Corren tiempos difíciles. A corto plazo, a los precios prohibitivos de la energía, se le une una inflación galopante y una subida imparable de los tipos de interés para desmotivar cualquier empresa. Emprender cualquier negocio físico convencional, incluso como autónomo, se pone muy complicado. Frente a la alternativa clásica física, surge el emprendimiento digital. Emprender en línea es una opción que no todo el mundo conoce porque, reconozcámoslo, da un poco de miedo. Pero puede ser una buena salida profesional.
En este post te damos 7 tipos para empreder en línea que espero te ayuden a encontrar tu camino en la vida profesional. Se trata de una secuencia de fases que deberías recorrer, de una en una, secuencialmente.
Un consejo: no te saltes los pasos. Empieza por la primera y cuando la tengas resuelta pasa a la siguiente.
Tabla de contenidos
Conócete a ti mismo/a: ¿cuáles son tus fortalezas?
La primera fase de cualquier emprendimiento es el análisis: de uno mismo/a y del mercado.
Ya sé que eres joven (tal vez no), y que no tienes todo claro. Pero seguro que hay un tema, una actividad, una afición que te encanta y en la que te han dicho que eres bueno/a. Ya sea escribir, diseñar, cocinar, las motos, el deporte, tiene que haber algo que te guste y te llame la atención sobre todo lo demás.
Por otra parte, seguro que a estas alturas te conoces mejor que tu madre. Y sabes cuáles son tus fortalezas y dónde te aprieta el pie, dónde renqueas y necesitarías ayuda ya que no puedes hacer todo sin ayuda.
Emprender cualquier negocio requiere saber mucho de un tema y saber rodearse de una o dos personas que nos puedan ayudar por el camino, ya sea como socias, ya sea como proveedoras de algún servicio.
En esta primera fase para emprender online deberías tener ya una idea más o menos clara de en qué actividad te quieres enfocar.
Identificar puntos de dolor
La segunda fase de este proceso que es el emprendimiento digital sería identificar un punto de dolor.
No, no me refiero a dolor físico. Hablamos de los famosos «painpoints», que son necesidades de un público objetivo que no están resueltas.
Para identificarlos, fíjate en la actividad que te gusta y trata de identificar aspectos de la misma que no están bien resueltos.
¿Debo vender productos o prestar servicios?
Esta es una de las decisiones más importantes para decantarte por una actividad online u otra.
Mi consejo ahí siempre será decantarse por prestar un servicio sobre vender un producto. ¿Por qué? Porque, salvo que tu producto sea único y no se pueda vender en Amazon, vender online hoy un producto que los demás también puede vender, es un craso error.
El gigante americano lo hará mejor que tú, más rápido, con costes ridículos y jamás podrás plantarle cara. Otra cosa es que ya tengas un producto único en una explotación operativa tuya o de un familiar o de un socio: un almacén de material escolar, una bodega de vinos, un queso especial, una granja de salmón en cautividad, etc.
La ventaja de los servicios sobre los productos físicos es obvia: no tienen costes de almacenaje ni envío ni devolución. Y sus márgenes son mucho más altos.
Y se pueden elaborar una sola vez, vendiéndose a cientos de clientes con un solo esfuerzo. Es el caso de las plataformas para vender cursos online. Subes un video bien hecho dando a conocer o enseñando sobre lo que sabes y le pones un precio.
Tu contenido puede verse una vez o miles. Pero el coste de producción será el mismo, ya que se asumió al crear el contenido.
Sabe de tecnología y proveedores de servicios digitales
Otro paso importante para tu proceso de emprender en línea es conocer la tecnología necesaria para montar tu negocio. Si te decantas por un producto único puedes venderlo en tiendas ya creadas tipo Shopify o montar tu propia tienda con WordPress (WooCommerce) o Prestashop.
Si te decantas por un servicio de formación online tienes las citadas plataformas para venta de cursos a distancia. O simplemente puedes crear una página de aterrizaje (landing page), donde conseguir atraer la atención de los usuarios y que te dejen un teléfono o email de contacto para llamarles despues y tratar de ofrecerles tu servicio.
En cualquier caso, si quieres ahorrar mucho dinero, investiga y aprende qué plataformas tienes a tu servicio y recurre a un proveedor (agencias o autónomos) que te ayude a montar tu página web.
Define y lanza un producto mínimo viable
Uno de los errores que cometemos cuando pensamos en lanzar un servicio online es querer salir con todo y para todos. Comenzamos a pedir cosas («y ya que») a la agencia o desarrollador y nunca terminamos de salir.
Esto es un error porque consume tiempo y presupuesto, y aún no sabes si tu idea de negocio triunfará.
Por eso, los expertos recomiendan lanzar una versión inicial básica que cumpla con el contenido indispensable para resolver la necesidad detectada (el painpoint inicial).
Esto es lo que se conoce como MVP (Minimum Viable Product) y te ayudará a aquilatar el presupuesto, una fecha para el lanzamiento y poder probar tu solución con el mínimo desembolso.
Haz marketing digital
Otra de las bondades del mundo digital es su capacidad para dar a conocer un producto o servicio con muy bajo coste. Y en segundo lugar, no menos importante, la posibilidad de medir resultados de inmediato.
El marketing digital te ayudará a promover tu solución. Tienes muchas opciones para darte a conocer: desde gastar tu presupuesto en anuncios en Google hasta crearte canales en You Tube e Instagram y volcar en ellos contenido original que anime a los usuarios a seguirte.
O crear contenido interesante sobre tu producto, servicio o solución que permitan que te encuentre quien esté buscando resolver una necesidad que tu producto resuelve. Es lo que se conoce como posicionamiento orgánico o SEO.
Empieza hoy
Todos tenemos miedo a lo desconocido.
Es un error pensar que no estás preparado/a para dar el paso de emprender online. Si das el paso de comenzar a conocer este mundillo, formarte y crear tus primeros experimentos irás aprendiendo, aunque sea a base de pequeñas decepciones.
Otro error es pensar que tienes que dejar tu trabajo actual para emprender online. Montar una idea online es rápido y barato como para planteártelo como segunda ocupación (sidejob).
¿Que ves que comienzas a generar ingresos y no puedes ya seguir el ritmo de dos trabajos? Es entonces cuando tendrás que plantearte dar el gran salto de apostar por tu idea o seguir con tu trabajo actual.