La tasa de paro en jóvenes en España ronda el 30%, el doble que la UE. Una de las salidas laborales más allá de trabajos de temporada en hostelería la tienes en el sector asegurador. Si tienes un espíritu emprendedor, te gusta relacionarte y tienes conocimientos en economía o derecho, puedes hacerte agente de seguros. El empleo agentes de seguros es una salida interesante por la estabilidad que las aseguradoras promueven, dando formación y recursos a su fuerza comercial.
En este post te contamos las ventajas de hacerte agente de seguros en una gran aseguradora y los requisitos que tienes que cumplir para iniciarte en esta actividad profesional.
Tabla de contenidos
Qué es un agente de seguros
En nuestro país hay dos tipos de aseguradoras atendiendo a la forma en que comercializan sus productos: las de canal directo (solo puedes contratar por Internet o teléfono) y las mediadas.
La mediación en seguros es una actividad profesional que pueden realizar agentes de seguros (representan a una aseguradora con la que establecen una relación comercial), y los corredores de seguros. Estos últimos, pueden comercializar los seguros de varias aseguradoras con las que tienen acuerdos comerciales, a la vez.
La Ley 26/2006 (ver al final) describe en su artículo 7 las distintas figuras de mediadores de seguros:
Los mediadores de seguros se clasifican en agentes de seguros, ya sean exclusivos o vinculados, y en corredores de seguros. Los agentes de seguros y los corredores de seguros podrán ser personas físicas o jurídicas.
Qué requisitos necesitas para ser agente de seguros
Si estás pensando en hacerte agente de seguros tienes que tener una serie de cualidades y competencias comerciales por una parte. Y por la otra, tienes que pasar una formación establecida por el Ministerio de Economía y aprobar un examen de capacitación.
Cualidades y competencias del agente de seguros
Un seguro es un producto técnico que da tranquilidad a quien lo suscribe, protegiéndole de la eventualidad de sucesos no esperados (contingencia) que pueden afectar a su persona o a sus bienes o a los de personas terceras.
Hay seguros obligatorios (el de vehículos a terceros) que son demandados por las personas (se buscan en Internet y se comparan sus precios y coberturas cuando toca renovarlos). Y también hay seguros de suscripción voluntaria (un seguro de salud, un seguro de vida, de hogar, de decesos, etc.).
Las aseguradoras intentan competir en el primer caso con seguros con buenas coberturas a buen precio. Y en el segundo, se apoyan en su red de agentes para dar a conocer a sus ya clientes y a sus potenciales clientes, la necesidad de estar asegurados para comprar «tranquilidad» ante la ocurrencia de una contingencia con daños materiales o personales.
Por todo ello, un buen agente de seguros necesita tener unos rasgos y dotes técnicas y comerciales que se pueden resumir, sin ánimo exhaustivo en:
Comunicación efectiva y empatía
El mejor agente de seguros tendrá excelentes habilidades de comunicación verbal y escrita para explicar a sus clientes los diferentes tipos de seguros que ofrece su compañía y sus beneficios, de manera clara, comprensible y convincente.
Deberá saber ponerse en la piel de su cliente para anticiparse, desde su punto de vista, a los miedos e inseguridades que pueda afrontar, ofreciéndole soluciones en el sector asegurador. Es lo que se conoce como «orientación al cliente» y «asesoramiento».
Buenos conocimientos legales y regulatorios y técnicos del producto a vender
Un buen agente de seguros deben estar bien formado e informado sobre la normativa de seguros y de mediación y sobre los diferentes tipos de seguros que comercialice su aseguradora.
Esto les permitirá asesorar adecuadamente a los clientes y ofrecerles las opciones más adecuadas para sus necesidades, sin mostrar titubeos o dudas.
Capacidad de relación y networking
Este profesional debe saber fomentar, mantener y ampliar una red de contacto con potenciales clientes.
Un cliente «está vivo», por que se le debe atender, mantener informado y ofrecerle nuevos seguros de su compañía, nuevas soluciones cuando las situaciones de sus clientes puedan cambiar y ayudarles a gestionar su seguro (contratar, renovar, dar un parte, segumiento del siniestro, resolución, etc.).
Esto requiere una gran capacidad de organización y gestión de su agenda y jornada laboral.
Persuasión y habilidades de negociación
Este profesional debe ser capaz de persuadir a los clientes y negociar términos y condiciones de las pólizas de seguro para cerrar ventas exitosas.
Ética profesional
Los agentes de seguros deben actuar con integridad y ética, manteniendo altos estándares de conducta profesional respecto a la compañía con la que trabajan y los clientes a los que atienden.
Persistencia y resiliencia
Como buen comercial, el agente de seguros sabrá que compite en una industria, la del seguro, muy competitiva y desafiante, por lo que requerirá persistencia y resiliencia antes de comenzar a ver resultados favorables en forma de cartera de clientes creciente.
Formación como agente de seguros
Para ejercer como agente de seguros se requiere, como mínimo, tener el título de graduado en educación secundaria (ESO), y superar una formación técnica previa relacionada con el sector asegurador.
Esta formación la puedes estudiar por libre en alguna institución concertada con la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) como CECAS, ICEA, APROMES, colegios profesionales, etc.
O, más interesante, aprender en las escuelas de formación de empresas aseguradoras como Generali donde, una vez pasadas las pruebas de admisión, pasarás a formarte y a aprender de seguros en equipo, con un plan de carrera a medida.
Una vez pasada la formación, tu aseguradora te inscribirá en el «Registro administrativo especial de mediadores de seguros, corredores de reaseguros y de sus altos cargos» de la DGSFP.
Normativa de los agentes de seguros
La principal norma que regula la actividad de los agentes de seguros es:
- Resolución de 3 de junio de 2021, de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones por la que se establecen los principios básicos de los cursos y programas de formación para los distribuidores de seguros y de reaseguros.
- Real Decreto 287/2021, de 20 de abril, sobre formación y remisión de la información estadístico-contable de los distribuidores de seguros y reaseguros.
- Real Decreto-ley 3/2020, de 4 de febrero, de medidas urgentes por el que se incorporan al ordenamiento jurídico español diversas directivas de la Unión Europea en el ámbito de la contratación pública en determinados sectores; de seguros privados; de planes y fondos de pensiones; del ámbito tributario y de litigios fiscales.
- Ley 26/2006, de 17 de julio, de mediación de seguros y reaseguros privado (derogada por el RDL 3/2020).