En Consumoteca queremos que seas consciente de tu deber de ser diligente con el uso que hagas de tus tarjetas bancarias. También, que conozcas lo que le pasa a los que pretenden hacer un mal uso de tarjetas ajenas. Ya vimos lo que le pasó a un camarero por defraudar 1.281 a una discoteca con una tarjeta clonada a una cliente, y ahora te contamos la que les ha caído a dos delincuentes por usar numeraciones de tarjetas robadas para viajar.
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Los hechos ocurridos
Leemos en Europa Press que la Audiencia Provincial de Málaga acaba de condenar a dos varones por estafar unos 23.500 euros a una empresa que vendía viajes en barco.
Los condenados tenían un arsenal de numeraciones de tarjetas de crédito con sus pines en su ordenador personal, y se dedicaban a utilizarlas para obtener ventajas gratis a costa de los sufridos titulares.
Audiencia Provincial de Málaga
La Sentencia declara como hechos probados que en septiembre de 2010 un empresario que vendía billetes de barco, administrador de la empresa, denunció ante la Guardia Civil que dos personas desconocidas habían adquirido billetes de su empresa en distintas ocasiones para viajar a distintos puntos de la geografía nacional sin haber podido cobrar el importe de los viajes realizados.
Estas personas se habían servido de la numeración de tarjetas de crédito o débito robadas para comprar esos billetes de barco.
Pero como los titulares reales de las tarjetas denunciaron los cargos en sus cuentas corrientes, los bancos emisores «repudiaron» los cobros y el transportista sufrió las consecuencias: dejó de ingresar 23.500 euros.
La investigación de la Guardia Civil, que puede juntar las denuncias por el uso indebido de las tarjetas de más usuarios y de más comercios que sufren el repudio de sus cobros, determinó que los dos delincuentes compraron los billetes de barco con tarjetas españolas, alemanas, estadounidenses, francesas, e italianas. Pero no supo saber de dónde las sacaron.
Pero lo sí vieron es que el ordenador personal de uno de los delincuentes tenía archivados todos los datos de las tarjetas usadas fraudulentamente y los nombres y claves de sus titulares.
También vieron evidencias de las compras de pasajes de barco hechas en la web del empresario afectado por el fraude con las tarjetas denunciadas. Además, el segundo condenado hizo compras fraudulentas de billetes por valor de 442,50 euros entre agosto y septiembre de 2010.
No contentos con sus viajes, los condenados también pagaron sanciones por multas de tráfico de terceros de la Dirección General de Tráfico que ahora se les reclaman. Es decir, «vendían» el servicio a terceros de «dame tu multa que yo te la pago, a cambio de X dinero». Y tanto que las pagaban, pero con las numeraciones de tarjetas robadas.
La sentencia de la AP de Málaga considera en este sentido que este fraude era conocido también por quienes les pagaron dinero «para que les liberara de las multas. Y por esta razón, estando identificados al haber intentado pagar fraudulentamente sus multas de tráfico, esperan sentencia en otro procedimiento judicial.
Sentencia de la AP de Málaga
Por todos estos hechos, la AP de Málaga condena a los dos acusados por un delito de estafa, aplicando la circunstancia que atenúa la pena de dilaciones indebidas (el tribunal estima que parte de la condena debe de sufrir una reducción a cuenta de la pena ya pagada por la excesiva duración del proceso), imponiendo a cada uno una pena de seis meses de prisión.
Asimismo, se les condena a indemnizar a la empresa que sufrió el fraude por 23.491 euros como responsabilidad civil.