En materia de comercio y consumo, una compra racional es aquella que trata de cubrir necesidades objetivas del consumidor que la lleva a cabo.
La compra racional está en el lado opuesto de la compra compulsiva o del consumismo, que obedecen más a la acción de comprar desmedidamente, sin hacer caso a la racionalidad, sin ser conscientes de la acción.
En épocas de crisis económica los consumidores son más conscientes de la necesidad de consumir con cabeza, para cubrir necesidades, aplazando otras compras menos necesarias.