Las cookies (del inglés “galletas”) son grandes desconocidas por los internautas y, aunque nos facilitan la navegación, también hay que tenerlas controladas. Aquí te damos ejemplos prácticos en tu día a día, en los que las cookies te hacen tu navegación más cómoda.
A priori, el uso de cookies en las páginas web es comúnmente aceptado siempre que se advierta de su uso en el aviso legal de la página web, entre otras cosas, porque nos simplifican la vida.
Técnicamente la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico (LSSI) regula el uso de las cookies a las que define como
“dispositivos de almacenamiento y recuperación de datos en equipos terminales”.
Y añade que
los prestadores de servicios online informarán a los destinatarios de manera clara y completa sobre su utilización y finalidad, ofreciéndoles la posibilidad de rechazar el tratamiento de los datos mediante un procedimiento sencillo y gratuito.
Gracias a las cookies, por ejemplo, si estamos registrados en una página web de compras online y volvemos a entrar días más tarde para hacer un nuevo pedido, no tendremos que volver a rellenar todos nuestros datos personales de nuevo.
Tabla de contenidos
Qué son las cookies
Las cookies son ficheros informáticos que las páginas web que visitas te alojan con tu consentimiento en tu navegador de tu ordenador o móvil cada vez que visitas una página web y le das rápidamente al molesto mensajito que sale por todas partes.
Este de abajo, en negro, es el mensaje que sacamos en Consumoteca para que nos autorices a depositar en tu navegador las dichosas cookies.
Las cookies te las envía el servidor de la web que visitas junto con la página requerida por nuestro navegador al servidor de la página web que queremos ver.
Las cookies se utilizan por parte de las empresas de Internet (webs, blogs, tiendas online, servicios de todo tipo) con varios fines como obtener la máxima información (anonimizada) posible de los usuarios que les visitan y también para facilitar la vida del internauta cuando vuelve a visitar una página en la que previamente se registró con sus datos personales.
Principales utilidades de las cookies
La principal utilidad para un usuario es que gracias a las cookies, nuestra revisita a páginas web que requieran identificarse con nuestras claves de usuario es más fácil.
Si ya nos hemos registrado en la página web, estamos logados y hacemos una revisita, la página nos reconocerá sin tener que volver a registrarnos.
Por ejemplo, si hacemos una compra mensual en un supermercado online, sólo tendremos que registrarnos con todos nuestros datos personales (nombre, dirección postal de entrega de los pedidos, correo electrónico, contraseña, teléfono, etc.) la primera vez.
La siguiente vez que visitemos la página, si no hemos borrado las cookies del ordenador, la página nos reconocerá “Bienvenido Pepe” y bastará con hacer un pedido normalmente, lo cual es un considerable ahorro de tiempo.
Otra utilidad es volver a entrar en nuestro correo electrónico (Gmail, Hotmail, etc.). Si ya estamos logados y no hemos borrado las cookies del navegador en ese dispositivo, la segunda vez que entremos nos debería reconocer, pidiéndonos tan sólo la contraseña.
Obligación de información
Cualquier página web que utilice cookies u otros dispositivos de almacenamiento y recuperación de datos que se instalen en el ordenador del usuario, para guardar información necesaria para su navegación debe informar de manera clara y completa sobre su utilización y finalidad, así como ofrecer a aquellos la posibilidad de rechazar el tratamiento de los datos mediante un procedimiento sencillo y gratuito.
Las empresas cumplen con esta obligación por ejemplo, informando de ello en su Aviso legal o en las condiciones de contratación de la página web, así como informando sobre cómo pueden rechazar la instalación de estos archivos a través de los programas de navegación que el usuario utilice.
Consejos con las cookies
La principal ventaja del uso de cookies para el usuario se puede volver en nuestra contra según desde qué ordenador naveguemos.
Si la compra online o la consulta de nuestro correo electrónico Webmail la hacemos desde el ordenador personal que tenemos en casa, no nos importará que la cookie se mantenga.
Sin embargo, si navegamos desde un PC público, utilizado por múltiples usuarios, es conveniente no olvidar, al acabar la sesión, pulsar en “Desconectar” o “Cerrar sesión” en la página web visitada para que cierre la sesión y obligue al siguiente usuario que entre a introducir sus claves o simplemente borrar las cookies del ordenador.
