El comercio electrónico ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, y cada vez son más los emprendedores que deciden incursionar en este relativamente nuevo mercado. Este aumento de la competencia hace que quienes tienen negocios online o quieran empezar uno, tengan que asegurarse de tener una presencia online sólida y fiable. Es aquí donde entra en juego la elección del hosting web correcto.
Al hacer una búsqueda rápida, seguramente encontraremos miles de ofertas y cada una con planes y características distintas. Esto, a priori y sin unos conocimientos básicos, puede marear y parecer una misión imposible.
En este artículo intentaremos explicar y desglosar qué significan los distintos tipos de hosting, cuál es más conveniente para cada caso y, sobre todo, que hay que tener en cuenta si tenemos un ecommerce.
Tabla de contenidos
Qué hay que saber para elegir el mejor hosting para tu eCommerce
Ya que explicar directamente cuál es el hosting para cada ecommerce es imposible, explicaremos un poco qué es el hosting y su importancia en cada sitio web, qué tipos existen y las necesidades que cada negocio puede tener, para que puedas tomar una decisión informada.
Importancia del hosting
Sin miedo a exagerar podemos decir que un hosting desempeña un rol clave para el funcionamiento de cualquier negocio que funcione online. Se trata del servicio que permite que un sitio web, independientemente de su temática, esté disponible y accesible en internet y pueda ser visitado por usuarios de todo el mundo.
Para usar una analogía no digital, es el local u hogar virtual que proporciona el espacio, servicios e infraestructuras necesarias para que un negocio o sitio web online pueda funcionar normalmente. Entendemos, por tanto, que elegir la mejor opción es crucial a la hora de tener un negocio.
Elegir el hosting correcto se convierte, entonces, en una decisión crucial para el buen funcionamiento de nuestro negocio. Podemos tener la mejor página web o la tienda online más atractiva y estéticamente perfecta, pero sin un hosting que sea capaz de sostenerlo y hacer que funcione como se debe, no nos servirá de nada.
Elegir desde el primer momento el mejor hosting hará que nos despreocupemos totalmente. A pesar de su importancia, si hemos elegido correctamente, no volveremos a pensar en el hosting, ya que estaremos con la tranquilidad de saber que todo funciona correctamente y nos dedicaremos a otros temas más importantes.
No obstante parezca sencillo, la verdad es que elegir el mejor hosting para cada caso no es fácil. A continuación explicaremos los distintos tipos que puedes encontrar y qué debes tener en cuenta antes de hacerlo.
Tipos de hosting
Hay un tipo de hosting para cada situación. Todos sirven para lo mismo―alojar sitios web― pero, a la vez, son muy distintos entre sí por distintos aspectos. Estos son los más comunes:
- Hosting compartido: se trata de un tipo de hosting en que varios sitios web se alojan en un mismo servidor. Todos los clientes o usuarios de este hosting comparten recursos del servidor, como CPU, RAM, procesador, ancho de banda, etc. A la vez, también comparten gastos por lo que se trata de la opción más económica, pero es la menos recomendada si nuestro sitio web tiene mucho tráfico.
- Hosting privado virtual: También conocido como VPS, es una opción que está a mitad de camino entre el hosting compartido y el dedicado. Se trata de un servidor físico que, a su vez, está dividido en varios servidores virtuales independientes. Cada usuario tiene su propia partición del servidor, con sus propios recursos, pero con una fuente común. Una opción económica pero que nos asegura unos servicios suficientes para una web de tamaño medio.
- Hosting dedicado: la opción más cara, pero aquella que nos asegura las mejores prestaciones. Se trata de un servidor privado, entero, para un solo usuario. El usuario puede, por tanto, decidir y personalizar según sus gustos y necesidades. Si se tiene una web con mucho tráfico o que requiera muchos recursos, está es definitivamente la mejor opción.
- Hosting en la nube: Se trata de un hosting que no se basa en un servidor físico, sino que utiliza una red de servidores remotos en los que alojar las distintas páginas web. Lo destacable es que es flexible y escalable. Podemos aumentar o disminuir el espacio y los recursos según las necesidades del momento. Una opción muy interesante para obtener prestaciones a medida a un buen precio.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir el mejor hosting
Cada situación es distinta, pero hay ciertos factores comunes que hay que analizar y tener en cuenta a la hora de decidirnos cuál de todas las ofertas que encontramos es la que más nos conviene.
Seguridad
En un hosting volcaremos una gran cantidad de información importante. No solo sobre nuestro negocio, también datos sensibles de nuestros clientes que deben estar guardados a buen recaudo para que no pueda acceder a ellos gente desconocida.
