Leemos en Europa Press el caso de un particular que ha sido absuelto de tener que pagar 9.342 euros por las reparaciones de varios camiones que se fueron haciendo en un taller de su confianza sin factura y de forma verbal.
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El caso
Un particular tenía desde 2012 una relación de confianza con su taller mecánico por la que llevaba varios camiones para realizarles su mantenimiento, sin que solicitara un presupuesto previo o resguardo de depósito.
Tampoco se le exigía la firma de un documento de encargo de trabajo o de realización de los mismos.
Cuando terminaba cada reparación, en vez de emitírsele una factura, el taller llevaba una cuenta «en papel», confiando en que este señor pasaría a pagar su deuda acumulada.
Sin embargo el taller cesó en su actividad a finales de 2016 por jubilación de su administrador único. Justo unos meses antes, se encontraron varias facturas impagadas, emitidas previamente al cliente.
Cuando el particular fue a recoger el último camión, se le solicitó el pago pero éste manifestó que no le iba bien en ese momento. Propuso que se hiciera una factura por importe de 7.000 euros y que ambos firmaran un documento en el que constara que no había nada que reclamarle, comprometiéndose a ir pagando el resto cuando le fuese bien. El taller no aceptó este acuerdo y le reclamaba 25.000 euros.
El cliente se opuso a pagar los 25.000 euros, alegando entre otras cosas, que varios de los vehículos no eran de su propiedad, que no se encargaron o autorizaron algunas reparaciones que el taller dice que se hicieron y que el taller pretendía cobrarle con documentos unilateralmente creados por éste y no aceptados por la otra parte.
Los tribunales de justicia
Las cosas así, el taller exigió los 25.000 euros al particular ante el Juzgado de Primera Instancia número 23 de Palma, que estimó parcialmente su demanda, aunque rebajando algo la cantidad demandada.
El particular apeló la sentencia y ahora la Audiencia Provincial de Baleares acaba de revocar la sentencia de primera Instancia, eximiéndole de tener que pagar nada por la «chapuza» de no entregar ni resguardo de depósito cada vez que entraba un vehículo a reparar, ni presupuesto, ni factura.
Moraleja
La moraleja de este caso para los talleres es que siempre es bueno dar los documentos básicos de una relación de consumo a sus clientes (resguardo de depósito, presupuesto y factura).
También desde el lado del consumidor, recordar que hay que pedir un resguardo de depósito porque te sirve para justificar que dejaste tu coche o moto en depósito y que el taller (o su seguro) en caso de accidente (incendio, robo, mal uso del vehículo) tendrán que responder de los daños causados.
No me entregó factura ni informe de las reparaciones de mi coche, excesivamente carísimo me cobró y me sale con el cuento de qué me dejó baratito. Como se procede y a donde?
Me sería de mucha ayuda si pudierais facilitarme la Sentencia de la Audiencia. Tengo un caso similar y no consigo encontrarla.
Muchas gracias.