Consejos para comprar billetes de avión

Comprar billetes de avión

La industria de los viajes de media y larga distancia está viviendo su momento más pujante en años. Con el auge de las aerolíneas low cost, cada vez más viajeros se están sumando a la aventura de descubrir nuevos horizontes y enriquecerse personalmente con las experiencias vividas. Sin embargo, viajar impacta en el medio ambiente y con un espacio aéreo cada vez más saturado, los usuarios pueden sufrir abusos. En ese post damos consejos sobre cómo comprar billetes de avión y viajar conociendo los derechos de los pasajeros.

Buscar billetes de avión baratos

El primer consejo para hacer el mejor viaje de tu vida es ser organizados. Hacer un viaje es un «proyecto», y dentro del mismo, comprar los billetes de avión y contratar las estancias al mejor precio requiere tiempo y mucha paciencia. Esto es así porque los precios de los billetes de avión son dinámicos (varían según la antelación con que se pidan y lo lleno que vaya un avión) y dependen del canal de comercialización (web / teléfono).

De ahí la paciencia de iniciar una búsqueda con calma y antelación, a la espera de una señal. Hoy en día todos los agregadores de vuelos te permiten crear alertas para tu itinerario de manera que cuando veas un buen precio para las fechas de tu vuelo puedas comprar más barato.

Antes de comprar

Aún así, tienes que tener en cuenta que la antelación suficiente te permite encontrar «chollos» y que volar fuera de las fechas del año y días de la semana considerados «punta», es más barato que hacerlo cuando todos los mortales lo solemos hacer (verano, vacaciones y fines de semana).

Otro consejo básico es entender los elementos que componen el precio de un billete de avión en España:

• El IVA;

• Suplementos de combustible (de haberlos);

• Tasa del aeropuerto de turno;

• Tasa de seguridad. Respecto de estas tasas al estar sujetas a decisiones ajenas a las compañías aéreas, si se redujeran o aumentaran con posterioridad a la realización de la reserva pero antes de volar, el pasajero asumirá tales modificaciones;

• Otros cargos y suplementos por servicios sobre el precio base: cargo por compra telefónica en vez de por Internet (tasa de gestión); cargos por bloquear una reserva online 24 horas en la web; cargos por maletas, por mascotas, por equipaje especial, por seguro de viaje, por envío de SMS con el itinerario o por medio de pago utilizado.

Otros consejos para comprar bien son:

• Usar millas o avíos de programas de fidelización de usuarios frecuentes de vuelos, si las tuvieras;
• Mirar las posibilidades de comprar vuelos sueltos por trayecto en vez de idas y vueltas (nunca se sabe).

Después de la compra

Recuerda que la víspera del viaje debes tener todo preparado para volar tranquilo al día siguiente:

• Bolsa transparente con los líquidos y geles que puedes llevar en cabina;
• Maletas con el tamaño y peso indicado para viajar en cabina y/o en bodega sin pagar sobrecoste;
• Vacunaciones indicadas para nuestro destino si es un viaje tropical o similar;
• Documentos de viaje: documento de identidad, pasaporte con los visados, reservas de alojamiento y billete electrónico para evitar penalizaciones de las aerolíneas.

Recuerda que la tarjeta de embarque es el documento más necesario en caso de demora, cancelación o embarque denegado, para obtener una compensación (ver siguiente apartado). Así que tenla siempre a mano porque identifica perfectamente todos los elementos necesarios para reclamar: transportista, itinerario, aeropuerto, fecha y hora del vuelo, asiento asignado, etc.

Durante tu viaje

Si durante el viaje, incluidos los itinerarios de ida y vuelta en avión y tu estancia, surgen problemas, debes conocer los derechos que tienes como pasajero, al menos si tus vuelos tienen origen o destino en un país de la Unión Europea. Los principales derechos que tienes son de tres tipos:

• Cancelación de un vuelo: en estos casos, las compañías se suelen aferrar a que se trata de cancelaciones por causas ajenas a su voluntad, pero cada vez más los usuarios tienen derecho a mayores indemnizaciones en casos de huelgas de personal, imprevisión de la aerolínea etc. Salvo en casos de fuerza mayor, la aerolínea debe ser diligente en la gestión de sus vuelos, o responder por ello.

• Denegación de embarque: el famoso overbooking. Es decir, que tienes una reserva y asiento asignados en un vuelo pero al embarcar te dicen que te tienes que quedar en tierra y esperar a un siguiente vuelo.

• Retraso en el vuelo: la normativa tiene indemnizaciones tasadas que dependen de la distancia del itinerario y del retraso.

Ya hay webs de servicios de asesoramiento que te ayudan a calcular el importe de tu indemnización con prácticas calculadoras de compensaciones. Mira esta de GIVT:

A estos tres se les añaden las compensaciones por pérdida de equipaje aceptadas en todo el mundo.

• Pérdida de equipajes: la normativa aérea internacional tiene desde hace años fijadas una serie de compensaciones automáticas por maleta extraviada, perdida o dañada. Conviene conocerlas.

A tu vuelta

A la vuelta es el momento de ejercer tu reclamación. Los plazos para exigir las indemnizaciones por incumplimientos aéreos te permiten planificar con calma tu estrategia de reclamación, y lo mejor es confiarla a profesionales que conozcan el mundo de los viajes en avión.

Volar con responsabilidad

Los países escandinavos siempre han ido por delante en sensibilidad social y visión global de la interacción del hombre en el entorno. Recientemente, activistas contra el cambio climático como la adolescente de 16 años, Greta Thunberg, están incidiendo en sensibilizar sobre el impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero en el medio ambiente de los aviones. Y como hay que predicar con el ejemplo, Thunberg no ha volado desde 2015 y está instando a otros a darle la espalda a la aviación para siempre.

Esto es parte de un fenómeno social llamado el movimiento flygskam en sueco, flightshame en inglés o «vergüenza de vuelo» en español. Este movimiento intenta hacernos sentirnos responsables del impacto ambiental de nuestros viajes, y por tanto, nos anima a buscar medios alternativos cuando viajamos y a reducir nuestro recurso al avión cuando haya alternativas menos contaminantes. Por ejemplo, el tren.

Pero ahí está el problema, y es que viajar en avión a veces es la única vía realista cuando se dispone de poco tiempo y se debe recorrer una larga distancia. Por eso, cada vez más usuarios están volviendo a las raíces de la forma de viajar clásica: sacrificar los viajes relámpago de fin de semana por menos viajes al año, pero más intensos y de mayor duración.