La industria del automóvil tiene por delante 10 años de vértigo. Varios países han anunciado que en 2030 no se podrán vender vehículos con motor de explosión nuevos (coches, motos y camiones eléctricos). Esto va a significar una rápida adopción de la energía eléctrica por parte de los usuarios que también van demandando soluciones menos contaminantes.
En contra de lo que se pueda pensar, el transporte por carretera en camiones eléctricos y autobuses también será una realidad pronto. Fabricantes de prestigio como Scania están invirtiendo mucho dinero en investigación y desarrollo de alternativas eléctricas. De hecho, ya hay un modelo de camión Scania en venta
Y otros modelos de mayor autonomía funcionando en pruebas con más baterías.
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Camiones eléctricos
Los camiones eléctricos son similares internamente hablando al coche eléctrico. Disponen de una baterías (de arranque y de tracción), de convertidores de corriente, de un motor generador con su transmisión al eje y de una centralita inteligente que gobierna el conjunto.
Funcionan con un pack de baterías eléctricas puestas en serie, que pueden ser recargadas gracias al cargador interno, compatible con un punto de carga exterior.
Este cargador interno funciona igual que el cargador del móvil pero a una escala mucho mayor. Lo que hace básicamente es transformar la corriente alterna (AC) que entra por el punto de carga, en corriente continua (DC), que es la que requiere la batería para cargarse.
Cuantos más módulos incorpore el pack de baterías más kWh de energía eléctrica se podrán almacenar para poder dotar al vehículo de una autonomía mayor.
Y es ahí donde reside la complejidad de la electrificación de los vehículos pesados. En su rendimiento esperado, que se basa, no tanto en velocidad punta como en ser capaces de arrastrar una carga pesada durante un sinfín de kilómetros. Cuantos más, mejor.
Respuesta inmediata y comodidad
La gran ventaja de este tipo de camiones propulsados con electricidad, consumo de combustibles fósiles aparte, es la respuesta inmediata de par. Al no tener marchas, la disponibilidad de salida de potencia es inmediata y eso lo sabrán apreciar los conductores.
De hecho en los modelos de Scania actualmente en venta, se ha aprovechado el espacio libre dejado por el inexistente motor de explosión a baterías eléctricas.
Hay dos versiones de este primer camión eléctrico Scania:
- Camión con cinco baterías de iones de litio que suman 165 kWh (autonomía de 130 km con recarga rápida).
- Versión de nueve baterías de iones de litio que suman 300 kWh (autonomía de 250 km con recarga rápida).
Autonomía
La autonomía de las baterías de los camiones es la gran barrera a franquear si los fabricantes y sus concesionarios (en nuestro ejemplo, el concesionario Scania) quieren impulsar el transporte limpio por carretera en adelante.
Condiciones de uso
Y la autonomía depende del uso que se haga del motor (del pedal del acelerador), de la orografía del terreno, del trazado de la vía y de sus materiales. Y finalmente, de la meteorología.
Por ello, los laboratorios que ahora mismo prueban camiones eléctricos los ponen a prueba (miden el rendimiento de sus baterías) en condiciones climáticas extremas (entre -40 °C y hasta 70 °C).
Laboratorio Scania en Södertälje
La firma sueca de camiones Scania, está construyendo en su planta de Södertälje un laboratorio de 1000 metros cuadrados para el lanzamiento de pruebas de camiones con tracción eléctrica. Y tiene previsto tener operativa en 2023, en las mismas instalaciones una planta de montaje de baterías para toda su flota mundial de camiones eléctricos.
El laboratorio estará preparado en primavera de 2021 y se encargará de hacer pruebas de rendimiento de baterías en camiones de forma exhaustiva. Tendrá una sala de pruebas de 250 metros cuadrados para las células, los módulos y los paquetes de baterías.
En este laboratorio Scania comprobará el rendimiento de los paquetes de baterías en camiones y autobuses eléctricos operativos sin tener que retirarlas del vehículo, con lo cual serán bastante representativas de un uso real en condiciones meteorológicas adversas.
La misión del laboratorio de Scania será descartar pruebas fallidas para ir perfeccionando su propuesta de camiones eléctricos y ser capaz de lanzar al mercado vehículos capaces de mover mercancía con gran autonomía y un ahorro considerable de combustible.
Mucho más que un camión eléctrico
El gran cambio que supone la adopción de vehículos eléctricos es que hardware y software ahora son parte de la oferta del fabricante.
Si por hardware entendemos el vehículo, motor y baterías), en el software se incluyen el sistema operativo que regula el funcionamiento y posibilidades del vehículo y su motor.
Y como si se tratara de un smartphone o un sistema operativo, con cada actualización de versiones (el camión también las traerá igual que los coches eléctricos), se introducirán importantes mejoras.
Esto ya se hace en los coches eléctricos y significará que la relación entre el usuario del camión y la marca se mantendrá viva en todo momento. Y que los equipos de ingenieros de la marca tendrán que escuchar continuamente la demanda de nuevas soluciones de los usuarios.