Montar una empresa y gestionar un negocio no es tarea fácil sin la adecuada organización de la información y procesos corporativos. A la gran diversidad de funciones a realizar (finanzas, compras, ventas, marketing, personal, clientes, etc.), se le une la necesidad de contar con información actualizada y ordenada por grandes áreas funcionales. Y esto lo proporciona y asegura un sistema ERP.
En este post repasamos qué es un ERP, para qué sirve, y qué puede aportar en campos como el de una empresa de salud el erp médico.
Tabla de contenidos
Qué es un sistema ERP
Las siglas ERP responden al acrónimo inglés de Enterprise Resource Planning, que se podrían traducir como «Planificación o planificador de recursos empresariales».
Un sistema ERP es un software que sirve para administrar todas las funciones y procesos diarios de cualquier empresa. Hablamos de sus almacenes y logística, de los productos en stock y/o en las tiendas, de los recursos humanos, de los clientes, de los proveedores o de nuestros pedidos de compra de mercadería y de los clientes y nuestros pedidos de venta de productos o servicios.
La gran utilidad de todo sistema ERP es que puede ser accesible por cada trabajador de la empresa, según su función y con el alcance que se le permita, y tener una visión global y actualizada, en tiempo real, de cada uno de los citados aspectos.
En el fondo, un ERP es un gran repositorio único, informatizado y gestionado al unísono por cada área de la empresa al objeto de dar una imagen fiel de su situación en todos los aspectos: ventas, compras, stocks, almacenes, tiendas, clientes, proveedores, etc.
Tipos de ERPs según el sector de actividad
En el mercado hay muchas empresas que comercializan sistemas ERP. Técnicamente, cualquiera de ellos podría servir para gestionar tu negocio, pero cada sector de actividad puede tener sus propias necesidades.
Hay varias formas de clasificar los ERPs: por fabricante, por modelo de funcionamiento (en la nube o instalado en nuestros servidores); por sector de actividad, etc.
Si atendemos a este último criterio, podemos encontrar tantos fabricantes de ERPs como sectores de actividad. Lo que diferenciará a uno de otro será su mejor o peor adaptación a los procesos de la empresa de que se trate, atendiendo a su sector de actividad.
Por ejemplo, no será lo mismo un ERP de una empresa de venta minorista que otro de centros sanitarios que incluya un sistema de gestión de clínicas.
Un ejemplo de ERP médico
Imaginemos que gestionamos una red de centros sanitarios (hospitales), por citar un ejemplo en el ámbito de la salud.
Haciendo un repaso rápido de necesidades a gestionar tendremos muchas cosas que tener bien organizadas: ingresos, asignación de habitaciones, plena ocupación de quirófanos, altas etc.
Sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de centros como los hospitales, que pueden estar abiertos las 24 horas del día, sucediéndose turnos de profesionales sanitarios para el mismo paciente. Si cada turno entrante no es capaz de entender la pauta aplicada a ese paciente, mal vamos.
Gestión de pacientes
Cada paciente sanitario es un mundo en términos de intervención quirúrgica habida, necesidades de medicación, cuidados, dieta durante su internamiento, fechas de alta y baja, etc.
El personal de enfermería se puede apoyar en el apartado del ERP dedicado a los pacientes a validar las prescripciones de medicamentos hechas por el equipo médico. Y a preparar los carros de medicación a dispensar a cada paciente en cada uno de los turnos del personal sanitario, teniendo en cuenta cualquier incompatibilidad o alergia medicamentosa referida por el paciente a su médico.
En cada ficha de paciente se podrán incluir además las notas de enfermería sobre el mismo, la toma de constantes vitales en todo momento para que el médico pueda echar un vistazo a su evolución, etc.
En cuanto a la dieta a seguir durante su internamiento, el software de ERP sanitario permitirá pasar a la cocina instrucciones precisas sobre las necesidades de cada uno de los pacientes internados. Y no deberá dar lugar a error alguno.
Gestión de compras de productos sanitarios
La compañía contará con un departamento de compras de medicamentos y material sanitario de todo tipo. Este material podrá encontrarse en el almacén central además de los almacenes de cada centro. Estos, a su vez podrán disponer de almacenes de planta.
Gracias a este sistema ERP médico se podrá gestionar al minuto el aprovisionamiento de los centros, los envíos de reposición, las compras de materiales sanitarios, etc. Y, por supuesto, la relación con los proveedores en forma de pedidos de compra, facturas, pagos por parte de la dirección financiera, etc.
Gestión financiera
Lo más importante para que esta actividad empresarial funcione y pueda cubrir sus costes es que se gestione de forma eficiente.
Los ERPs sanitarios permiten facturar a los pacientes que entran por consulta privada o a las compañías de seguros privadas o con concierto con la Seguridad Social, además de gestionar los pagos a proveedores, la gestión de pagos a empleados, etc.
Con una gestión financiera óptima, la empresa será mucho más rentable, y disminuirá su necesidad de recurrir a la costosa financiación ajena.
Ventajas e inconvenientes
La gran ventaja de los sistemas ERP de última generación es que, al estar en la nube, son accesibles de forma segura, desde cualquier dispositivo autorizado. Incluso desde un móvil o tableta.
Esto, en sectores de actividad como el hospitalario, que trabajan las 24 horas del día, da una flexibilidad enorme a la hora de gestionar los recursos de la organización en beneficio del paciente.
Otra ventaja en este ámbito sanitario es que el paciente pasar a ser el centro del sistema, que se vuelca en que su paso por el hospital sea lo más acogedor posible, sin pérdidas de tiempo ni esperas innecesarias, y con una atención ajustada a lo que precisen durante su convalecencia.