal objetivo con el que ha sido ideada es el de controlar los precios de los alquileres, pero hay más acerca de esta ley. A grandes rasgos estos son sus puntos principales:
- Regulación del precio del alquiler: aparece el concepto “zonas tensionadas”. Las comunidades autónomas serán las encargadas de declarar estas áreas específicas.
- Ventajas fiscales en los nuevos contratos de alquiler: reducciones en el IRPF del alquiler.
- Grandes tenedores y alquiler de viviendas: los propietarios con 10 o más inmuebles o con más de 1500 m2 construidos tendrán ciertas limitaciones en el alquiler.
- Viviendas vacías: se aplicará una carga adicional en el precio del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) a aquellas viviendas que se encuentren vacías, para fomentar una mayor oferta de pisos en alquiler.
- Desahucios: medidas para proteger a personas en situación de vulnerabilidad frente a un desahucio.
- Viviendas protegidas: cambios en la recalificación de las viviendas de protección oficial (VPO) y una mayor oferta de VPO.
La ley no trae consigo ninguna modificación en lo que se refiere a la venta de los inmuebles, pero la compraventa de viviendas sigue estando sujeta a una serie de normativas que no se pueden eludir. Si estás pensando en vender una propiedad, necesitas conocer cuáles son esos trámites que hay que cumplir.
Vender tu piso
Los bienes inmuebles en propiedad, sobre todo aquellos que son segunda vivienda, suelen adquirirse como una inversión. Para rentabilizar la compra, los propietarios suelen recurrir a la fórmula del alquiler.
No cabe duda de que la nueva Ley de Vivienda cambia el terreno de juego y plantea nuevas exigencias a los propietarios. Ante este panorama, muchos pueden optar por vender sus bienes inmuebles y evitar así quebraderos de cabeza.
Independientemente de cuáles sean los motivos que empujan a un propietario a buscar la venta de una vivienda, hay dos posibles caminos a seguir. Por un lado, puede elegir encargarse de la venta personalmente. Por otro, puede delegar todo el proceso y los trámites en una agencia inmobiliaria.
La gran ventaja de cerrar la compraventa personalmente es que no tendrás que pagar ninguna comisión a la agencia.
Por su parte, vender la vivienda a través de una inmobiliaria supone una mayor tranquilidad a cambio de una cantidad de dinero pactada de antemano. En primer lugar, una inmobiliaria es una agencia especializada que conoce el sector, sabe qué precios se barajan en la zona en la que está situado el inmueble en venta y domina todos los trámites burocráticos que hay que realizar a la hora de cerrar la venta. Delegar la compraventa en una agencia de este tipo conlleva una mayor tranquilidad en el proceso y un gran ahorro de tiempo y de preocupaciones.
Encontrar la inmobiliaria ideal para vender tu piso suele ser la decisión más difícil de tomar. Para escoger la mejor opción, puedes utilizar comparadorinmobiliario.com, una herramienta con la que podrás comparar varias agencias inmobiliarias y con la que descubrirás cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades.
Cuando tengas cerrado un acuerdo con la compañía escogida, ya no tendrás que preocuparte por nada. La inmobiliaria se encargará de publicitar la casa, buscar posibles compradores, enseñar la vivienda, gestionar todo el papeleo… de modo que tú solo tendrás que recibir la información pertinente y firmar los documentos imprescindibles.