La primera Comunión representa uno de los momentos más especiales de la infancia y es que, más allá de las implicaciones religiosas o espirituales asociadas a este evento irrepetible, simboliza un paso a la preadolescencia y, también una fantástica oportunidad para pasarlo en grande. Si tu hijo o tu hija está a punto de vivir su primera Comunión, lo más probable es que estés adentrándote en los preparativos. ¡Toma nota! A continuación compartimos contigo una selección de consejos que te ayudarán a planificar la comunión perfecta y hacer del evento un recuerdo inolvidable en la memoria de tu hijo o hija.
Tabla de contenidos
Cinco claves al planificar la primera comunión de tu hija
¡Los regalos!
Es innegable que la primera comunión encierra un importante peso simbólico.
Pero no nos engañemos. Tras la ceremonia religiosa en la capilla del cole, el momento estrella para tu hija o, al menos, uno de los más esperados, será el de los regalos.
¿Has pensado ya en la mejor opción?
Si tienes dudas al respecto, lo más aconsejable es que dediques un tiempo a revisar diferentes posibilidades sirviéndote de Internet.
Aquí puedes ver, por ejemplo, regalos de comunión para niñas súper interesantes. Por supuesto, tus habilidades para indagar en los deseos de tu hija o hijo sin que se percate de cuáles son tus intenciones será fundamental para no romper el factor sorpresa.
¡No te olvides de lo más importante del evento! ¡El protagonista!
A la hora de planificar eventos de tipo familiar de gran importancia, a veces cometemos el error de centrarnos demasiado en nuestros invitados.
Queremos que se sientan cómodos y que disfruten tanto como sea posible de la celebración. Lo cual está bien pero… ¿y qué pasa con la persona más importante? ¡No te olvides de la verdadera protagonista del día!
La mejor forma de no descuidar el verdadero objetivo del evento es tomar tanto las grandes decisiones como las aparentemente más pequeñas tomando siempre como referencia al protagonista o a la protagonista.
Sí, es cierto que lo más probable es que una gran parte de los invitados sean adultos. Sin embargo, no debes olvidar que, al fin y al cabo será una fiesta de corte infantil lo cual implica que, durante el proceso de planificación, todos los preparativos deberán estar específicamente orientados al protagonista: ¡Tu hijo o hija!
¿Qué hay de la ropa? ¿Habéis tomado ya la gran decisión?
La ropa del pequeño constituye, probablemente, una de las decisiones más delicadas de todo el proceso de planificación.
Sin embargo, aunque a priori pueda parecer una cuestión difícil de gestionar porque no se encuentre una fórmula capaz de satisfacer tanto a los pequeños como a los padres en realidad, quien debe tomar la decisión última debe ser el pequeño o la pequeña que va a hacer la comunión.
¡Eso sí! Es importante dejarle claro que existen ciertas limitaciones presupuestarias y que, por tanto, su decisión deberá estar siempre dentro de las posibilidades que estén a vuestro alcance.
Aunque pueda parecer algo obvio en un principio, lo cierto es que esta cuestión puede convertirse en una fuente de presiones o incomodidad.
No obstante, en caso de que existan ciertas restricciones (lo más probable es que sea así en la mayor parte de las familias) lo más aconsejable es hablarlo con naturalidad y que, dentro de los límites establecidos el pequeño o la pequeña escoja el atuendo que mejor se adapta a sus preferencias personales.
La localización: naturaleza y acceso a espacios abiertos
Lo más habitual es que las primeras comuniones se festejen a lo largo de la estación de primavera.
La mejor forma de aprovechar el potencial de estas fechas es seleccionar un espacio abierto y amplio, a poder ser, en contacto con la naturaleza, en donde los más pequeños puedan correr y jugar con libertad y que, al mismo tiempo, cuente con una zona techada para albergar a los invitados.
Aunque te resultará muy sencillo encontrar un local de alquiler o un restaurante en un enclave de estas características, si estás buscando una solución más íntima, también puedes valorar la posibilidad de hacer la celebración en casa de algún familiar que cuente con jardín o una zona exterior espaciosa.
La decoración puede marcar la diferencia
¿Has seleccionado algún lugar? ¡Genial! Ahora sólo faltará darle la ambientación que merece.
Si nunca te has encargado de planificar una comunión lo más probable es que te surjan varias dudas en este punto. No obstante, crear el entorno idílico puede ser más sencillo de lo que podría parecer.
Los colores pastel junto con una buena selección de adornos florales te ayudarán a obtener una fórmula típicamente convencional.
Sin embargo, también puedes valorar la posibilidad de optar por una decoración más personalizada teniendo en cuenta la personalidad, los gustos o los hobbies de tu hijo o hija. Por ejemplo, tematizar la decoración con sus dibujos animados favoritos puede ser una fantástica idea.
