Que conste que no lo queremos, pero si tus peores temores se confirman y acabas perdiendo tu vuelo o sufre un retraso te vendrá bien conocer cómo actuar. Y muchas veces estos consejos se aplican antes de que la incidencia se confirme. Prácticamente desde que compramos nuestros billete de avión ya tenemos que tener en cuenta que podemos tener que reclamar a la compañía aérea si no todo va ‘sobre ruedas’. Las indemnizaciones que nos corresponden por ley pueden depender de ellas.
Tabla de contenidos
Consejos antes de volar
Los horarios
Lo primero: ten en cuenta los horarios. Dicen los expertos (y las experiencia) que los vuelos que menos retraso sufren suelen ser lo primeros de cada jornada.
Por eso, se recomienda reservar vuelos a primera hora de la mañana. ¿La explicación? Muy sencilla.
Los vuelos suelen sufrir pequeños retrasos por causas tan ajenas a la coordinación aérea como un incidente con un pasajero, un pequeño problema con la comida a bordo o una limpieza del avión más compleja de la esperada entre un trayecto y otro.
Cada pequeño retraso desde el comienzo de la jornada, demora la salida del siguiente vuelo y al final del día, ya se sabe, retrasos de horas.
Ciudades alternativas, aeropuertos alternativos
Muchas veces solo buscamos un destino pero no tiene por qué ser a un aeropuerto concreto.
Si eliges un aeropuerto secundario como destino, aunque esté unos kilómetros más alejado del centro de tu ciudad, seguro que hay buen transporte público.
Así que no te guíes por un aeropuerto concreto al buscar vuelos. Si tiene mucho tráfico o fama de funcionar mal, igual es mejor valorar otros.
A veces son incluso más baratos que los considerados de ‘primera opción’. También puede ocurrir que haya situaciones como temporales, huelgas laborales o cualquier otra situación que se escapa a la planificación aérea.
Menos escalas y con más tiempo
Haz menos escalas y con más tiempo entre ellas. La lógica manda: cuántos menos vuelos tomemos, menos posibilidades de sufrir retrasos en vuelos de conexión.
Si no nos queda más remedio -por las conexiones o el horario del vuelo directo-, elegiremos las escalas con el suficiente tiempo entre ellas como para prevenir perder un vuelo por el retraso del anterior.
No es ciencia exacta, pero los viajeros que conocen los aeropuertos pueden llegar a calcular cuál es el margen prudente.
No tires el billete de avión
Una vez que hemos comprado el billete, hay que conservarlo hasta estar en el lugar de destino con todo el equipaje.
En términos legales, el billete se considera un contrato legal con la compañía por eso es vital a la hora de reclamar.
Además, se recomienda guardar todos los folletos, panfletos y trípticos de publicidad que pueda servir para justificar las condiciones del viaje contratado.
Recopila los gastos generados por el retraso
Si ya hemos visto colgado el cartel de ‘delayed’ en nuestro vuelo, debemos hacer un repaso de qué va a suponer este retraso.
Un café, la comida, llamadas telefónicas, un hotel… todos los gastos que nos pueda generar deberán ser justificado con tickets, facturas o justificantes para poder llegar a reclamar a la compañía aérea este gasto. Te contamos cómo hacerlo aquí.
Justificante y ayuda profesional
Cuando haya un retraso en tu vuelo es importante no moverse de la puerta de embarque. Allí la compañía nos informará, enviará a otro vuelo si es el caso o nos dará instrucciones para reclamar si se ha cancelado finalmente el vuelo.
En el momento que la empresa alegue ‘causa de fuerza mayor’, nos dará un justificante con el que podremos justificar una petición de indemnización. También está bien tener a mano el contacto de Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) o de los expertos como los de Reclamacionex.
¡Buen vuelo!