La personalización de coches, el famoso tuning, es una afición que pretende modificar (“tunear”) tanto la apariencia física como el rendimiento del motor de cualquier vehículo para lograr hacer de un automóvil originariamente de serie, un modelo sin igual que destaque sobre los demás por su originalidad, equipo, aspecto y rendimiento.
En España existe una buena afición al tuneado de coches desde los años 90 del siglo pasado y las partes del coche que más se tunean suelen ser tanto las exteriores (coloración, paragolpes, pilotos led, rejillas, alerones y un largo etcétera) como las interiores donde vemos verdaderas obras de arte en cueros, tapicerías, asientos, volantes, equipos de sonido, etc.
En cuanto a las partes mecánicas, son comunes las ruedas y llantas de perfiles deportivos, los tubos de escape, filtros de potencia, discos y pastillas de freno, de un tiempo a esta parte también se empiezan a tunear las centralitas de los motores de inyección originales con elementos que les ayudan a rendir mejor, consumiendo menos.
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La unidad de control del motor
Una de las piezas electrónicas clave para el buen rendimiento de un motor de inyección es la unidad de control que regula la inyección y los gases del escape por medio de sensores sobre las condiciones de rodaje del coche (velocidad, aceleración, carga, adherencia, etc.). Es la denominada ECU (engine control unit, en castellano unidad de control electrónica).
El tuneado de ECU más de moda por ser el menos intrusivo en la electrónica del coche es lo que se llama chiptuning. Consiste en colocar una unidad de control electrónica adicional a la existente conectada entre la ECU original y el motor y que ayuda al conductor, en función de su estilo de conducción, a graduar el rendimiento deseado para su motor.
Los puntos fuertes del chiptuning son que optimizan los diagramas de rendimiento de un motor miles de veces por segundo para producir un aumento de potencia que se percibe sensiblemente y de forma directa sin afectar al software original del vehículo (las limitaciones de velocidad que pueda tener o la centralita de autodiagnóstico que viene de origen y que usan los talleres para diagnosticar averías).
Consejos a la hora de recurrir a un módulo chiptuning
Exige siempre módulos de chiptuning con materiales que lleven la marca CE. Esto garantizará que el fabricante declara que cumple con los estándares de seguridad de la Unión Europea frente a piezas de importación, tal vez, más baratas.
Busca el módulo de chiptuning recomendado para la marca y modelo de tu coche y rechaza los módulos anunciados como generalistas para cualquier coche.
Un motor modificado mediante un módulo chiptuning puede tener que ser homologado legalmente para poder circular por las calles y carreteras. Infórmate antes de comprarlo.
Los fabricantes venden distintos módulos chiptuning por precio, potencia extra adquirida y consumo reducido, en función del nivel de exigencia que el conductor espere de su coche. Elige la que mejor se adapte a tus expectativas como conductor.
Conviene recurrir a empresas expertas en esta tecnología como Racechip (Racechip.es) donde además de asesorarte te ayudarán con cualquier duda que puedas tener.
El estilo de conducción si lo que persigues es un ahorro del consumo, debe ser constante, sin aceleraciones ni subidas de vueltas exageradas.
No olvides que lo que se consigue con estos módulos de chiptuning es una mayor potencia pero no aumentar la velocidad punta.
Si vas a recurrir a un tuneado más comprometido como el tuning OBD sé consciente de que, además de ser complicados de instalar y configurar, podrán quedar desactivadas funciones importantes de protección del motor como los autodiagnósticos que registran y permiten a los talleres identificar las causas de las reparaciones.
Además, si después de la instalación quieres hacer más cambios o modificaciones en las variables de ajuste del motor, tendrás que pasar siempre por el taller original que te hizo la instalación del módulo OBD.