El seguro para un comercio: por qué es importante

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Resturante americano con clientes

«El seguro para un comercio». Fecha publicación: 27 octubre 2024.

Los seguros nos protegen de contingencias. Es decir, de la posibilidad de que ocurra un suceso que nos provoque un daño material o personal. Y también de la posibilidad de que, fruto de nuestra acción u omisión, causemos un daño a una persona tercera.

En el ámbito familiar y personal, un seguro de responsabilidad civil para particulares nos protege, por ejemplo, de los daños que pueda causar nuestra mascota. O de los de un hijo menor de edad o los nuestros desde el momento en que salimos a la calle e interactuamos con otras personas. 

En el mundo de los negocios, el seguro para un comercio es una figura muy interesante que protege al propietario de su responsabilidad civil frente a sus clientes y demás personas con las que se relacione (administraciones públicas, proveedores, etc.).

En este post te cuento en qué consiste un seguro para un comercio y las coberturas de mínimos que el tuyo debería incluir si eres comerciante y quieres vivir tranquilo al subir tu persiana cada día.

El seguro de responsabilidad civil

El de responsabilidad civil es una modalidad de seguro que protege a particulares, profesionales, comercios o personas jurídicas de los daños causados a terceros por culpa o negligencia accidental o involuntaria.

Por este seguro la compañía aseguradora se obliga, dentro de unos límites fijados en el contrato de seguro, a cubrir el riesgo de que el asegurado incurra en la obligación de indemnizar a un tercero los daños y perjuicios causados por un hecho previsto en el contrato. Ello siempre que el asegurado sea el responsable civil de estos hechos, conforme a derecho.

En el mundo de los negocios este tipo de seguros son muy comunes, y yo diría que necesarios. Especialmente en el comercio y entre profesionales que se relacionan con otras personas, particularmente con clientes a los que prestan un servicio.

El comerciante y la responsabilidad civil

Tener un comercio significa deber cumplir muchas obligaciones de carácter administrativo, sanitario, tributarias, etc.

El comerciante se relaciona cada día con cientos de clientes que acceden a sus instalaciones, permanecen un tiempo hasta realizar una transacción y abandonan el comercio poco después tras pagar su compra.

Fruto de esa breve relación de consumo, el cliente puede sufrir algún tipo de daño o perjuicio personal o material. Piénsese en una tintorería que tras tratar una prenda valiosa le causa un daño irrecuperable. O en un centro de bronceado que, fruto de un asesoramiento incorrecto, provoca quemaduras a una clienta. O en un taller de reparación de vehículos que olvida apretar las pinzas de disco de un automóvil que se queda sin frenos y tiene un accidente.

Todas estas son solo algunas de las contingencias que pueden ocurrirle al propietario de un comercio de cual tipo, por negligencia u omisión, en su trabajo diario.

Gracias a dios, estos profesionales del comercio no están solos. El seguro de negocios o de comercio es su mejor aliado. Veamos, a continuación, las principales características de este tipo de seguros y, justo después, sus principales coberturas.

Seguro para un comercio

Características 

Las principales características de un seguro de negocios o comercio son:

  • Se trata de un seguro de responsabilidad civil. Es decir, que cubre los posibles daños causados por el ejercicio no doloso de nuestra actividad (restauración, limpieza, mantenimiento, servicios de bienestar, cuidados de terceros, etc.);
  • Daños propios. Además de la RC por daños a terceros, es posible asegurar los daños propios que pueda sufrir nuestro establecimiento además de su impacto sobre los ingresos de la actividad.
  • La cuota anual a desembolsar suele ser reducida. Obviamente dependerá de la facturación, riesgo de la actividad, número de clientes, etc. Pero para un autónomo o un pequeño comercio es baja. Además, se puede hablar con nuestro corredor de seguros para que se mensualice el pago de la prima anual;
  • Aseguran un importe máximo de euros en caso de daños a terceros, lo que exige valorar adecuadamente los posibles perjuicios que se pueden esperar de nuestra actividad concreta.
  • Pueden tener franquicias en caso de siniestro con daños. Conviene tenerlo en cuenta a la hora de contratar.
  • Se pueden y deben negociar de forma personal, con ayuda de un agente o corredor, para que quedemos bien cubiertos.
  • Admiten negociar coberturas específicas de responsabilidad civil que cubran no solo nuestro comercio sino también, por ejemplo, almacenes, su stock acumulado o pertenencias de terceros clientes que puedan quedar bajo nuestra custodia mientras realizamos algún tipo de mantenimiento o reparación.
  • Es importante que no solo cubran los daños causados a terceros sino también nuestra defensa jurídica personal, incluidas las posibles fianzas y depósitos judiciales que nos sean exigidos una vez ocurrido un siniestro.
  • Por último, es bueno tener en cuenta las exclusiones de esta modalidad de seguro. En general, cualquier pacto o promesa hecha por un comerciante que abarque una esfera superior a la de la responsabilidad civil legal quedará fuera de cobertura. También cualquier pago de una sanción o multa administrativa. Y por supuesto, el dolo e incumplimiento doloso de nuestra obligación como comerciantes frente a nuestros clientes o cualquier otro tercero.

Coberturas 

Entre las coberturas que todo seguro para un comercio debe incluir destacaría estas:

  • Daños a terceros: intoxicaciones alimentarias, mal asesoramiento, trabajos mal realizados, resbalones y caídas dentro del establecimiento con daños personales, etc.
  • Daños materiales en el establecimiento y su contenido. Estos seguros incluyen una protección frente a los daños sufridos en tu propiedad. Te cubren en caso de daños eléctricos, por fuego o por agua. O en caso de daños causados por fenómenos atmosféricos (rayos, inundaciones, lluvias, etc.). 
  • Vandalismo, robo o expoliación de bienes muebles del establecimiento.
  • Daños propios. En caso de rotura o mal funcionamiento de elementos de refrigeración podemos estar protegidos del daño o destrucción de las mercaderías. También en caso de problemas informáticos (rotura, pérdida de datos, hackeo, etc.) se nos protege de la posible pérdida de actividad debida a esta contingencia.
  • Lucro cesante. Te cubren si, con motivo de la contingencia, dejamos de ingresar por la actividad o perdemos alquileres. O si nos vemos obligados al desalojo forzoso del local comercial ordenado por la autoridad con cierre temporal.
  • Daños al personal por accidentes.

Por qué es más que recomendable

El seguro de un negocio o comercio es muy recomendable porque nos protege de la posibilidad de perderlo todo en caso de sufrir una contingencia inesperada.

Con la creciente competencia entre comercios y el canal online, el seguro de un comercio te permite «comprar» tranquilidad al tiempo que proteges tu inversión y su valor de muchos años de trabajo o fondo de comercio.

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