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Tarjeta caducada
Una tarjeta bancaria es un medio de pago nominativo asociado a una cuenta bancaria y fruto de un contrato de tarjeta firmado con tu banco.
Como medio de pago que permite acceder al saldo de tu cuenta bancaria, el tenedor de una tarjeta tiene el deber de su custodia. Y el de no facilitar a terceros ni ponérselo fácil, sus claves de uso de la tarjeta.
Las tarjetas bancarias caducadas, en principio no deberían dar problemas. Incluso aunque se accediera a su numeración. Pero siempre es recomendable, para reducir el riesgo de un uso fraudulento, seguir las instrucciones del banco a la hora de destruirlas.
Cortar una tarjeta caducada en trozos
La mejor recomendación con una tarjeta caducada es destruirla. Destruye tu tarjeta caducada, disponiendo de ella en varios trozos. Para ello puedes utilizar unas tijeras gruesas de cocina. La idea es que los trozos aislados no permitan identificar su numeración y/o tu nombre completos.
Luego dispón de los trozos en distintos cubos de basura y/o días consecutivos. Nunca tires a la basura o a una papelera la tarjeta íntegra, sin destruir, ni tampoco en trocitos.
La utilidad de hacer esto es que la banda magnética de la tarjeta quede inutilizable y también su numeración original, incluso una vez caducada.
Tarjeta caducada con chip
Otro elemento de la tarjeta al que prestar atención además de la banda magnética es el chip. Machacar literalmente un chip de tarjeta es como destruir la banda magnética. Esto hace que los datos que contiene no funcionen en adelante.
me parece un contenido muy interesante. Eso haré con mis tarjetas de crédito.