Uno de los grandes desembolsos a los que tienen que hacer las empresas tiene que ver con facilitar a su equipo de comerciales y directivos de vehículos con los que desplazarse. Por eso hace tiempo que estas recurren a coches de suscripción para empresas con los que se desentienden de su amortización y mantenimiento. E imputan su coste a la cuenta de resultados para reducir el pago del impuesto de sociedades.
Pero ahora esta tendencia también se está haciendo fuerte entre los particulares. Y lo hace porque estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el que prácticamente la propiedad de todos los objetos se puede sustituir por una suscripción.
En este post vamos a analizar las ventajas del coche por suscripción frente a la propiedad para empresas o particulares. Y veremos también la diferencia de esta novedosa fórmula frente al tradicional renting.
Tabla de contenidos
Qué es un coche por suscripción
Como su nombre indica, se trata de un vehículo cuyo disfrute se paga por medio de una suscripción periódica mientras lo necesitemos.
Esta fórmula tiene tres grandes ventajas a mi modo de ver. La primera es que no tienes que pagar una entrada (que en el caso de la compra a nuevo es salvaje y desequilibra tu tesorería). Y la segunda es que, la suscripción no tiene ningún compromiso de permanencia.
Es decir, que puedes contratar uno de estos coches para unas vacaciones (y decidir no tener coche en propiedad el resto del año) o una necesidad puntual, terminada la cual, das de baja tu contrato y te olvidas de coche.
Y la tercera, que puedes elegir el coche que mejor encaje en tus necesidades y, por qué no decirlo, tus aspiraciones y búsqueda de estatus. Obviamente, cuando más espectacular el coche elegido para tu suscripción, mayor el desembolso mensual a pagar por el mismo.
Diferencia entre suscripción y renting clásico
La principal diferencia entre un coche por suscripción y el tradicional renting de vehículos tiene que ver con el «compromiso de permanencia».
En el contrato de renting de vehículos clásico, el contratante (empresa o particular), se compromete a disponer de un coche determinado durante un plazo bastante amplio que varía de 3 a 5 años, con penalización en caso de terminación anticipada.
En el contrato de coche por suscripción, sin embargo, no hay compromiso de permanencia que nos encadene a la empresa de alquiler. Somos nosotros quienes decidimos por cuántos meses queremos disponer del coche, sin imposiciones por parte de la empresa.
Esta flexibilidad que nos dan las empresas de coches por suscripción claramente es una ventaja en los tiempos que corren. Y lo es porque, si dejamos de necesitar el coche súbitamente, o nuestra empresa o finanzas personales se tuercen, no estamos sujetos a un contrato que no nos interesa o no podemos ya permitirnos seguir pagando hasta completar los 3 a 5 años del contrato de renting clásico.
Por eso esta fórmula también se puede conocer como renting de vehículos flexible 100%.
Ventajas del coche por suscripción
Vista la fortaleza de esta fórmula sobre el renting de coches, las principales ventajas de la suscripción sobre la propiedad son:
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Coches de todas las gamas, marcas y modelos nuevos y bastante nuevos que la empresa renueva constantemente.
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No hay que pagar una entrada. Tú defines el número de meses y el tope de kilómetros anuales que harás al coche, a la hora de calcular la cuota periódica.
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Contratación 100% online de cualquier modelo con posibilidad de renovar a la terminación del período contratado con el mismo coche o cambiando de modelo (puede haber cambio de cuota).
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Precio de la suscripción mensual cerrado con todo incluido (impuestos también). El precio que ves en la web no varía mientras dure el contrato por lo que no tendrás sorpresas tras la contratación ni mientras dure el contrato.
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Seguro a todo riesgo con asistencia en carretera incluido en el precio.
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Revisión y mantenimiento del coche (incluido el cambio de neumáticos o pinchazos y reventones cuando toque) incluido en la suscripción mensual.
Además, en un momento en el que la compra de un coche nuevo se está demorando meses por la escasez de chips y la transición de modelos hacia el eléctrico todavía va a tardar, el alquiler es mucho más interesante que la propiedad.
Para empresas. Y también para particulares
En el mundo de la empresa esta fórmula de la suscripción aporta muchísima flexibilidad. Pero en el de los consumidores de a pie también comienza a calar hondo porque
Además, la propiedad de un coche (y todos los desembolsos que comporta) cada vez es menos percibida como importante frente a su simple disfrute. Y porque a los consumidores nos gusta cambiar de coche cada cierto tiempo.
De hecho, los coches de suscripción para particulares también tienen sus puntos fuertes:
- No tenemos que hacer frente a un desembolso fuerte de varios miles de euros para comprar la propiedad.
- No perdemos el 20% del valor del coche a nuevo tras su matriculación.
- No tenemos la obligación de mantenerlo o de contratar un seguro o de pagar el impuesto municipal anual.
Con un coche por suscripción solamente tenemos que prever un gasto recurrente mensual mientras deseemos disponer del vehículo. Algo muy parecido al pago de un alquiler o a la cuota de la hipoteca y que, si las cuentas salen, no impacta tanto como el desembolso del vehículo nuevo y el coste de su mantenimiento y aseguramiento.