Recurrir a la financiación ajena para costear gastos extraordinarios es un recurso cada vez más habitual de muchos consumidores con un presupuesto muy ajustado. En el mercado hay todo tipo de créditos y préstamos disponibles, pero se trata de dos mecanismos de financiación que no son iguales, aunque tendamos a mencionar indistintamente ambos para referirnos a lo mismo.
Es cierto que tanto los créditos como los préstamos sirven para proporcionarte el dinero que necesitas, pero su definición, funcionamiento y objetivos difieren considerablemente. Ahora podrás descubrir todo tipo de opciones de estas dos formas de financiación en BankSecret. Pero antes de buscar tu solución, sepamos cómo distinguir créditos y préstamos.
Tabla de contenidos
¿Qué son los préstamos?
La forma más acertada de entender la diferencia entre un préstamo y un crédito es recordando la definición de cada uno. Un préstamo es un producto financiero cuyo propósito es que accedas a una cantidad determinada de dinero desde el momento de su contratación (desde el inicio de la operación de financiación).
El importe del préstamo se conoce como «principal», y debe ser devuelto junto con los intereses acordados entre las partes, en un periodo de tiempo determinado por medio de cuotas periódicas. Un préstamo es identificable por las siguientes características:
- Posee un plazo determinado: los préstamos se conceden por un periodo de tiempo fijo, generalmente medido en meses. Esta duración se va reduciendo desde que se concede el préstamo y recibimos el principal.
- No puede ser prorrogado: una vez amortizado el capital mediante el pago de todas las cuotas del préstamo, el mismo concluye. Para el prestatario (persona que pide el dinero), no hay posibilidad de acceder a más dinero por parte del prestamista. La única manera de hacerlo sería formalizando un nuevo préstamo.
- Los intereses son calculados en base al total: el pago de los intereses de un préstamo está siempre calculado respecto al total del dinero prestado.
- Tienen un plazo superior: en general los préstamos son conocidos por su largo plazo de concesión. Por esta mayor duración son más convenientes para algunas personas.
Si quieres saber más sobre préstamos y sus posibilidades, en BankSecret tienes una excelente variedad de opciones para cubrir cualquier necesidad.
¿Qué son los créditos?
Por su parte, un crédito es otra forma de financiación con mayor flexibilidad que el préstamo.
Con un crédito podrás acceder a una determinada cantidad de dinero que se establece en términos de máximos: hasta tantos euros. Pero es el cliente quien tiene la flexibilidad de disponer de parte o toda la línea de crédito que se le haya concedido en función de su solvencia.
Es decir, que la persona prestataria decide si es mejor para ella disponer de todo el dinero que se le ha concedido, de una parte, o de nada.
Un crédito tiene las siguientes características:
- Los intereses del período se calculan sobre el saldo dispuesto: los intereses de un crédito en un período (mes) se calculan sobre la cantidad de dinero dispuesta ese mes. También darse el caso de cobrarte una comisión mínima por el saldo no dispuesto.
- Puede ser extendida: a medida que el dinero va siendo devuelto el prestatario puede seguir disponiendo de más dinero. La única condición es no sobrepasar el límite establecido en la línea de crédito.
- Su renovación suele ser anual: anualmente los créditos tienden a ser renovados, por lo que el cliente podrá seguir usándolos, año tras año, tras cada renovación de su línea de crédito.
- Se conceden por medio de tarjetas o pólizas: los créditos se conceden comúnmente por medio de tarjetas de crédito o suscribiendo pólizas de crédito. Por igual, se usan las líneas de crédito.
¿Cuáles son sus principales diferencias?
Una vez que se conoces sus características es bastante fácil encontrar las diferencias entre un préstamo y un crédito.
Por ejemplo, una de las diferencias más importantes de ambas formas de financiación está en que el plazo de tiempo para pagar un préstamo es mayor que el de un crédito. Asimismo, estos últimos, pueden ser extendidos o renovados a petición del solicitante.
Las diferencias no se acaban ahí. Hay que tener en cuenta que los créditos acostumbran a tener costes más elevados en comparación con los préstamos. Esto hace que con los créditos se paguen más intereses de lo esperable.
Otra faceta a tener en cuenta es que si contratas un préstamo dispondrás de todo su importe desde el primer momento. Esto significa que, incluso si no usas en su totalidad el dinero prestado, tendrás que pagar los intereses que son estipulados.
Crédito o préstamo, ¿cuál te conviene más? Esta duda es complicada de resolver, porque ninguno de ellos es mejor que el otro por sí solo.
Más bien, dependerá de la situación financiera en la que te encuentres. Y también de la utilidad del dinero que se pide prestado. En otras palabras, todo depende de las necesidades de los prestatarios.
Si necesitas disponer de todo el dinero para una compra o reforma, un préstamo es lo más conveniente. Sus intereses serán menores. No obstante, si no tienes clara la cantidad de dinero que usarás realmente, un crédito sería una opción más sensata.
La decisión final está en tus manos, siempre que busques las mejores opciones en el lugar adecuado, como es el caso de BankSecret.