En Consumoteca, en algunas ocasiones abordamos cuestiones más técnicas que se pueden escapar del alcance del consumidor de a pie, pero de las que nos beneficiamos. En el campo industrial, existen dos tipos de procesos indicados para la producción de materiales con superficies totalmente lisas, el chorreado y el granallado. En el del consumidor de a pie, por ejemplo, podemos necesitar eliminar el óxido y las capas viejas de pintura de una superficie que queremos volver a pintar para devolverle la vida.
Para estos procesos es indispensable recurrir a abrasivos que se ocupan de conseguir dicho alisado de materiales como la arena, las microesferas de vidrio o el acero.
En este post te explico con detalle en qué consisten los procesos de chorreado o granallado de superficies y su utilidad.
Tabla de contenidos
El alisado de superficies
En todas las actividades industriales se recurre a maquinaria y componentes de alta precisión para la producción de materiales y piezas con superficies perfectamente lisas que cumplan su cometido sin margen de error o merma. Este cometido puede ser la obtención de un producto terminado de gran calidad que se vende a un consumidor final. O de un subproducto o elemento que se incorpora a un proceso industrial.
Piensa en cualquier pieza de la gran maquinaria industrial o en la pieza del motor de un vehículo. Si la misma presentara rebabas o imperfecciones no cumplirá su objetivo de resistencia a la fatiga, durabilidad, eficiencia, desgaste, etc. Y causaría el envejecimiento prematuro o la rotura del equipamiento del que formara parte.
Piensa también en el ejemplo citado de una valla y portones de una propiedad comidos por el óxido y por capas de pintura anteriores. Si queremos darles un nuevo aspecto, necesitaremos recurrir a potentes abrasivos capaces de «comerse» todo el añadido de la superficie original. O piensa en cualquier mueble con elementos metálicos que requiere una urgente restauración para desprenderle el óxido, la herrumbre o el desperfecto superficial debido al mero paso del tiempo.
Procesos industriales de alisado
Pues bien, dos de los procesos responsables de que la superficie obtenida sea perfectamente lisa y sin imperfecciones son el chorreado y granallado.
En ambos casos, estos procesos se emplean con la finalidad de modificar, limpiar de rebabas o incluso preparar la superficie de todo tipo de metales. Y el material al que recurren para lograr su cometido de alisado total se conoce como abrasivo.
La principal propiedad de los abrasivos es la de desgastar la superficie sobre la que se proyecta a gran velocidad eliminando sus salientes, rebabas, óxido e imperfecciones.
Veamos a continuación las características y diferencias del chorreado y alisado de superficies, para comentar algunos datos interesantes sobre los abrasivos que emplean comúnmente.
Chorreado de superficies
El chorreado de superficies es una técnica industrial que proyecta abrasivos como granos de área, óxido de aluminio o granalla de vidrio a muy alta presión sobre la superficie a tratar. Para ello recurre a cañones de aire comprimido.
Con este «chorreado» se persigue tratar la superficie de cualquier defecto de fabricación o directamente eliminar restos de pintura, óxido, suciedad o cualquier contaminante de la superficie a tratar.
Es importante aclarar que con el chorreado se persigue preparar la superficie a tratar para que quede lisa de cara a aplicarle un recubrimiento (minio, pintura etc.). Pero también podemos perseguir el objetivo contrario, como dotar a la superficie a tratar una textura específica como puede ser su «envejecimiento», aunque sea en aspecto.
El chorreado permite una mayor versatilidad y precisión en áreas pequeñas o de difícil acceso que el granallado. Además, admite una mayor variedad de abrasivos.
Granallado de superficies
Por su parte, el granallado de superficies proyecta granallas sobre la superficie a tratar por medio de turbinas mecánicas de gran velocidad llamadas arenadoras. Estas arenadoras pueden ser de succión o de presión y las granallas que usan suelen ser metálicas (esferas y partículas de acero) o cerámicas.
Se recurre al granullado para el acabado de piezas de fundición y el tratamiento de superficies en automoción y aeronáutica.
Materiales abrasivos más comunes
Como hemos visto, ambos procesos, emplean abrasivos.
Los abrasivos más comunes en la técnica del chorreado son la arena de sílice, el óxido de aluminio, las microesferas de vidrio y el carburo de silicio.
Microesferas de vidrio
Las microesferas de vidrio son abrasivos a base de vidrio plano triturado de distintos tamaños. En el mercado las puedes encontrar en rangos de «granulometría» que van desde los 40 granos (70 micras) a los 425 granos (850 micras).
Aspectos importantes para determinar la calidad del acabado de superficies con microesferas de vidrio son:
- Que el grano esté exento de sílice libre o de cualquier otro componente tóxico o cancerígeno.
- Que las esferas cumplan la norma ISO correspondiente para industria a la que se destine el tratamiento (civil o militar).
- Que el fabricante garantice su granulometría, esfericidad, inclusiones y opacidad.
- En cuanto al almacenamiento, se aconseja mantener las microesferas de vidrio en lugares secos para evitar su aglomeración por humedad o agua (lluvia, inundaciones, etc.).
Conclusión
Como has visto, tanto el granullado como el chorreado permiten a las industrias garantizar la durabilidad y calidad de los acabados de todo tipo de componentes y piezas industriales.
La opción por una u otra técnica va a depender de las necesidades específicas del usuario, del material a tratar y su superficie, del acabado deseado y del presupuesto disponible