Los electrodomésticos y gasodomésticos suponen casi el 20% del consumo energético de una vivienda. Por suerte, existen sistemas para reducir el consumo de este tipo de aparatos y conseguir algunos euros de ahorro energético.
Lo primero a tener en cuenta es la eficiencia energética de tu aparato. Cuanto más eficiente sea, menor será la energía consumida y, por tanto, mayor el ahorro que supongo.
En este sentido hay que tener en cuenta que, si un electrodoméstico o gasodoméstico también consume agua, el ahorro energético conllevará el ahorro de agua. Por ejemplo, los ciclos cortos de una lavadora o un lavavajillas consumen menos energía, pero también menos agua, por lo que el ahorro será doble.
Tabla de contenidos
Ahorro energético en electrodomésticos y gasodomésticos
Veamos una serie de consejos sobre cómo ahorrar en este tipo de aparatos.
Eficiencia energética
Como hemos dicho, un aparato eficiente consume menos que uno tradicional. Es cierto que este tipo de aparatos es más caro, pero la reducción del consumo que suponen los convierte en una gran inversión.
Un electrodoméstico con una etiqueta A consumirá casi un 75% menos que uno de clase G.
Lavadora y lavavajillas
Lavadoras y lavavajillas son electrodomésticos de gran consumo energético (agua y luz):
- Para empezar, ponlos solo si están llenos o, en caso contrario, elige programas de media carga, puesto que consumirán menos.
- Otro aspecto a tener en cuenta es usar programas de temperatura baja, como los de agua fría, si la ropa o la vajilla no está muy sucia.
- Si tienes tarifas de discriminación horaria, pon estos aparatos a funcionar en el periodo barato.
Nevera
La nevera está permanentemente consumiendo energía eléctrica para mantener nuestros alimentos frescos y congelados. El mejor ahorro energético tendrá en cuenta:
- Para empezar elige la temperatura ECO, que consume menos. Debes pensar que este electrodoméstico está encendido las 24 horas del día y, generalmente, todo el año, por lo que es importante saber ahorrar en este aspecto.
- Otra cosa a tener en cuenta es abrir la puerta de la nevera lo menos posible. Cada vez que se abre se pierde entre un 15% y un 20% de energía.
- También es importante que esté alejada de fuentes de calor como puede ser el horno.
- Los alimentos deberán estar fríos cuando los metas en el frigorífico.
Horno
En primer lugar, o abras tampoco la puerta del horno si no es necesario. Cada vez que la abres se va el 20% de la energía
Apágalo antes de que se terminen de cocinar los alimentos para que se aproveche el calor residual.
Vitrocerámicas o sistemas de inducción
- Igual que el horno, apágala antes para aprovechar el calor residual.
- Mantenla limpia, así consumen menos.
- Usa ollas y sartenes adecuadas, tanto en tamaño como en material.
Cocinas de gas
- Adapta la dimensión de los quemadores a los recipientes, de manera que el recipiente tenga uno o dos centímetros de diámetro más que la superficie de la llama de gas.
- Revisa el estado de los quemadores y las tuberías del gas. Una obstrucción hará que consuma más y, además, puede ser peligrosa.
Domótica y aparatos inteligentes
De la misma manera que los aparatos eficientes, este tipo de electrodomésticos y gasodomésticos consumen mucho menos y, además, son mucho más cómodos de manejar.
Este tipo de aparatos se puede controlar de manera remota con el smartphone con tarifa de datos, aquí puedes ver las mejores tarifas para el móvil. Imagínate ir del trabajo a casa y poder encender el horno para tener la comida hecha cuando lleguemos.