El consumo sostenible es una forma de consumir bienes y servicios para cubrir nuestras necesidades básicas, aportando una mejor calidad de vida, pero reduciendo el consumo de recursos naturales y materiales tóxicos. Y y disminuyendo asimismo las emisiones de desechos y contaminantes en todo el ciclo de vida del servicio o producto. Todo ello con el fin de no hipotecar el futuro de las próximas generaciones.
Esta forma de pensar que es el consumo sostenible parte del hecho de que nuestras decisiones de consumo repercutirán en la forma y calidad de vida de los humanos que nos sucedan cuando ya no estemos.
Tabla de contenidos
Ejemplos de consumo sostenible
Dentro del consumo sostenible encajaría cualquier forma de consumir que sirva para cubrir nuestras necesidades mínimas de bienestar pensando siempre en la opción alternativa de menor impacto en el entorno en vez de en nuestro egoísmo a corto plazo.
Transporte
Por ejemplo, una decisión tan sencilla como ir a comprar el pan la podemos hacer dando un paseo relajado, cogiendo nuestro vehículo. ¿Cuál de las dos es más sostenible?
Otro ejemplo es «correr» con nuestro vehículo de semáforo en semáforo. Ciertamente es divertido, pero ¿estamos ayudando al medio ambiente acelerando más de lo necesario nuestro vehículo para pararnos en un semáforo segundos más tarde.
Vestimenta
El textil es uno de los sectores de producción más contaminantes.
La ropa que compramos, ¿realmente la necesitamos o podríamos ponernos aquellas prendas que apenas nos ponemos mejor? ¿Podemos comprar ropa que se hace cerca de donde vivimos o hace falta traerla en barco desde lugares remotos?
Alimentación
¿Necesitamos consumir constantemente alimentación envasada o ultraprocesada o podemos comer mejor frutas y verduras de localidades próximas a nuestra vivienda? Lo mismo para la carne y la pesca.
Estilo de vida sostenible
El consumo sostenible y llevar un estilo de vida sostenible son perfectamente compatibles con la calidad de vida.
Por tanto, debemos proteger los recursos naturales y educar a nuestros hijos en un desarrollo sostenible, una ciudadanía responsable.
Y todo comienza por erradicar hábitos y estilos de consumo insostenibles sobre las sociedades y los recursos.
Un consumo responsable supone:
- Reducir el consumo de bienes y servicios para cubrir nuestras necesidades reales.
- Alargar la vida útil de los bienes que compramos.
- Reutilizar como alternativa a una nueva compra.
- Optar por productos menos elaborados, con menor embalaje.
- Comprar electrodomésticos eficientes de bajo consumo (etiqueta energética).
- Comprar alimentos locales y de temporada.
- Usar nuestras piernas y el transporte público para trasladarnos.
que es un consumo sostenible