Cuando no tenemos más recurso a dinero para tapar un agujero sobrevenido (adelanto de nómina, familia, amigos, banco, etc.), los créditos rápidos pueden evitarnos el sonrojo de acercarnos a nuestro banco. Su pequeño importe y corta duración pueden ser interesantes para salir del bache. En este post te explicamos cómo se pide un crédito rápido.
Tabla de contenidos
Cómo se pide un crédito rápido
Todas las webs de solicitud de créditos rápidos suelen tener una funcionalidad similar y en dos pasos:
En primer lugar, disponen de un simulador online que permite saber cuál será el coste total del crédito antes de contratarlo. Lo calculan en función del importe y del número de cuotas o la duración del préstamo.
Y disponen de varias vías de comunicación directas para resolver dudas al instante. Si nos fijamos en la TAE, hay que tener en cuenta que, al ser una medida del interés real que se paga expresada en términos anuales, y ser la duración media en torno al mes, se nos dispara a miles por ciento.
Esto desvirtúa la TAE de estos créditos y no los hace comparables con financiaciones a más largo plazo que el año. Dicho de otra manera, el interés de estos créditos se paga a diario y corre a diario. Razón por la cual es aconsejable pagarlos en plazo y a a otra cosa.
En segundo lugar, suelen ofrecer un préstamo inicial de importe reducido. Algunos sin ningún tipo de comisión ni intereses, de manera que “piquemos” y quedemos “fichados” para el siguiente préstamo (renovación).
Una vez que el prestatario (el usuario) solicita un préstamo, formalmente se hace una “Solicitud de Préstamo al Prestamista a través del Servicio a Distancia” con las consecuencias legales de esto.
Cómo funcionan
Para solicitar dinero rápido tan solo tenemos que rellenar un pequeño formulario online. Y enviarlo adjunto a los documentos que se requieren (el DNI o NIE de residente, un extracto de la cuenta bancaria y nuestro número de cuenta para el ingreso del dinero).
La entidad verificará nuestros datos a través de un proceso online muy rápido que nos permitirá saber si nuestra solicitud ha sido aprobada o no, en menos de 5 minutos. Esto incluirá sin duda la consulta sobre nuestra presencia o no en los ficheros de morosos (ASNEF, Equifax, RAI, etc.).
Finalmente si nuestra cuenta es del mismo banco con el que trabaja la empresa prestamista podremos tener el dinero en minutos y en caso contrario entre 24 y 48 horas.
Una vez terminando el plazo, el día del vencimiento del préstamo, el consumidor prestatario podrá optar entre su devolución o la extensión del plazo del crédito online.
El plazo de extensión será de un máximo de treinta (30) días naturales y suele estar sujeto a una comisión de extensión del plazo del préstamo.
Una vez finalizado el período de extensión, el usuario prestatario tiene que abonar la cantidad total derivada del préstamo solicitado en la cuenta bancaria del prestamista.
Y si no pagamos
En caso de impago, existen penalizaciones por impago y mora que en algunas entidades ascienden al 1,00% diario sobre el importe impagado, con algún límite máximo, por ejemplo, del 200% sobre el principal.
Es decir, que si debemos 100 euros, y dejamos de pagar la devolución 6 meses, nos podrán obligar a pagar en concepto de mora un euro diario * 6 meses = 180 euros, que se sumarán al principal más los intereses por el préstamo. Terminarás debiendo, por tanto, los 100 euros originales, más los intereses del préstamo, más los 180 euros de mora.
Todo lo anterior sin perjuicio de las demás consecuencias que pudieran derivarse de su incumplimiento. Entre otras, la inclusión de sus datos en ficheros de solvencia patrimonial y de crédito y la reclamación judicial de cantidades.
Pingback: Reclamar intereses abusivos de microcréditos -