Las fricciones y los problemas de comunicación son una consecuencia natural de las relaciones sociales. También en el entorno laboral. No obstante, cuando este tipo de situaciones sobrepasan ciertos límites pueden llegar a transformarse en algo más grave. El mobbing o acoso laboral se encuentra en el punto de mira y su erradicación constituye un reto cada vez más generalizado dentro de las empresas.
Tabla de contenidos
El acoso laboral en cifras
La violencia psicológica ejercida dentro del trabajo, lamentablemente, no es algo marginal o, al menos, no del todo. Según el último estudio elaborado por HAYS España sobre una muestra de más de 4.000 trabajadores, tan sólo en el 8% de los casos, el mobbing llega a resolverse.
Además, más de un 54% de los empleados ha revelado sufrir algún episodio de acoso laboral a lo largo de su trayectoria profesional.
Del total, un 24% afirmó que la empresa no tomó ninguna medida al respecto y un 30% reconoció haberlo denunciado.
Estrategias de prevención del acoso laboral
La formación especializada o la implementación de un marco de medidas bajo un protocolo de acoso laboral son algunas de las soluciones más efectivas. Pero, ¿qué debe tenerse en cuenta?
Aplicar estrategias de prevención eficientes requiere de un contexto de cooperación y trabajo en equipo.
Invertir en formación y recibir asesoramiento a partir de profesionales especializados se convierte en una necesidad prioritaria.
El mobbing continúa pasando desapercibido y, a menudo, las dificultades de su detección están vinculadas directamente a la falta de conocimientos
Hábitos para erradicarlo
No obstante, más allá del grado de formación que se posea sobre esta realidad, la identificación de incidentes puede tornarse más ágil y accesible si se aplican una serie de hábitos prácticos como, por ejemplo:
Observación activa
Aunque el fenómeno del mobbing puede ser sutil y, en muchas ocasiones, pasar desapercibido fácilmente, en muchos casos, es posible identificarlo a partir de una perspectiva crítica y una supervisión rigurosa.
Los focos de hostigamiento pueden ser relativamente visibles cuando se producen coacciones directas o indirectas entre los miembros de un equipo de trabajo.
Algunos de los indicios más comunes de una situación de acoso laboral se reducen a acciones tan normalizadas como evitar compartir determinada información laboral con un compañero específico, proporcionar información errónea deliberadamente sobre datos relevantes como las fechas de entrega, aislar o ignorar a un empleado en el momento de celebrar reuniones de trabajo.
Y, por supuesto, los ataques directos que adquieren fórmulas tan variadas como la burla, la ironía, el reproche o la exclusión.
Cuestionamiento
Uno de los grandes problemas que existen alrededor del acoso laboral, es que constituye una práctica fuertemente naturalizada.
La falta de conocimientos puede llevarnos a practicar de forma sutil algunas formas de mobbing sin apenas ser conscientes de ello.
El problema de esto, especialmente si el que lo practica de forma activa es un cargo de responsabilidad, es que se convierte acaba por aprenderse.
Muchos de los comportamientos tóxicos que se producen dentro de las empresas se aprenden por imitación. Esto implica una gran responsabilidad, especialmente en el caso de aquellos profesionales que, por su rango, son referentes directos de las plantillas.
Lamentablemente, muchas de las prácticas se llevan a cabo de forma natural y sin tener consciencia del impacto que pueden generar a largo plazo.
El acoso psicológico está fuertemente implementado en el seno de las empresas y, a menudo, queda contenido en pequeñas acciones como comentar un rumor de algún compañero, boicotear sutilmente el trabajo de algún compañero, apropiarse de ideas de terceros de forma ilegítima, exigir más de lo razonable o ignorar de forma sistemática a algún trabajador.
Adoptar una actitud autocrítica y cuestionar el alcance de nuestras acciones es el primer paso para contribuir al desarrollo de un ambiente más saludable y mantener a raya el acoso laboral.
No eludir situaciones que requieren de nuestro compromiso
La principal causa por la que el mobbing se perpetúa dentro de la rutina de las empresas es la invisibilidad. Muchos empleados evitan denunciar situaciones de abuso porque no sienten ningún tipo de apoyo por parte de sus compañeros.
Su realidad está invisibilizada y normalizada. Al final, esto se traduce en una situación de vulnerabilidad que, de alargarse en el tiempo, acaba por convertirse en un círculo vicioso que paraliza a la víctima, impidiéndole salir del problema.
Por otro lado, este tipo de contextos, constituyen el caldo de cultivo perfecto para que el agresor gane cada vez más poder sobre el acosado.
Invertir en un plan formativo ayuda a desarrollar valores saludables dentro de la cultura corporativa como, por ejemplo, adoptar una visión crítica y comprometida ante este tipo de circunstancias.
No eludir situaciones que exigen del compromiso colectivo
La principal causa por la que el mobbing se perpetúa dentro de las empresas es la invisibilidad.
Muchos empleados evitan denunciar situaciones de abuso porque no sienten ningún tipo de apoyo por parte de sus compañeros. Su realidad está invisibilizada y normalizada.
Al final, esto se traduce en una situación de vulnerabilidad que, de alargarse en el tiempo, acaba por convertirse en un círculo vicioso que paraliza a la víctima, impidiéndole salir del problema.
Por otro lado, este tipo de contextos, constituyen el caldo de cultivo perfecto para que el agresor gane cada vez más poder sobre el acosado.
Invertir en un plan formativo ayuda a desarrollar valores saludables dentro de la cultura corporativa como, por ejemplo, adoptar una visión crítica y comprometida ante este tipo de circunstancias.
Si la plantilla de empleados desarrolla una conciencia grupal sobre este tipo de situaciones, no sólo ayudarán a visibilizar las situaciones injustas, sino que, además de apoyar a la víctima, denunciarán el tipo de actitudes que hayan podido presenciar en determinados momentos.
De este modo, tanto la identificación de situaciones irregulares como la adopción de medidas correctivas, se tornarán más fluidas agilizando la erradicación del problema.