Un hosting debe proporcionarnos medidas de seguridad que hagan que nuestro negocio y toda la información que almacena no se vea comprometida.
Es necesario comprobar que tengan certificados SSL, cortafuegos y medidas en general para evitar ataques cibernéticos que puedan suponer la caída del sitio web y que la información esté comprometida.
Soporte
Si elegimos el hosting adecuado, a priori no tendremos que preocuparnos por que algo falle. Sin embargo, en el mundo real no es así. Pueden suceder todo tipo de fallos tanto propios como ajenos que hagan que nuestra tienda o parte de ella no funcione adecuadamente.
Por ello, elegir un servicio de hosting que brinda soporte técnico de calidad las 24 horas del día es muy importante. Nunca sabemos cuando puede pasar algo que comprometa el funcionamiento de nuestra tienda online.
No podemos permitirnos tener una web caída durante mucho tiempo. Por un lado, porque da mala imagen de cara a los clientes; por otro, porque significa ventas y visitas que no se están realizando.
Aunque cueste ponerse en lo peor, el soporte técnico del servicio que elijamos debe ser un factor a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión.
Coste
En este punto, hay distintos factores a tener en cuenta. Primero, el presupuesto que manejamos. No podemos contratar un hosting que no podamos permitirnos, por razones obvias.
Segundo, entender si el precio del servicio es acorde a las prestaciones que ofrece. Tanto un precio demasiado bajo como uno demasiado alto debe hacernos dudas. Hay que ser realistas y entender que cuanto mejores sean las prestaciones, más caro será el servicio.
Sin embargo, no todo es de pago. Podemos encontrar alojamiento gratuito en español de buena calidad que puede ser una gran opción para dar los primeros pasos. Podemos probar como funciona y si estamos cómodos con él, sin necesidad de gastar dinero.
Rendimiento
No es tan importante, inicialmente, las prestaciones que ofrece el servidor, como las necesidades que nuestra tienda tiene. Debemos estudiar y establecer unas prestaciones mínimas necesarias para que nuestra web esté activa, disponible y funcione correctamente.
Ese será el punto de partida y no debemos comprometernos con nada por debajo de ese mínimo ― aunque, si queremos, podemos contratar un servicio que ofrezca más, para estar tranquilos.
Hosting para Ecommerce
Tanto si se trata de un ecommerce B2B o B2C, el hosting es muy importante para el correcto funcionamiento de la tienda. Sin embargo, dependiendo de cada caso, su uso y sus necesidades son distintas.
En el caso del B2C, el hosting debe encargarse de mantener activa y disponible las 24 horas del día la plataforma para que los distintos clientes puedan visitarla. Se trata de webs más enfocadas a la experiencia del cliente, por lo que quizás tengan un tráfico menor, o menos aglomerado, pero que necesita una buena prestación.
La página debe ser rápida, fácil de utilizar, explicativa y no enfocada a que los clientes estén demasiado tiempo en ella. El SEO también entra en juego y, con aún más razón, las páginas y la tienda no pueden tardar en cargar.
En lo que respecta el B2B el hosting debe ser capaz de manejar un volumen de tráfico más alto, ya que suelen ser horas específicas en las que los clientes harán compras y pueden aglutinarse.
Si buscamos en un listado de ejemplos de ecommerce B2B podremos seguramente encontrar una confirmación de esto. Al tratar con empresas, tienen un horario de trabajo determinado que, casi siempre coincide. Por tanto, las visitas y compras qué recibiremos de ellas serán siempre sobre la misma hora, que suele coincidir en todas ellas.
Además, las transacciones son, generalmente, más complejas y de mayor escala, por lo que debe proporcionar estabilidad y eficacia para que no haya inconvenientes en su realización.
En ambos casos, es aconsejable elegir un sistema que pueda integrarse con otras herramientas, como CRM o ERP para facilitar su gestión.
No hay una sola opción correcta
Como hemos visto el hosting es esencial para tanto ecommerce B2B como B2C. Lo importante es que proporcione una infraestructura acorde y suficiente para que la experiencia de compra sea rápida, segura y confiable. Además, debe ser lo suficientemente estable para gestionar las transacciones de manera eficiente.
Las necesidades de cada negocio pueden cambiar a lo largo del tiempo, por lo que no debemos tener miedo a elegir otra opción.
Lo realmente importante es saber que hay que buscar y qué ofertas nos conviene más, dependiendo de cual sea nuestra situación en ese momento.