El mundo del automóvil se liberalizó hace muchos años en Europa en beneficio de los consumidores. Primero vino la liberalización de los talleres donde realizar las revisiones de tu coche durante la garantía en 2010. Le siguió en 2012 la libertad de elección de concesionario con los “multimarca” allá por 2012. Finalmente, llegó una práctica muy contestada por la patronal del automóvil: la utilización de piezas de recambio de fabricantes auxiliares por parte de las aseguradoras cuando tenían que atender un siniestro.
Y ahora, gracias a Internet, los consumidores tenemos a nuestra disposición un potente mercado de recambios y piezas de coches de segunda mano a nuestra disposición para el mantenimiento de nuestro auto.
En este post te cuento las ventajas e inconvenientes de comprar recambios nuevos frente a los de segunda mano, a la hora de reparar tu coche.
Tabla de contenidos
Reparar un coche
Si has tenido la mala suerte de tener que sustituir piezas de tu coche, ya sea por siniestro o por desgaste, te habrás hecho la clásica pregunta, no exenta de preocupación, ¿y cuánto me va a costar la broma?
El componente económico es uno de los más decisivos a la hora de sustituir piezas de un vehículo por avería o simplemente desgaste. Sobre todo, en las piezas llamadas “estéticas”, más que las mecánicas o las que aportan seguridad a la conducción.
Piezas de recambio estéticas
Está claro que si necesitas un recambio no vas a sustituir las piezas mecánicas como un filtro del aire o del aceite por otro reacondicionado.
En este post me refiero a piezas de coche que cumplen una función simplemente estética o no relevante en la mecánica o seguridad de tu automóvil. Por ejemplo, un espejo retrovisor, un tirador de la puerta, un amortiguador del portón trasero, incluso la luna de una ventanilla que se nos roto.
En estos casos, el mercado nos ofrece dos vías y distintos canales donde poder solucionar nuestra necesidad.
Alternativas de recambio
Las tres opciones que tenemos a la hora de hacernos con piezas de recambio son simples de entender.
Recambio original
Por un lado, podemos optar por piezas de coches nuevas y originales del fabricante. Esto nos garantiza que la pieza sustituida se adecúa al 100% a la pieza sustituida. Y, además, al ser nueva, su duración será al menos la misma que tuvo la pieza original que ya no está operativa.
Piezas de segunda mano
Sin embargo, cada vez más consumidores reconocen la gran ventaja sobre el factor precio que suponen los recambios de segunda mano. Si compras la misma pieza de un coche de la misma marca, modelo y año de fabricación que ya no está operativo y que no tenía muchos kilómetros recorridos, será tan buena como la original de fábrica, aunque con algo de uso.
Esto es muy interesante cuando necesitas piezas meramente estéticas como tapacubos, manetas, piezas de plástico, etc. y te da un poco igual el uso que hayan podido tener mientras que correspondan 100% a tu vehículo.
En este tipo de necesidad lo que buscas es un precio asequible y el precio de estas piezas de coche es imbatible frente a la pieza nueva de fábrica.
Reacondicionado de piezas
Finalmente, cada vez es más común intentar reparar una pieza que cumple una función mecánica antes de comprar una nueva sustitutiva o buscar su equivalente en el mercado de recambios de segunda mano.
Si es tu caso y la rotura es reparable estupendo. Por ejemplo, en vez de sustituir el parachoques se puede llevar a un taller especializado a que lo repare con fibra de vidrio y después lo pinte como si estuviera nuevo.
Esta solución es la más respetuosa con el medioambiente, pero tiene el inconveniente que muchas piezas suelen ser irreparables. Y en otras, el coste del reacondicionamiento supera el coste de una pieza de segunda mano, o incluso del recambio nuevo.
Canales de venta de piezas de repuesto
Y en cuanto a los canales, cuando necesitamos piezas de sustitución podríamos acudir, a mi modo de ver a dos tipos de canales: físico-presenciales (en concesionarios oficiales o vendedores de recambios nuevos independientes) y marketplaces de Internet.
Acudir al concesionario oficial o a un distribuidor independiente te garantiza conseguir la pieza original o de terceros respectivamente. Esto es, obviamente mucho más caro que la alternativa de ocasión.
Sin embargo, comprar el recambio en un Marketplace de piezas de repuesto usadas puede ser una solución interesante si tu coche ya tiene unos años y no te quieres dejar la nómina en la reparación.
Cómo funcionan las webs de recambio usado
Se trata de plataformas internacionales que ofrecen a los usuarios un amplísimo directorio de marcas, modelos y piezas de recambio.
En ellas puedes encontrar, para cualquier coche, desde un motor completo hasta una puerta o un cable de embrague, pasando por parachoques intactos, retrovisores o radiadores.
Al tratarse de webs internacionales, su inventario de piezas de automóvil es regional de toda Europa. Puesto que los modelos de coche no varían de un país a otro de nuestra región, es super fácil encontrar un recambio que no encuentras en España. O que aquí se vende más caro que fuera del país.
¿A quién le importa de dónde vengan los discos de freno para nuestro coche si pertenecen al mismo modelo y año de fabricación y han rodado por otro país europeo?
La Unión Europea y la libre circulación de mercancías cobra todo su sentido aquí, en beneficio del consumidor.
Ventajas
Estas webs tienen la principal ventaja de la facilidad de búsqueda del repuesto y el precio al que te sale, al tratarse de una pieza de segunda mano.
Basta con navegar por marca, modelo y fecha de fabricación para dar con la pieza que necesitas.
Además, el proceso de compra es comodísimo porque se puede pagar online como en cualquier otra tienda online. Y te envían la pieza a domicilio en pocas horas.
Finalmente, al hacerse la venta en la Unión Europea, se aplica el derecho de desistimiento de 14 días naturales que te permite devolver la pieza sin nada que alegar si no te encaja una vez recibida.
Inconvenientes
Obviamente, eres consciente de que estás comprando piezas de recambio usadas así que deberás tener el criterio de comprar aquellas piezas que realmente te aporten valor manteniendo la seguridad.
O, en cualquier caso, ser consciente de lo que estás comprando. Salvado este inconveniente que pueda tener lo usado sobre lo nuevo, cuando compras segunda mano, estás haciéndole un gran favor a tu bolsillo al tiempo que participas de la economía circular. Menos emisiones y menos residuos para el medioambiente al evitar comprar nuevo.
