Tabla de contenidos
Amaxofobia
La amaxofobia es el miedo a conducir un vehículo. Pero también puede incluir en sus estadios tempranos el estrés y ansiedad de conducir, de enfrentarse a un coche, al tráfico denso de la gran ciudad, a un adelantamiento en carreteras secundarias, al aparcamiento en zonas concurridas. En este post te hablamos de esta fobia que afecta a bastantes conductores españoles, según los expertos, de la mano de Autoescuelas Murcia.
Qué es una fobia
La mayoría de las personas empleamos el término fobia en el sentido de odio o antipatía intensos por alguien o por algo. El Diccionario de la RAE define la fobia como «aversión exagerada a alguien o a algo».
Pero hay una segunda acepción, esta psicológica, de este vocablo que define la fobia como un
Temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión.
Diccionario Real Academia de la Lengua
Trastorno de ansiedad
En Psicología, una fobia es un trastorno de ansiedad bastante frecuente en el ser humano. En España se calcula que el 3,5% de la población sufre este trastorno. Se trata de un temor infundado ante determinadas situaciones, personas y objetos que en condiciones normales no deberían suceder.
Características de las fobias
Cualquier fobia se caracteriza por generar un temor:
- irracional,
- exagerado,
- infundado,
- angustioso,
- incontrolable,
- obsesivo.
Este temor degenera en ansiedad. Y la ansiedad desencadena una reacción nerviosa del organismo que se puede manifestar con taquicardias, sensación de ahogo, temblores, sudoración y un fuerte deseo de huir de la situación.
Si este temor no es afrontado psicológicamente puede convertirse en un trastorno obsesivo difícil de superar.
Tipos de fobias
Los expertos dividen las fobias en fobias específicas (asociadas a un objeto o actividad como volar en avión, usar el ascensor o conducir) y fobias sociales.
Dentro de las fobias sociales encajaría el miedo a enfrentarse a personas o situaciones que requieren contacto físico, imposición de una opinión, hacerse valer, hablar en público, o simplemente relacionarse con los demás.
Técnicamente cualquier cosa o actividad es susceptible de degenerar en una fobia específica (y cualquier persona en una fobia social) según la opinión de los expertos. Así tenemos, por ejemplo:
- claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
- aerofobia: miedo a volar en avión o cualquier otro medio aéreo.
- agorafobia: miedo a los espacios abiertos.
- acrofobia: miedo a las alturas.
- necrofobia: miedo a la muerte y lo relacionado con nuestro más allá.
- amaxofobia: temor a conducir.
La amaxofobia como trastorno
La amaxofobia (del griego ἄμαξα (‘amaxa’ que quiere decir «carro») y φόβος (‘fobia o temor) hemos visto que es un temor obsesivo a conducir un vehículo. Las principales causas pueden deberse a haber vivido un accidente de circulación en primera persona o en nuestro entorno. En ambos casos puede haber permanecido un recuerdo doloroso relacionado con la carretera que nos bloquea a la hora de volvernos a enfrentar a un automóvil.
En algunas personas es posible que incluso hayan abandonado el hábito de conducir hace años, a pesar de haberse sacado el permiso de conducir y de no tener ningún impedimento para conducir.
Por último, la amaxofobia se puede presentar con bastante antelación al momento en el que deberemos enfrentarnos al coche.Y puede tener varios grados de gravedad (leve, moderada, intensa, aguda, etc.).
Cómo superar la amaxofobia
La amaxofobia puede superarse con terapia psicológica. El tratamiento de esta fobia tendrá tres fases diferenciadas.
- La primera fase requiere el diagnóstico por psicólogos de esta fobia y la toma de conciencia por el paciente. En esta fase hay que ahondar en las causas de este miedo infundado a todo lo relacionado a la conducción o a ir en coche por la carretera.
El psicólogo irá haciendo preguntas al paciente, que relatará lo sucedido de forma amplia. El especialista va haciendo hincapié en partes del relato del paciente que pueden requerir ampliar información sobre lo sucedido.
- La fase dos consiste en afrontar la situación. El experto recurre a técnicas psicológicas de relajación para lograr el autocontrol por el paciente de cualquier pensamiento catastrofista relacionado con el coche y la carretera. Se trata de conseguir controlar los pensamientos negativos que generan ansiedad mediante técnicas de relajación y control de la respiración.
- La tercera fase del tratamiento consiste en enfrontarse a la situación que provoca la fobia, mirarla a los ojos y realizarla buscando el autocontrol. Es decir, que la fobia se combate enfrentándose a los miedos irracionales, precisamente tomando un vehículo y saliendo a conducir de nuevo.
En casos agudos, esta fase puede requerir el acompañamiento por parte de formadores en educación vial y hacer prácticas de conducción en circuitos cerrados. Incluso se puede enseñar la conducción en situaciones de emergencia con la finalidad de superar el miedo a conducir o a no saber reaccionar en la carretera.
Cómo podemos ayudar nosotros
La mejor forma de ayudar a las personas con este trastorno (las que conozcamos pero también las que no sepamos identificar) es practicar una conducción segura y relajada nosotros mismos. Y por supuesto, nunca demostrar agresividad o intimidación al volante con los demás conductores.
Saber conducir no es solo manejar un vehículo y cumplir las señales e indicaciones de la carretera. Saber conducir es un arte que empieza por comprender al otro, al que va más lento que nosotros, al alumno en prácticas con una «L» o al que no se atreve a adelantar a un camión.
Esta forma de comportarse en carretera es importante que se enseñe en las autoescuelas, desde el momento en que comenzamos con esa formación tan apasionante como es la conducción.