La iniciativa Quiero Pagar Menos Gasolina de la OCU al detalle

Quiero Pagar Menos Gasolina

En este post te hablamos de la iniciativa quiero pagar menos gasolina de la OCU. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) es una asociación sin ánimo de lucro que desde 1975 defiende los derechos de sus asociados y, en nombre del interés general, los intereses colectivos de los consumidores españoles.

Son innumerables los fraudes y estafas millonarias que a lo largo de los últimos 40 años la asociación ha destapado con su actividad de edición de análisis comparativos de productos y servicios.

Desde los fraudes de Telefónica en los 70s, hasta el del clembuterol en la carne. O la falta de higiene en hamburguesas de la cadena Wendy más tarde. O el fraude de las gasolineras de Madrid que estafaban entre un 5 y un 7% del suministro a finales de los 90.

Hablando de gasolineras. Ahora la OCU ha lanzado una campaña de captación de personas consumidoras para uso particular de gasolina (gasoil, sin plomo, biodiesel, etc.).

En ella promete conseguir para todo el colectivo que se apunte antes del martes 12 de mayo, y ya vamos más de 123.000 apuntados, una mejora durante al menos un año en el precio de sus repostajes habituales.

Cómo funciona la campaña

Te explicamos cómo funciona esta campaña llamada «Compra Colectiva de Carburante», para la que no hace falta ser socio de la organización.

• Entras en primer lugar en la web www.quieropagarmenosgasolina.org.
• Rellenas un sencillo formulario con tu nombre, email, teléfono.
• Validas las condiciones de la campaña, que no te obliga a nada y afirma ser gratuita.
• Recibes el primer correo con tu número de inscripción.

Este correo (y también el siguiente paso en su web tras el registro) te invita a rellenar un breve y sencillo perfil de consumo de carburante con las siguientes preguntas:

• tipo de carburante (sin plomo 95 o 98, diesel normal o mejorado y biodiesel).

• número de kilómetros hechos con el coche al año.

• importe estimado mensual que gastamos y

• tus dos marcas más usadas de estaciones de servicio.

En mi caso mis favoritas son Carrefour y su imbatible descuento del 8% acumulable en el Cheque Ahorro trimestral para gastar en los hipermercados combinado con su tarjeta VISA PASS.

Con la que cualquier compra fuera de estas tiendas, te acumula otro 1% de tus compras también, y Cepsa, que recientemente se asoció con Carrefour para además de darte un 4% por ser de Carrefour, te acumula también un porcentaje.

Tras el cierre de inscripciones en esta campaña el próximo 12 de mayo, la OCU se sentará con las distintas enseñas de gasolina en España (BP, Repsol, Cepsa, Alcampo, etc.), pondrá sobre la mesa el volumen de potenciales clientes particulares apuntados, su tipología de carburante y consumo estimado y con esa cifra «subastará» la campaña a la enseña que mejor ahorro anual ofrezca, por medio de una tarjeta de cliente (se supone que totalmente gratuita) que habrá que usar cada vez que se reposte.

Revisión de los condicionados

Otra de las cosas que hará la asociación es revisar los condicionados de las tarjetas de fidelización de las diferentes empresas que participen en la campaña.

En palabras de la OCU, «sólo podrán participar en la compra colectiva los ofertantes cuyas condiciones contractuales carezcan de cláusulas lesivas de los derechos de los consumidores».

Finalmente la OCU, que deja claro que ella sólo media entre los consumidores y la cadena de gasolineras, elegirá la oferta de la compañía que mejor descuento sobre el precio anunciado dé, pagando con la tarjeta, que tenga presencia en el mayor número de ciudades y cuyo condicionado de la tarjeta esté limpio de cláusulas abusivas para la parte más débil, el consumidor de a pie.

¿Son necesarias este tipo de compras colectivas?

La pregunta del millón para una asociación de consumidores que se dedica desde los años 80 a hacer análisis comparativos de productos de consumo (alimentos, bienes de consumo, gasolinas, etc.) y servicios (salud, suministros, productos financieros, seguros, inversiones, etc.) es si tiene la misma autoridad moral para recomendar a sus asociados, o a los consumidores en general, contratar como colectivo un producto como puede ser la tarjeta de gasolina de la marca X.

Y luego, analizar la calidad del suministro de los productos que vendan las gasolineras elegidas sin verse afectada su credibilidad.

Otro inconveniente es que este tipo de negociaciones colectivas serían más propias de sociedades cooperativas que de asociaciones de consumidores sin ánimo de lucro cuya misión debe estar bajo la supervisión y fomento de los poderes públicos (artículo 51 CE).

Y según la Ley vigente* es

«la defensa de los derechos e intereses legítimos de los consumidores, incluyendo su información, formación y educación, bien sea con carácter general, bien en relación con bienes o servicios determinados».

Es decir, que una cosa es formar e informar a los consumidores y defender sus intereses, y otra, llegar a acuerdos colectivos con las mismas empresas a las que «vigilan» y supervisan en sus análisis comparativos con el ánimo de obtener una ventaja económica para los usuarios.

Por último, en el mundo de las tarjetas bancarias en general, y el de las de carburante en especial, hay ya descuentos muy interesantes como el de las empresas de distribución, que a mi juicio serán difíciles de mejorar.

Además hay saturación de ofertas, aparte de tener los usuarios poca capacidad de elección ya que solemos repostar siempre en las mismas gasolineras más porque nos pillan a mano camino del trabajo que por elección de una marca determinada.

Tal vez sería mucho más interesante una iniciativa destinada a fomentar el uso de energías renovables en forma de consecución de ayudas y descuentos para la compra o uso de vehículos que contaminen poco o nada. Por ejemplo, los coches híbridos o, mejor, los eléctricos, que a mi juicio son los que deberíamos empezar a utilizar.

En el otro lado de la balanza, está claro que los consumidores unidos tenemos más fuerza, y que las asociaciones de consumidores, con la irrupción de Internet y su capacidad de informar a todos en segundos, tienen la obligación de reinventarse si quieren sobrevivir al tsunami informativo gratuito que se puede encontrar online, creando valor a sus integrantes. Así que, aquí queda esta información, a la espera de su continuación cuando reciba la oferta y compruebe si mejora lo que ya tengo en el mercado, sin mediación de un tercero.

Normativa de consumo

* Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias (ver online).