Folleto informativo

Un folleto informativo es cualquier documento que contenga información sobre productos o servicios, y los términos en los que se pueden adquirir.

Los folletos informativos tradicionalmente se han impreso en papel. Y se ofrecen a los consumidores y usuarios como publicidad por parte de las empresas que producen o comercializan los productos o servicios que nos ofrecen mediante buzoneo.

El buzoneo es una práctica comercial que consiste en dejar en los buzones de los consumidores que viven a una distancia dada de un comercio (su área de influencia) un ejemplar de un folleto.

Con el advenimiento de Internet, cada vez es mayor el número de empresas que han dejado de imprimir masivamente folletos informativos. Casi todas se han pasado a hacer buzoneo interactivo.

En esta modalidad, el usuario se registra en una web de folletos digitales como Tiendeo, con su correo electrónico y su código postal. Selecciona la categoría comercial que le interesa y comienza a recibir las versiones digitales de los folletos de ofertas en PDF o similar.

Relación comercial

Los folletos informativos comprometen a las empresas y pueden ser considerados, si se contrata el bien que ofrecen, como parte del contrato.

Por ello es importante consultar a fondo el contenido de los folletos informativos que nos ofrezcan las empresas antes de contratar, y conservarlos una vez en marcha el servicio contratado.

Si por cualquier causa, lo expuesto en un folleto informativo no se corresponde con la realidad, se podrá reclamar alegando que el contenido del folleto no se ha cumplido. Y que, por tanto, se ha incurrido en publicidad engañosa, que es, según el Artículo 4 de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre de 1988, General de Publicidad:

“Es engañosa la publicidad que de cualquier manera, incluida su presentación, induce o pueda inducir a error a sus destinatarios, pudiendo afectar a su comportamiento económico, o perjudicar o ser capaz de perjudicar a un competidor.

Es asimismo engañosa la publicidad que silencie datos fundamentales de los bienes, actividades o servicios cuando dicha omisión induzca a error de los destinatarios.”

¿Es igual un folleto que un folleto informativo?

Aunque la Ley no distingue un folleto informativo de un folleto comercial (al menos que en Consumoteca sepamos), se podría decir que hay tres tipos de folletos:

• Los folletos o catálogos que son meras páginas publicitarias de una serie de empresas como las de la distribución (Alcampo, IKEA, Carrefour, Decathlon, etc.,), anunciando productos a un precio determinado o en promoción;

• A diferencia de estos, hay otros sectores como el de viajes en los que el folleto informativo emitido por la agencia mayorista, se dice que compromete. Y ello porque anuncia y detalla los términos de las instalaciones (hoteles, cruceros, piscinas, bares, restaurantes, regímenes de alojamiento etc.) en las que se desarrollará el viaje combinado;

• Finalmente, hay productos financieros como los fondos de inversión o los préstamos hipotecarios, en los que es preceptivo por Ley, entregar al consumidor contratante un folleto informativo previo a la contratación. La ley pretende con esta obligación fomentar la transparencia por las consecuencias económicas de una mala decisión de inversión (una decisión no informada).

  Por ejemplo, Bankinter fue condenada por publicidad engañosa con motivo de la comunicación de su tarjeta de crédito de 2007, que prometía el ahorro del 3% de todo lo que se comprara con ella, pero obviaba que esto estaba condicionado al pago aplazado de estos desembolsos con unos intereses del 19,84% TAE.

Tiempo compartido

En materia de tiempo compartido o aprovechamiento por turnos de bienes inmuebles, la Ley obliga al promotor a entregar al consumidor un folleto informativo que debe incluir un contenido mínimo.