En este post te damos pistas antes de comprar unos prismáticos. la mochila o a mano, en el equipaje de viaje de todo buen amante de la naturaleza no puede faltar un buen par de prismáticos. Se trata de una herramienta imprescindible para los observadores de aves y para los cazadores, aunque también son muchos los que utilizan prismáticos para seguir de cerca espectáculos, cazar trenes o aviones a su paso cerca nuestra, para eventos deportivos, o simplemente por puro entretenimiento.
En el mercado existen prismáticos para adultos, pero también existen modelos para niños.
Tabla de contenidos
¿Qué son los prismáticos?
Los prismáticos o binoculares son instrumentos que nos permiten observar objetos situados a largas distancias con total nitidez, ampliando su imagen a través de una serie de lentes especiales.
Existen diferentes tipos de prismáticos, dependiendo del uso que les vayamos a dar: hay prismáticos de visión nocturna, astronómicos (una alternativa barata a los telescopios), prismáticos de largo alcance, e incluso modelos equipados con cámara y con telémetro para medir las distancias.
En cuanto al número de lentes que utilizan, hay prismáticos con dos lentes, pensados para poder ampliar objetos distantes y verlos con los dos ojos, y los hay también pensados para uno solo de nuestros ojos, guiñando el otro, como los monoculares, catalejos o telescopios.
¿Cómo funcionan?
Básicamente, su funcionamiento es muy parecido al de los telescopios o los monoculares, la diferencia principal radica en que los prismáticos nos muestran la imagen con un efecto estereoscópico, lo cual nos brinda una mejor apreciación de la distancia y la posibilidad de poder seguir objetos en movimiento.
Cuando observamos a través de un prismático, la luz entra por la lente del objetivo, atraviesa los prismas que corrigen la imagen, que de entrada se refleja en posición invertida, y finalmente llega a nuestros ojos a través de las lentes oculares.
Además, los prismáticos disponen de un sistema de ajuste del enfoque para adoptar nuestra visión al objeto que queremos observar. El sistema suele ser manual y puede servir para ajustar las dos lentes juntas o por separado. Los modelos más sofisticados tienen también una rueda para corregir las dioptrías.
Un aspecto importante a la hora de comprar unos prismáticos es fijarse en el estilo de la óptica, que viene marcado por dos cifras separadas por una X junto la descripción del modelo. Por ejemplo: 10×50 significa que la lente tiene un aumento de 10 y el objetivo una abertura de 50 mm.
Modelos en el mercado
• Olympus DPS-I. Con una inmejorable relación calidad-precio y un peso aceptable de 855 gramos, estos prismáticos son ideales para quien no quiera gastar una fortuna en su hobby. Su precio está en torno a los 85 euros.
• Bushnell Fernglas H20. Prismáticos con excelente visión y luminosidad. Destacan también por ser resistentes al agua, compactos, ligeros, cómodos de llevar y manejar. La calidad de los accesorios básicos como la correa o las tapas de las lentes es correcta, aunque mejorable. El precio varía según el estilo de la óptica, oscilando entre 60 y 190 euros.
• Nikon Aculon A211. Luminosos, de enfoque rápido y gran nitidez. Su peso es de 898 gramos, lo cual puede resultar excesivo a la hora de sostenerlos a pulso durante observaciones largas, aunque en este sentido hay que destacar que el modelo cuenta con un soporte metálico para trípode. Su precio está en torno a los 100 euros.
• Celestron Sky Master. Prismáticos de gran calidad, especialmente recomendados para observación astronómica aunque no para principiantes, puesto que para usarlos bien es necesario saber colimar las lentes, es decir, ajustar la posición exacta de cada una de ellas. El precio, dependiendo del estilo elegido, va desde los 100 a los 300 euros.
• Vanguard Spirit ED 1042. Excelente óptica, incluso en condiciones de escasa luminosidad. Resistentes al agua, muy ligeros y manejables, con tan sólo 640 gramos de peso. Su precio está en torno a los 215 euros.
Ventajas
• Portabilidad. Su peso reducido y su tamaño compacto hacen que podamos cargar con los prismáticos sin dificultad en nuestras excursiones y jornadas de observación. Todos suelen venderse con funda, elementos de protección y otros accesorios básicos.
• Precio. Hay muchas marcas y modelos en el mercado, por lo que es posible hacerse con unos buenos prismáticos a precios realmente asequibles, lo cual es una ventaja considerable frente a los telescopios de observación terrestre.
Inconvenientes
• Aumentos limitados. Sin duda el punto débil de los binoculares frente a los telescopios terrestres. A partir de 10 aumentos el campo de visión y la nitidez de la imagen se resiente progresivamente. Por ese motivo prácticamente no se comercializan prismáticos de más de 25 aumentos.
• Accesorios. Si bien el precio de unos prismáticos de calidad aceptable no es alto, para lograr una experiencia de observación óptima en ciertas circunstancias será preciso hacerse con algunos accesorios (trípode, telémetro, etc.) que pueden encarecer bastante precio final del producto.
