Nuestra vida y la de nuestros seres queridos, son el bien más preciado que tenemos, por lo que debemos poner todo nuestro esfuerzo en cuidarlas. Si invertimos en proteger bienes materiales como nuestro coche o vivienda, aún más necesario es hacerlo con la vida.
Para conseguir este objetivo el mejor aliado puede ser un seguro de vida, que nos permita asegurarla frente a los riesgos a los que nos enfrentamos cada día. Lo aconsejable es contratar una póliza de seguro con las mejores coberturas para poder estar tranquilos y preparados frente a los imprevistos.
En este artículo, hablaremos sobre en qué consiste un seguro de vida, los beneficios de contar con este tipo de pólizas y las coberturas específicas que suelen ofrecer a sus beneficiarios.
Tabla de contenidos
¿En qué consiste un seguro de vida?
Un seguro de vida es un producto que ofrecen las compañías aseguradoras y que otorga unas coberturas y garantías a los beneficiarios que elijas, en caso de fallecimiento o incapacidad permanente. Lo que permite cierta estabilidad económica a los seres queridos y facilita hacer frente a pagos como la hipoteca, impuesto de sucesión, etc.
Principales coberturas de un seguro de vida
La razón de ser de un seguro de vida es dar cobertura a los beneficiarios en caso de fallecimiento del tomador. Sin embargo, en la mayoría de los casos incluyen otro tipo de beneficios adicionales.
Son estos servicios los que debemos conocer y analizar antes de contratar una póliza de este tipo. Para saber lo que cubre un seguro de vida exactamente hay que examinar sus coberturas.
Algunas de estas coberturas son las siguientes:
- Gastos de funeral, entierro o cremación: muchas aseguradoras incluyen en el producto la cobertura de un porcentaje de los gastos de los servicios funerarios derivados del fallecimiento.
- Invalidez permanente total: caso en el que el tomador queda inhabilitado para ejercer su profesión habitual, pero sin embargo, puede realizar otro tipo de actividad laboral. En este caso conlleva una pérdida parcial de los ingresos, que será compensada por el seguro, según condiciones del contrato.
- Invalidez permanente absoluta: caso en el que el tomador queda inhabilitado para cualquier tipo de empleo, de manera definitiva. En esta situación la reducción de ingresos es mayor y la compensación del seguro también lo será.
- Gran Invalidez: cobertura frente a una situación de invalidez grave e irreversible que impide al tomador una vida normal y autónoma, impidiendo que realice actividades básicas por sí mismo.
- Enfermedades graves: suelen cubrir en caso del diagnóstico de una enfermedad grave al tomador, como puede ser un cáncer, un accidente cerebrovascular o un infarto. Suele proporcionar una capital que permita al tomador hacer frente a los gastos médicos sin que merme su nivel de vida.
- Fallecimiento o incapacidad por accidente: muchas pólizas aumentan la indemnización en caso de que la muerte o la incapacidad sea producto de un accidente. En algunos de los casos se duplica o triplica el importe a percibir.
Resumiendo
En conclusión, contratar un seguro de vida puede ser una forma inteligente de proteger a nuestros seres queridos y estar más tranquilos frente a los riesgos cotidianos.
Antes de elegir la mejor póliza conviene estudiar muy bien todas las coberturas que incluye para tomar una decisión informada.
