Internet es una revolución (algunos dicen que la cuarta revolución tras la Industrial del siglo XVIII) y una de sus facetas más interesantes ha sido la de facilitarnos el acceso a miles, millones de informaciones de todo tipo. Una de las cosas que facilita Internet es poder comparar varios productos, empresas o alternativas de servicios a golpe de clic, simplemente abriendo varias pestañas con distintas búsquedas.
Un tipo de empresas que han sabido explotar su conocimiento de la tecnología para facilitarnos la vida son los comparadores de productos de todo tipo. Desde seguros (Rastreator, Acierto, Seguros.es), a vuelos (Skyscanner, Lastminute, eDreams, Rumbo, etc.) pasando, por ejemplo, por los comparadores de hoteles y alojamiento como Booking, Airbnb, Kayak, Trivago, Exprimehoteles -llamativo nombre, etc. O los comparadores de cambio de divisas.
Este tipo de empresas hacen un esfuerzo tecnológico por presentar de forma muy amigable un montón de hoteles dentro de una misma localización, con lo cual, el usuario puede elegir el hotel que mejor le encaje en lo que esté buscando (generalmente precio, seguido de otros criterios: localización, servicios, opiniones de clientes, etc.).
También hacen un esfuerzo comercial en los buscadores (Google básicamente) y en televisión, para salir los primeros siempre que alguien busque un hotel en cualquier parte del mundo tanto por localización («hoteles en Barcelona») como si se busca por el nombre del hotel o para generar recuerdo y que los uses cuando veas distintas alternativas de contratación en Internet para el mismo hotel. Tal es el caso que salen por delante del propio hotel cuando «googleas» un hotel por su nombre, obligándoles a invertir mucho dinero en anuncios si quieren invertir esta práctica (sobre todo para salir en el primer resultado de todos) y en plataformas online de reservas.
A los hoteles no les queda más remedio que «estar» en estos comparadores de hoteles si quieren vender plazas hoteleras, pero a la vez, se convierten en tremendamente dependientes de estas empresas hasta el punto de que muchas veces dependen de ellos para contratar, a pesar de que por cada reserva en su hotel que se hace desde esas plataformas de comparadores de hoteles, tienen que entregar entre un 15 y un 20% de comisión sobre el precio de la reserva.
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Por qué es mejor contratar directamente en la web del hotel
De un tiempo a esta parte, en casa hemos echado cuentas y nos parece mucho más interesante contratar directamente en la web del hotel en el que estemos interesados, sobre todo cuando repetimos lugar de vacaciones o repetimos hotel. Aquí te damos al menos cinco razones:
Trabajan con cupos
Los comparadores de hoteles suelen trabajar con cupos determinados de habitaciones.
Esto quiere decir que si estamos interesados en ese hotel en concreto y ya no hay habitaciones en ese comparador no podremos contratar. Pero llamando directamente al hotel puede que nos llevemos la sorpresa de que sí hay disponibilidad para las fechas que nos interesan.
No se adaptan a ti
Los comparadores de hoteles no saben resolver situaciones específicas de viaje como viajes en grupo, necesidades especiales de habitación o, es nuestro caso, una simple familia numerosa (2 adultos + 3 niños).
Cuántas veces nos hemos encontrado con que simplemente no nos admiten y cuando llamamos directamente al hotel, no hay ningún problema: disponen de habitaciones familiares a mejor precio que dos habitaciones sueltas. Además intentan ponerte habitaciones comunicadas o al menos juntas.
Exprimen al hotel
Los comparadores de hoteles «exprimen» al hotel en precios (le cobran una importante comisión en torno al 15% de lo que el usuario paga), con lo que están dispuestos a dar un mejor precio al usuario si contrata directamente en su página web que si lo hace a través de estos buscadores.
Un buen truco puede ser servirse de estas webs para dar con el hotel que mejor nos encaje y luego llamar directamente al hotel y ver si nos puede dar mejor precio o mejores condiciones.
Ventajas directas
Los hoteles se están despertando. Cuando contratas online directamente en su web sin pasar por los comparadores de hotel, te están tan agradecidos por haberles ahorrado el 15% de comisión que te lo devuelven en forma de regalos y obsequios.
De muestra un botón: puente de San Isidro en Madrid, Hotel Papa Luna, Peñíscola, Castellón. Por haber contratado directamente por su web nos ofrecen un par de consumiciones en el bar (copas valoradas en 6 euros cada una), un par de sesiones en su Spa (unos 15 euros sueltas, cada una) y nos regalan un par de simpáticas tazas de desayuno.
Son pymes
Los hoteles turísticos en España están en manos de pymes, de pequeñas empresas familiares y medianas empresas turísticas cuyo personal se desvive para que tengas una experiencia agradable durante su estancia.
Contratando directamente en estos hoteles los haces más rentables, garantizas la continuidad de los trabajadores vía finanzas más estables y eliminas las fuertes comisiones que les exigen los comparadores de hoteles, sólo por aprovechar la tecnología además de la importante inversión que tienen que hacer en Google para que su anuncio salga el primero cuando les busquen, y poder evitarse la contratación por un tercero en vez de directamente.
Piénsalo, el turismo es una de las mayores industrias de España y da de comer a miles de familias. Cuanto más ayudemos a nuestros hoteles con nuestro comportamiento diario como consumidores, más empleo mantendrán y crearán. Los comparadores de hoteles están muy bien, nos ayudan a conseguir más, pero, no poseen ni un solo hotel y exprimen el hotel en su beneficio, no necesariamente el tuyo.