Siempre diré que la dirección financiera de una empresa es tan importante como la dirección general. En los tiempos que corren, y con el alto coste de financiación ajena, las empresas necesitan optimizar su gestión financiera para sacarle el máximo partido a su actividad.
En este post te cuento tres estrategias claves para optimizar la gestión financiera de tu empresa, de la mano de Asinpe asesores.
Tabla de contenidos
Finanzas personales, finanzas empresariales
Si tienes una familia y te salen las cuentas del presupuesto familiar, entonces tienes la base para gestionar las finanzas de tu pyme.
Al fin y al cabo, las finanzas empresariales se rigen por los mismos principios que cualquier presupuesto familiar. A mi modo de ver, estos principios van encadenados de forma secuencial, de manera que si no se consigue el primero de ellos es difícil pasar al siguiente:
- La empresa realiza una actividad, su razón de ser, por la que genera una serie de ingresos a cambio de unos gastos (compras, personal, marketing, suministros, etc.).
- La empresa ingresa más de lo que gasta por lo que debería haber ahorro. Si no es así, debe financiar su déficit de explotación con recursos ajenos para evitar problemas de tesorería;
- Con el ahorro se hacen inversiones en desarrollo, activos materiales e inmateriales etc.
- La empresa protege la actividad de las amenazas exteriores y contingencias posibles con reservas, dotaciones a la amortización y seguros de todo tipo.
Tres estrategias claves para la buena gestión financiera
Para mí, la mejor gestión financiera pasa por tener una estrategia de tesorería adecuada, por realizar planificación financiera y por contar con las personas y funciones que permitan la ejecución y supervisión del presupuesto salido de la anterior planificación.
Gestión de tesorería
La gestión de tesorería es la clave para la supervivencia de una empresa.
Entender los ciclos y tiempos en los que se generan flujos de entrada y salida de dinero (cobros y pagos) en las cuentas de la empresa y anticiparse a los problemas de falta de liquidez requiere una estrategia.
Y esto pasa por intentar cobrar al contado o tan pronto como sea posible a tus clientes, pagando lo más tarde posible a tus proveedores. Esto, que parece fácil, si eres una pyme, ocurre justo al revés: pagas al contado y te pagan tarde.
La estrategia de tesorería de la empresa pasa por contar con líneas de crédito que le permitan disponer de liquidez en caso de roturas de caja. Y, a ser posible, con el menor coste financiero.
Pero también incluirá una mejor gestión de cobros mediante descuentos a clientes por pronto pago, o la reducción del gasto para poder aliviar las tensiones en los pagos.
Planificación financiera
Se podría definir la planificación financiera como la plasmación por escrito, en diversos documentos de trabajo y contables (cuenta de pérdidas y ganancias), de la evolución de la actividad a medio plazo.
La planificación financiera es un proceso iterativo que involucra a todos los departamentos de la empresa, centros de explotación y centros de coste. Cada área de actividad debe presentar su proyección a uno, dos o varios años vista de gastos e ingresos a realizar.
El documento consolidado permitirá obtener una visión de los resultados previstos a corto y medio plazo y del esfuerzo financiero necesario para sostener a la empresa, realizar las inversiones necesarias e invertir los excedentes que se puedan producir.
Mensualmente, se examinará el cierre del mes (qué tal ha ido y cómo de bien o mal encaja la realidad sobre el presupuesto). También se examinará el acumulado a ese mes, para ver, cómo de bien o mal estamos cumpliendo el presupuesto anual.
Finalmente, a partir del segundo semestre, se harán modificaciones al presupuesto original que permitan resolver en los 6, 5, 7, etc. meses faltantes, lo que no se ha conseguido los primeros 6, 7, 8 meses primeros.
Personas y funciones
El departamento financiero, por último, debe contar con un equipo de profesionales capaz de hacer el seguimiento del plan marcado por la empresa.
Su labor principal será la de supervisar la ejecución de cada departamento mensualmente. Si se detectan desviaciones sobre lo planificado debe proponer al responsable una reformulación del presupuesto para conseguir el objetivo final (la última línea) prometido.
Una de las funciones más interesantes a este respecto, por parte de la dirección financiera es el control de gestión. El controller se encarga precisamente de supervisar el cumplimiento del «plan», de detectar desviaciones y de proponer y negociar con el gestor de la actividad los cambios necesarios.
Departamento financiero
El departamento financiero, como decía al comienzo de esta reflexión, es una pieza clave en la supervivencia y desarrollo empresarial.
Además de la vertiente financiera, también debe encargarse de la contabilidad y de la fiscalidad de la empresa.
Esto quiere decir que cuenta con todas las palancas y visibilidad necesarias para tener una visión elevada sobre el cumplimiento del plan de la empresa.
Resumiendo
Como hemos visto, la mejor gestión financiera de una pequeña o mediana empresa se debería centrar en cuidar sus necesidades de liquidez a corto plazo (estrategia de tesorería), en hacer una planificación financiera y en asegurarse de contar con personas que supervisen el grado de cumplimiento del presupuesto anual.