Uno de los debates viajeros por excelencia es el de si hay una forma de viajar mejor que otra y cuál es el mejor medio de transporte que existe. Frente a los que piensan que el avión es el medio número uno, están los slow travelers, que argumentan que la forma más bonita de viajar es haciendo camino al marchar, antes que el destino per se. En este post vamos a adentrarnos en este último grupo, analizando las mejores furgonetas para viajar.
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Dos corrientes de pensamiento
La verdad es que la industria del turismo ha crecido tanto los últimos 30 años, que se ha masificado, para bien y para mal. Con el surgimiento de las aerolíneas low cost (de bajo coste) en los 90s del siglo pasado y la invención de nuevos alojamientos vacacionales como los Airbnb, viajar se ha hecho barato.
Y eso ha hecho del turismo un nuevo producto de consumo en el que parece que, si pasas a mejor vida sin antes haber visitado una treintena de países, fuiste un paria, un apestado y, cuando menos, una persona inculta y «sin mundo».
Solo hace falta fijarse en las colas para culminar el último tramo hacia la cúspide del Everest en junio del 2019, antes de la pandemia.
Frente a esta forma de viajar como si no hubiera mañana tenemos una corriente de opinión totalmente contraria: el slow tourism. Esta persigue divertirse durante la jornada, haciendo pequeños recorridos más al alcance del humano, menos contaminantes. Y en definitiva, asumir, que no pasa nada si no hemos visitado media Asia y América antes de irnos al viaje definitivo.
Por tanto, responder a la pregunta sobre cuál es el mejor medio de transporte hoy no tiene sentido, ya que dependerá de la finalidad del viaje, de la distancia a cubrir y del tiempo disponible.
El mejor medio de transporte
Como hemos visto antes, no hay una respuesta a esta pregunta. Veamos los pros y contras de los distintos medios de transporte a nuestra disposición.
Viajar por carretera
Hacer un viaje por carretera, ya sea en moto, en coche, en furgoneta camper o en autocaravana tiene la ventaja de poder ir fijándose etapas. A diferencia de un itinerario predefinido, en carretera nosotros fijamos cada parada, cada meta volante y el final del viaje.
El viaje por carretera te pide una parada periódica para tomar un refrigerio. O un desvío intencionado e inesperado de la ruta prefijada para tomar unas fotografías de un monumento histórico o reposar campo a través. O el placer de ir leyendo los nombres de las poblaciones que atravesamos.
Si vas en furgoneta tendrás además hueco para toda la familia y un montón de ropa. Y si lo haces en autocaravana, podrás aparcar en un camping para disfrutar de sus servicios, sin tener que alquilar ningún alojamiento.
La ventaja adicional de la autocaravana sobre el coche o la moto es que es una casa rodante. Una camper moderna vendrá con todos estos servicios:
- Televisión digital con USB y HDMI, Wifi, GPS, etc.
- Placas solares para poder tener agua caliente para la ducha o la vajilla.
- Calefacción con gas propano para el habitáculo.
- Sillas y tumbonas.
- Soporte para bicicletas.
- Aseo, camas, escalera, aspirador, tendedero, etc.
El inconveniente de la carretera es la distancia máxima a cubrir por cada jornada. Pero como decíamos al principio, en el viaje por carretera el viaje es el fin, y no importa tanto a dónde se llega sino la experiencia que se vive.
Mucho mejor, si se hace en una casa rodante como la furgoneta camper.
Viajar en tren
Por su parte, el tren, especialmente el de alta velocidad, tiene el encanto de cubrir distancias rápidamente. Una vez en marcha podremos levantarnos de la butaca, pasear por los pasillos, tomar algo en la cafetería o incluso reservar un coche-cama si el viaje es largo.
De nuevo aquí, hay inconvenientes como el alojamiento y la distancia total que se puede recorrer que es más limitada que el avión. Pero el tren tiene su encanto.
Viajar en barco
Quizás sea el más lento del todos los medios de transporte y el oleaje nos provoque mareo. Pero hay que admitir que el viaje en barco, especialmente los cruceros culturales con trayecto nocturno y excursión de día, son un aliciente.
La vida a bordo de este super centro comercial y de ocio también atrae a muchos viajeros: supermercados, restaurantes, bares de copas, salas de juego, piscinas, etc. No hay servicio o propuesta de ocio sin cubrir en este medio de transporte.
Por el lado negativo, este tipo de transporte es muy contaminante y algunos tendrán la sensación de encierro dentro del gigantesco buque. Y qué decir de los suplementos a pagar por casi todo una vez dentro.
Viajar en avión
Finalmente, si lo que se busca es un viaje a Tailandia desde España está claro que el avión será el mejor medio. En apenas 16 horas (sin escalas), estaremos descendiendo de la escalerilla del avión en el aeropuerto de Bangkok Suvarnabhum.
Pero este viaje en avión puede ser caro, requiere buscarse un alojamiento en destino y genera muchísimas emisiones de gases contaminantes sobre el medioambiente.