Con los precios de venta de la vivienda aún muy bajos tras tantos años de crisis económica, son muchos los propietarios que deciden poner en alquiler ese piso o casa que tienen vacíos y solo genera gastos. De la misma manera, con el cierre del grifo de las hipotecas por parte de los bancos, muchos ni se plantean adquirir una vivienda propia. Ambos caminos se unen para aumentar la tasa de alquileres en España.
Aunque España sigue siendo un país que está muy por debajo de la media de la Unión Europea a la hora de tener en propiedad o arrendar una vivienda, el aumento de esta segunda opción va en aumento.
Casi el 30% de los europeos vive de alquiler, ya sea del mercado libre o en vivienda protegida. Y si echamos la vista atrás vemos el proceso de cambio de mentalidad de los españoles: si hace ocho años el porcentaje de alquiler apenas llegaba al 10%, en 2014 las estadísticas de Eurostar lo sitúan por encima del 21%. Pero, ¿qué podemos hacer para asegurarnos que sea un alquiler seguro?
Tabla de contenidos
Consejos para alquilar piso de forma segura
Hacer un estudio de viabilidad económica del inquilino
Debemos fijarnos un presupuesto para la futura vivienda. Precipitarse no es bueno ni a la hora de ceder nuestra vivienda ni a la hora de dar una fianza del piso elegido.
Por eso, lo más recomendable es ver varios posibles arrendatarios, preguntar por sus trabajos y sus perfiles en redes sociales profesionales (por ejemplo en Linkedin) o no (Facebook), estabilidad laboral y solvencia (mejor si es una pareja donde ambos trabajan que si no lo son).
Por parte del inquilino, lo mejor será fijar un tope de presupuesto y no sobrepasarlo. Podemos tener en cuenta las ayudas al alquiler del Ministerio de Vivienda o de las Comunidades Autónomas, pero siendo realistas.
Así nos aseguraremos que todos los meses se hará el pago del alquiler de forma satisfactoria para ambos.
Firmar un contrato completo
Para ambas partes, siempre será satisfactorio dejar todos los detalles bien expresados por escrito. Así, en caso de duda, siempre se podrá volver a ese documento para concretarlo.
Se puede partir de un documento modelo para añadir lo que sea necesario.
Entre otras cosas todo contrato de alquiler de vivienda debería incluir:
• un inventario de muebles y accesorios que se dejen en el lugar;
• fotos de electrodomésticos y detalles para ver su estado;
• el acuerdo de quién se hace cargo de suministros como luz, agua, gas, etc;
• si se acuerda alguna mejora en el piso (como pintar, arreglar algún desperfecto) dará seguridad incluirlo;
• quién se hará cargo del IBI, de la tasa de basuras, etc.
• prohibición expresa de mascotas (si es el caso), y de subarriendo a terceras personas (ya se sabe, evitar que lo alquilen 2 personas y se metan 6).
Y, en general, todo lo que se añada al contrato base.
Exigir garantías
Mucho se ha hablado de qué es mejor para tener un alquiler seguro para evitar a los morosos.
Si pedir una fianza, de cuántos meses, o un aval bancario solidario o pedir referencias a terceros.
En cada caso es un mundo, pero está demostrado que hay características que hacen que las fianzas sean el recurso más usado. Suele ser de un mes y se pagan por adelantado, pero en muchos casos llegan a los dos meses.
La fianza es un buen mecanismo para hacer frente a algún desperfecto que pueda dejar el inquilino al abandonar la vivienda.
El aval bancario, por su parte, conlleva unos gastos a ambas partes (es un producto financiero con interés), por lo que son muchos los arrendatarios que rechazan esta condición.
Seguro contra impagos
Una solución cada vez más en auge es el seguro contra impagos.
Se trata de un seguro que puede hacer frente al impago, a los daños, los costes judiciales en caso de conflicto con el arrendatario (el inquilino) y todo lo que podamos añadir en torno a la relación al alquiler.
Según las coberturas que ampliemos y el valor del piso puede variar la cuantía del seguro, pero podría suponer un pago único anual de 200 euros.
Esto hace más factible alquilar un piso para personas que no cuenten con la posibilidad de abonar una fianza y el mes por adelantado de golpe, ya que tanto el arrendador como el arrendatario pueden ser titulares del seguro.
Acudir a bolsas de vivienda oficiales
En esta garantía, es un organismo dependiente de la administración quien puede darnos el empaque jurídico que necesitamos para estar seguros de poner nuestro piso en buenas manos.
Si quieres, puedes probar en las Administraciones de Madrid, Canarias, Aragón, Cataluña o el Consejo de la Juventud, por ejemplo. Estas bolsas de vivienda están bien para los que buscan tranquilidad.
Cuando ponemos en alquiler nuestra vivienda por este mecanismo, nos aseguramos de que ellos hacen el estudio de viabilidad, formalizan el contrato y hacen de intermediarios en caso de conflicto.
Por otro lado, alquilando en las instituciones nos aseguramos de que el precio de alquiler no es desorbitado, de que la fianza se deposita en el organismo autonómico correspondiente y de que un experto nos ayudará a conocer qué podemos hacer si, una vez iniciada la relación jurídica entre arrendador y arrendatario, hay desavenencias entre las partes.
Si te ha gustado este post tal vez te interese conocer las alternativas para alquilar tu piso de forma segura.
buena informacion