En otoño e invierno, los españoles tenemos menos tiempo de vacaciones por lo que solemos hacer escapadas más cortas. Bruselas puede ser una buena opción de fin de semana. En este post te decimos sitios interesantes de la capital de los belgas, de la mano de Viajerofacil.com, un blog plagado de consejos útiles sobre alojamiento y recomendaciones de sitios que ver.
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Bruselas de trabajo: la Grand Place
En mi primer trabajo tuve que viajar unas 30 veces a Bruselas durante unos años para reuniones en la central de mi empresa. Recuerdo que eran viajes cortos, en el mismo día o tal vez con una pernoctación en un hotel céntrico.
Mi destino favorito de Bruselas a la salida de aquellas largas reuniones que terminaban a primera hora de la tarde, era la Grand Place. Esta plaza, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es probablemente, y con mayúsculas, la principal razón para viajar a Bruselas.
Se trata de una mágica plaza mayor (Grote Markt en flamenco) en la que se alternan preciosos edificios del siglo XV como el del ayuntamiento (Hôtel de Ville). Construido en 1459, es el único edificio original que queda en la plazade , al salvarse del bombardeo de la ciudad por los cañones franceses de 1695 ordenado por Luis XIV y que destruyó la tercera parte de la ciudad. El resto se reconstruyeron los años siguientes, a imagen y semejanza de su aspecto anterior.
Otros edificios señeros de la Grand Place son la Maison du Roi (Casa del Rey), construida en 1536 y reformada en 1873, durante años residencia de los monarcas reinantes, la Maison des Ducs de Brabant (conjunto de seis casas gremiales) y Le Pigeon (residencia de Víctor Hugo en 1852).
Pero para mí, el lugar más desconcertante de todos es Le Roy d´Espagne, en una de las esquinas de la plaza. Es una brasserie (bar) famosa porque, además de cerveza y sus vistas desde la terraza, tiene en su fachada un busto de Carlos II de España, soberano de Bélgica en el XVII y múltiples elementos del gremio de los panaderos y pasteleros al que perteneció el edificio. Su interior es increíble, con sus caballos y guerreros de época colgados del techo.
Y si tienes poco tiempo tras tomar unas cervezas en Le Roy d´Espagne, las calles adyacentes a la Grand Place son una maravilla. Están llenas de bistros donde comerte unos «moules frites» (mejillones hervidos a la cazuela con patatas fritas, así de extraña la combinación).
Bruselas de ocio
Pero Bruselas, con tiempo, y de ocio, es mucho más. Cerca de la Grand Place tienes el Manneken Pis, una estatua diminuta (solo mide 60 cm de altura). En la Maison du Roi se alojan unos 500 trajecillos a medida del singular personaje.
A un paseo de veinte minutos del centro, tienes a tiro de piedra dos construcciones emblemáticas. La catedral Notre Dame du Sablon, de estilo gótico y lugar de peregrinación desde la Edad Media. El barrio del Sablon es bastante bonito y en él encontrarás la pastelería Wittamer (la más antigua de la ciudad y experta en gofres) y la bombonería Pierre Marcolini. Además, en la Place du Sablon tienes todos los domingos un mercado de antigüedades.
Y en segundo lugar, tienes el Palacio Real, antigua residencia real y sede de la monarquía belga, junto al parque de Bruselas.
Otro conjunto que puedes visitar, esta vez al norte de la ciudad, es el Atomium. Se trata de una estructura con forma de átomo diseñada con motivo de la Exposición Universal de 1958 (años atómicos). Una vez allí, puedes adentrarte en las tripas de cinco de sus nueve esferas donde se exhiben exposiciones variadas.
Y no muy lejos de ese lugar, tienes el parque temático Mini-Europe, integrado por miniaturas de los monumentos más populares de Europa.
Capital europea
Finalmente, si te va la política y tienes curiosidad por visitar los edificios de la Unión Europea en Bruselas no te pierdas el barrio europeo (Quartier Européen), donde verás la sede del Parlamento Europeo y la de la Comisión (Berlaymont), entre otros edificios. Próximos a estos edificios están tres zonas verdes de interés, el Parque de Bruselas, el Palacio del Cincuentenario y el Parque Leopold.