Hoy en día nadie duda que Internet y comprar por Internet ha supuesto una auténtica revolución en la forma de acceso a información, productos y servicios que antes del año 2000 eran impensables.
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Antes de Internet y ahora
El comercio anterior era en una sola dirección y por un solo canal.
El consumidor tenía que desplazarse a una tienda física y allí era asesorado por el vendedor, pagaba el precio que se le ofrecía y volvía a casa con su compra.
Hoy en día, con la explosión del comercio electrónico y gracias a Internet, las cosas han cambiado mucho.
El poder del consumidor es total porque tenemos tanta o mayor información que el vendedor. Además podemos buscar un producto para poder consultar precios y hacer comparaciones.
Y finalmente podemos comprar por Internet o por el canal que queramos, desde donde queramos y a cualquier hora del día.
Ventajas de la compra online
Entre las ventajas de comprar por Internet sobre hacerlo en una tienda física destacamos las siguientes:
Comprar sin salir de casa
Al poder hacer la compra online desde tu casa, con apenas un par de clics estás ahorrando tiempo y euros.
Mayor elección
Una tienda física tiene un surtido limitado físicamente por su superficie de sala de ventas y por su almacén de reposición.
Sin embargo, las tiendas online pueden aguantar lineales infinitos tanto en categorías como en profundidad de stock.
El almacén central de la tienda online puede mantener un stock o incluso no tenerlo, saliendo la mercancía directamente desde el fabricante al consumidor cada vez que se produzca un pedido nuevo.
Comparación
Como hemos visto, las tiendas online ofrecen una enorme cantidad de opciones en cuanto a productos.
Incluso, algunas como airalia.es, muestran comparativas de los mejores, lo cual ayuda a los clientes a escoger el que les parezca más conveniente según sus propias necesidades.
Precios más baratos
Al no tener locales en zonas comerciales con costes de alquiler elevados, las tiendas online se ahorran los costes de alquiler.
También se ahorran los costes del personal dedicado a la venta y asesoramiento de los clientes, que encarece el coste de cualquiera de sus productos, repercutiendo en su precio final de venta.
En el online, el comprador suele tener ya claro lo que necesita por haberlo consultado online antes y las páginas de producto están pensadas para sustituir la labor de asesoramiento del vendedor e incluyen valoraciones y respuestas a dudas de los usuarios, respondidas por sus propios clientes.
Por su parte, los costes de mantenimiento de una tienda online incluyen la parte logística y tecnológica pero no son tan elevados como los de los negocios físicos que tienen que pagar además del personal el alquiler, la luz, el agua, la seguridad, etc.
Personalización de la experiencia de compra
El comerciante de barrio siempre supo atender a cada cliente por su nombre, reservar un producto, «fiar» la compra para cobrarla a fin de mes, ofrecer a cada cliente habitual sus novedades etc.
Pero con la masificación del consumo y la preferencia de compra por formatos comerciales más grandes en superficie, se perdió esa relación de confianza comercio-consumidor que Internet permite recuperar.
Gracias a la personalización de los escaparates web, a los programas de fidelización o al historial de compras pasadas, una tienda online puede presentar unos productos y unos precios distintos según quién la visite, cosa que el comercio tradicional no permite.
Pagar como uno quiera
Frente al comercio tradicional que sólo admite el pago con tarjeta o en efectivo, las tiendas online incluyen medios de pago virtuales innovadores, seguros y muy cómodos-
Hablamos de PayPal, el contrareembolso, la transferencia instantánea o la financiación a plazos.
Recibirlo donde más me convenga
Las tiendas online te permiten recibir tu compra a domicilio, en la oficina, desplazarte a un punto de recogida, etc.
Y cada vez más, eligiendo la franja horaria e incluso en el mismo día, muchas veces con los gastos de envío incluidos en el importe del pedido. Esto es todo conveniencia y algo que difícilmente pueden batir los comercios físicos.
Ademas, si tienes que comprar cosas pesadas como la compra del super, la compra online te ahorra desplazarte por tus propios medios.
Y además te ahorra el tiempo dedicado a desplazarte al comercio, añadir tus compras a tu cesta, pasar por caja, pagar, meter le compra en el coche y volver a casa.
Y el comercio tradicional qué
Al final, creemos que no existe la forma ideal de comprar y que para los consumidores es buena la libertad de elección de compra en cuantos más canales sea posible.
Esto garantizará que recurra en cada momento al modo de compra más conveniente para sus intereses.
Qué duda cabe que la compra de conveniencia un fin de semana o a última hora del día, la compra que requiere asesoramiento o un trato ultra-personalizado o la compra en tiendas físicas que ofrecen experiencias, siguen siendo razones de peso para mantener y apoyar la compra presencial.
La clave está en ofrecer conveniencia y comodidad al comprador, ya que no siempre el precio es quien decide.
Y tú, ¿qué opinas sobre la compra online vs la compra tradicional?
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