Las tintorerías son un sector difícil, tanto para los consumidores como para sus responsables. Pones a su disposición (les confías) prendas de mucho valor (al menos sentimental) y las técnicas que se utilizan para su limpieza son agresivas, así que no tienes siempre la garantía de que algo falle y tu prenda no vuelva tan bien como la confiaste a este comercio.
Nos ha escrito Luisa, una lectora de Consumoteca para contarnos que llevó a la tintorería una americana blanca, olvidando dentro de unos de los bolsillos unas tarjetas de visitas negras.
No revisaron la prenda al recepcionarla. Después de hacer el lavado en seco se dan cuenta que hay una mancha enorme negra que no han podido quitar después de hacer tres lavados, según me comentan. Al final de su correo Luisa se pregunta si es obligación de la persona de la tintorería revisar los bolsillos y si puede reclamar el importe de la americana. Y aquí te damos la solución.
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Qué es una tintorería
Una tintorería es un establecimiento especializado en el cuidado y mantenimiento del textil. Sus instalaciones y maquinaria están preparadas para limpiar, planchar y almidonar todo tipo de prendas.
Las tintorerías pueden encargarse también (aunque no todas) de teñir prendas de ropa (de ahí su nombre). Su objetivo principal es restaurar las prendas de vestir a un estado lo más próximo posible al que tenían cuando eran nuevas mediante dos métodos de limpieza: el lavado acuoso (al agua) y la limpieza en seco, ambos exigentes con la ropa tratada.
Quién debe comprobar los bolsillos
El caso de Luisa es algo complicado porque la responsabilidad de verificar el estado en que se entrega una prenda a un comercio o profesional, sin duda, es compartida.
Lo primero que habría que hacer es leerse lo que dice la normativa específica de la ciudad donde está la tintorería, ya que la mayoría de ayuntamientos suelen disponer de normas que regulan este sector de las tintorerías.
De hecho, la normativa estatal* que regula las tintorerías obliga a todos los establecimientos dedicados a este negocio, especialmente a los establecimientos de limpieza en seco, a anunciar que disponen de y, además, a entregar gratuitamente a sus clientes que así se lo soliciten, la Carta de recomendaciones al usuario de tintorerías.
Esta “Carta de recomendaciones a los usuarios” es una lista con consejos sobre el estado de la prenda antes del servicio, el resguardo de dejar la prenda en la tienda, el precio del servicio, etc.
Mira, lector, lo que dice al respecto de lo ocurrido a Luisa con su prenda:
1.Al entregar una prenda a un establecimiento de limpieza en seco, es conveniente y le evitará problemas, que compruebe con el mayor detenimiento posible lo siguiente:
-Estado y valoración que, a su juicio, merece la prenda (nueva, seminueva, usada…).
-Faltas o desperfectos en los botones, corchetes y otros elementos que pudiera tener la prenda.
-Ausencia de objetos extraños como papeles, etc, en los bolsillos.
Como puede verse, esta lista de recomendaciones dice que «es conveniente y le evitará problemas, que compruebe con el mayor detenimiento posible…. (la) ausencia de objetos extraños como papeles, etc, en los bolsillos».
Y qué responsabilidad tiene la tintorería
Por el lado de los profesionales, en cualquier caso, habría dos argumentos para reclamar que se vuelva a limpiar (en este caso parece que han habido varios y la prenda sigue mal) o que se compense al usuario por el desperfecto en la prenda:
La tintorería debería revisar la prenda antes de tratarla
Es una buena práctica que se puede ver, por ejemplo, en este documento del Ayuntamiento de Madrid sobre buenas prácticas (Código de buenas prácticas en el sector de tintorerías y lavanderías).
Una de estas buenas prácticas cuando el cliente solicita un servicio es la de «revisar el estado de la prenda o producto objeto de limpieza».
Si la tintorería de Luisa lo hubiera llevado a cabo, no estaríamos hablando de este suceso aquí, ahora.
Todas las tintorerías tienen un seguro que responde de los desperfectos
Así que el usuario puede pedirles que le compensen por la prenda (ellos o su seguro), o solicitar un arbitraje de consumo. Las normativas locales suelen incluir un texto de este estilo:
Las reclamaciones de los usuarios basadas en la petición de una indemnización por el deterioro o pérdida de una prenda objeto del servicio de limpieza pueden ser resueltas a través del sistema arbitral de consumo, cuando las partes, voluntariamente, se sometan.
En el caso de que la tintorería considere que se ha de proceder a efectuar el servicio en unas condiciones diferentes a las indicadas en la etiqueta de mantenimiento, se deberán especificar previamente en el resguardo de depósito. *Real Decreto 1453/1987, de 27 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento regulador de los servicios de limpieza, conservación y teñido de productos textiles, cueros, pieles y sintéticos.