Una de las actividades que realizamos los usuarios es participar en juegos de azar (llámese loterías, cupones de la ONCE, casinos o bonos casas de apuestas) en la esperanza de tener suerte y ganar ese dinero que nos falta para vivir más desahogados. La Ley de regulación del juego (Ley del Juego) de 2011 es la referencia estatal que regula este complejo sector tratando de ponerse al día con la incursión de la cada vez más presente actividad del juego online gracias a Internet.
En Consumoteca analizamos la normativa que nos afecta como consumidores y la desmenuzamos para que sea comprensible y accesible a nuestros lectores. En este post te analizamos los aspectos más relevantes de la Ley del juego estatal.
Vaya por delante que, en la actualidad, las Comunidades autónomas tienen competencia en este sector en su territorio, por lo que han venido dictando sus propias leyes autonómicas del juego y apuestas.
Tabla de contenidos
Antes de 1977 el juego se consideraba clandestino
Curiosamente, antes de la aprobación del Real Decreto-ley 16/1977, de 25 de febrero, cualquier actividad relacionada con juegos de azar se consideraba clandestina y, por tanto, susceptible de ser penada.
Sin embargo, en esa norma se reconocía que cualquier intento de prohibición total del juego incitaba el juego clandestino generalizado, “con más peligros reales que los que se trataban de evitar y en un ambiente de falta de seguridad jurídica”. Y habría que añadir también la importante pérdida de ingresos fiscales que las arcas públicas dejaban de obtener.
Por todo ello, con la aprobación del citado Real Decreto se dio carta de naturaleza al juego de azar en España, sin renunciar al “objetivo ineludible de tutela y protección social de los menores y de los participantes en los juegos” (ni a los elevados ingresos fiscales por la actividad del sector).
Una ley estatal para los juegos de competencia estatal
La Ley 13/2011 tiene como ámbito competencial los juegos de alcance estatal y pone el acento en el juego “a través de medios electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos”.
Muchos de ellos, ya en 2011 se reconocía que escapaban del ámbito territorial de España, pudiendo ser ofrecidos desde cualquier parte del mundo.
A continuación, te resumimos lo más relevante para los usuarios de los 49 artículos que componen esta Ley.
Objetivos y ámbito de aplicación de la Ley del juego estatal
Los principales objetivos de esta ley de 2011 son regular la actividad de juego en sus distintas modalidades,
con el fin de garantizar la protección del orden público, luchar contra el fraude, prevenir las conductas adictivas, proteger los derechos de los menores y salvaguardar los derechos de los participantes en los juegos.
Da igual que la citada actividad se realice de forma presencial o por medio de canales electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos.
Actividades de juego reguladas
La norma regula las siguientes modalidades de juego (recuerda que lo hace independencia de su canal de comercialización) además de su publicidad, promoción y patrocinio:
- Cualquier juego de lotería y apuesta en el que el usuario arriesga cantidades de dinero (u objetos con valor) en cualquier forma, sobre resultados futuros e inciertos, basadas en la destreza del jugador o que recaigan en la suerte o el azar.
- Las rifas y concursos a cambio de un desembolso económico.
- Las actividades de juego transfronterizas (realizadas por cualquier persona. física o jurídica, radicada fuera de España, pero destinada a residentes en España.
Pero excluye de su aplicación los juegos por puro ocio, pasatiempo o recreo siempre que no involucren el desembolso de dinero o el lucro de su promotor (más allá del coste del propio evento).
En cualquier caso, aclara que “cualquier modalidad de juego no regulada se considerará prohibida”.
Loterías y Apuestas del Estado
La norma también reserva a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado – SELAE (depende del Ministerio de Hacienda) la gestión de múltiples juegos como la Lotería Nacional (incluida la Lotería de Navidad y El Niño), Euromillones, la Primitiva, la Bonoloto, El Gordo o La Quiniela.
Prohibiciones
El artículo 6 de la Ley del Juego prohíbe la participación en los juegos que regula a los menores de edad y a los incapacitados legalmente.
También prohíbe que se facilite su acceso a las «personas que voluntariamente hubieren solicitado que les sea prohibido el acceso al juego o que lo tengan prohibido por resolución judicial firme«.
O a los organizadores, deportistas, árbitros y entrenadores que participen en la actividad deportiva sobre la que se realiza la apuesta.
Este artículo prohíbe cualquier juego que vaya contra la dignidad de las personas o su derecho al honor. O que se base «en la comisión de delitos, faltas o infracciones administrativas«. O que recaiga sobre eventos prohibidos por la legislación vigente.
Y establece que, para hacer publicidad sobre cualquier actividad de juegos de suerte, envite o azar, el operador disponga de la correspondiente autorización administrativa.
Esta publicidad debe hacerse con “sentido de la responsabilidad social, sin menoscabar ni banalizar la complejidad de la actividad de juego ni sus potenciales efectos perjudiciales sobre las personas”. Y, además, deberá “respetar la dignidad humana”.
En concreto, no se podrá hacer publicidad sugiriendo que el juego mejora el reconocimiento social. O en la que se desacredite a quien no juega, otorgando una superioridad social al jugador, o que incluya mensajes que desvaloricen el esfuerzo en comparación con el juego.
Juego responsable
Otro aspecto importante que toca la Ley del juego es el juego responsable.
Es decir que se reconoce la complejidad de esta actividad, lo que requiere llevar a cabo acciones de sensibilización preventivas y también su control, así como la reparación de los efectos negativos producidos (adicciones al juego).
Esta política del juego responsable pasa por identificar y cuidar a los grupos en riesgo y por asegurar que el público destinatario cuenta con la información necesaria para “hacer una selección consciente de sus actividades de juego”.
En definitiva, se trata de promover un juego moderado, no compulsivo y responsable.
Empresas operadoras
Finalmente, la Ley regula la figura de las empresas operadoras, que deben disponer de una licencia para ofrecer juegos en España.
Podrá ser un operador cualquier persona, física o jurídica (pública o privada), con nacionalidad española o de un país perteneciente al Espacio Económico Europeo y que cuente con un representante permanente en España.
Todos los mecanismos y sistemas técnicos utilizados en los juegos de azar deben estar homologados previamente. Particularmente los sistemas técnicos de los juegos por medios electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos.
Derechos y obligaciones de los jugadores
A los usuarios que juegan la ley los denomina “participantes”. Estos, tienen derechos reconocidos por la Ley del juego, y también algunas obligaciones que te resumo a continuación:
Derechos de los jugadores
- A ser informados de forma clara y veraz sobre las reglas del juego.
- A cobrar los premios que les correspondan en el tiempo y forma establecidos (sin dilación indebida).
- A poner reclamaciones contra un operador ante la Comisión Nacional del Juego.
- A jugar libremente, sin coacciones o amenazas provenientes de otros jugadores o de terceros.
- A conocer en todo momento el importe jugado (o el saldo de la cuenta de usuario).
- A identificarse de modo seguro mediante un documento de identidad o firma electrónica y a la protección de sus datos personales.
- A conocer en todo momento la identidad del operador de juego.
- A recibir información sobre la práctica responsable del juego.
Obligaciones
Los jugadores tienen del triple deber legal de:
- Identificarse ante los operadores de juego.
- Cumplir las normas y reglas de participación.
- No alterar el normal desarrollo de los juegos en los que participen.
Normativa relacionada
- Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego (ver online).