Si estás leyendo este post probablemente estarás cansado de desayunarte, almorzar y cenar con el incesante aumento del precio del kilovatio hora y su impacto sobre la economía doméstica este fin de 2021. Parece que en el centro de la polémica está el precio del gas natural en los mercados internacionales. Ante esta situación el inversor quizás pueda preguntarse por la cotización del gas natural en bolsa y demás empresas energéticas. ¿Es buen momento para invertir en valores de esta industria? Veamos cómo está este espinoso asunto.
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Qué está pasando tras la pandemia
Sin duda, los dos últimos años han sido dignos de estudio en los libros y escuelas de Economía. Hasta finales de 2019 en medio mundo vivíamos con nuestra habitual desenfrenada normalidad consumista de compras, viajes, inversiones, etc.
Fue llegar el coronavirus y los consiguientes miedos, confinamientos, pérdidas humanas y nerviosismo y la economía colapsó. Sobre todo en aquellos sectores que dependían de la presencia física de los consumidores como el ocio, los viajes o la cultura.
Al no poder movernos ni desplazarnos a ninguna parte, la actividad económica de cada país quedó relegada al consumo de lo básico. Y esto supuso una ralentización de la actividad económica y una caída brusca (yo diría congelación retenida) del consumo. Esto llevó a caídas desconocidas en muchos años del PIB de las principales economías del mundo.
En España, nos ha ido incluso peor. Desde la crisis financiera de 2008 nuestro PIB ha seguido una tendencia a la baja. Y cuando empezábamos a salir de esta crisis desde 2014, vino la pandemia para volver a penalizarnos.
Qué está pasando en 2021
A mediados de 2021, a medida que los países occidentales han ido consiguiendo índices de vacunación de la población elevados, las restricciones a la movilidad, el ocio y los viajes se han ido levantando. Y ello hasta el punto en que, a fecha de este post (octubre 2021), la economía está desbocada.
El panel de previsiones de la economía de Funcas, prevé para 2021 un crecimiento de nuestro PIB del 6,2%, que vendrá acompañado de una subida de la inflación.
Parte de esa subida de los precios, habitual cuando se crece a tasas elevadas como en 2021, se debe al precio de las materias primas y de la energía en los mercados internacionales.
Gran demanda energética mundial
Y los precios de la energía están subiendo porque la demanda energética por parte de los mercados asiáticos, especialmente de gas natural, es muy alta. Y lo va a ser más a medida que entremos en el invierno. Además también sube porque los derechos de emisión de CO2 se compran y venden a precios más elevados ahora.
Además se da la circunstancia de que hay escasez de oferta de gas natural. En Europa nos nutrimos del gas natural proveniente de Argelia y Rusia. Y ambos países tienen sus dependencias como el paso de uno de los dos gasoductos argelinos por Marruecos, que además de cobrar un peaje a España por este tránsito, no se lleva muy bien con su país vecino.
Y por último porque el gas se utiliza para producir energía eléctrica también.
Cómo evolucionan los valores energéticos en la bolsa
El sector energético español, en grandes líneas, está dando, año tras años, grandes beneficios a sus accionistas. Pero, en contra de lo que se pueda pensar, la participación de la demanda energética española en estas cifras no es tan grande (se estima en un 34%). Y esto es así porque muchas de estas compañías eléctricas y gasistas tienen bastante actividad exterior en otros países emergentes donde operan y han diversificado su actividad a otras industrias.
Si echamos un vistazo a la cotización en bolsa de una de estas compañías como es Naturgy (antigua Gas Natural) podemos observar una fuerte subida de su cotización este otoño de 2021. La acción ha pasado de un valor medio en la banda de los 20-22 euros a los actuales 24 euros.
Pero esta subida está influenciada por el anuncio de una OPA de IMF sobre parte de su capital, así que conviene analizarla con cautela.
Invertir en el sector energético requiere, como en cualquier otro valor cotizado, un análisis tozudo de las oportunidades y amenazas.
En general, se trata de un sector muy regulado y expuesto a intervenciones como la del Gobierno, que pretende limitar sus beneficios en las actuales circunstancias de crisis de precios de la energía, a las puertas del invierno.