Si eres el responsable de un negocio o actividad industrial sabes lo exigente que es la normativa que lo regula en todos los sentidos: horarios de apertura al público, higiene de las instalaciones, seguridad de los empleados y de los clientes, resistencia, capacidad anti-deslizante, etc.
Si te estás planteando cambiar el suelo de tu negocio por una solución definitiva que cumpla su normativa sectorial, una buena solución son las baldosas ecológicas de empresas como EcoSuelosPVC.
Se trata de baldosas resistentes fabricadas con material reciclado que cuentan con un diseño sin juntas ni fisuras para evitar la acumulación de suciedad. El suelo se instala de forma flotante, mediante un simple «clic» y proporciona aislamiento térmico e insonorización para los usuarios y vecinos.
Además se trata de suelos con un alto coeficiente de resistencia a todo tipo de tensiones a que sean sometidos. Estas baldosas tienen varios acabados (liso o granulado) y se ofrecen en colores negro o antracita.
Tabla de contenidos
Tipos de negocios
Ejemplos de negocios que requieren de un solado especial son las:
Industrias alimentarias y cocinas industriales
El suelo de cualquier negocio industrial alimentario, con venta al por menor al público o no (una pastelería, un horno de pan, una fábrica de alimentos envasados), debe ser estanco a los líquidos.
También debe cumplir las normas HACCP / APPCC (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), que incluyen objetivos de higiene y limpieza, ser antideslizante (incluso mojado), ser resistente a la presión y el fuego y ser insonorizado para evitar ruidos a los vecinos.
Talleres de reparación de vehículos y garajes
En cualquier instalación de vehículos el suelo debe tener la combinación de elasticidad e insonorización para evitar la contaminación sonora y generar un ambiente agradable para los empleados y vecindario.
También es importante que el suelo aguante una gran capacidad de carga en movimiento (tracción) y resistir la caída de herramientas y líquidos de todo tipo (aceites, lubricantes, grasa, abrasivos, etc.).
Gimnasios e instalaciones deportivas
Estos suelos deben ser resistentes, antideslizantes, fáciles de limpiar y cómodos al paso de los usuarios. Las baldosas de los gimnasios deben soportar la carga de las máquinas de pesas sin romperse ni dañar el pavimento.
Además son baldosas resistentes al «punzonamiento» y que ayudan a reducir el riesgo de lesión a los usuarios por un menor impacto sobre las articulaciones.
Suelos para guarderías y colegios
Este suelo, además de reducir el riesgo de golpes de los pequeños, es interesante que se limpien muy bien, que no acumulen polvo y suciedad en sus juntas y que las baldosas no contengan ftalatos para evitar la toxicidad de los niños.
Cámaras frigoríficas
Su suelo de una cámara frigorífica debe admitir el trabajo con maquinaria pesada y el transporte de palets, resistir agentes químicos y ser aislante para conservar el frío y preservar alimentos, químicos y otras sustancias.
Esta capacidad aislante la asegura el hecho de que son suelos sin juntas ni solapes ni cualquier otro elemento que perjudique la maquinaria que transporta los productos.
Suelos PVC para oficinas
El suelo PVC para oficinas es resistente al agua y al fuego, y tiene la rigidez suficiente ante la abrasión y el desgaste.
Factores a tener en cuenta
Los principales factores que tienes que tener en cuenta antes de elegir el tipo de suelo de tus instalaciones, precio aparte, son estos:
- Estética de las losas que compongan el suelo.
- Capacidad de instalación rápida y fácil sin necesidad de interrumpir la actividad principal. Elige un sistema de baldosas de instalación rápida mediante «clic» para trabajar sobre continuo, sin parar tu proceso productivo.
- Capacidad antideslizante del material, incluso estando el suelo recién fregado o húmedo.
- Resistencia a la abrasión, los impactos por caída de herramientas de trabajo o la tracción. Imagina un taller de reparación con coches entrando y saliendo en todo momento del local.
- La resistencia estructural y a la fatiga de los materiales por desgaste.
- Impermeabilidad al agua, aceites, grasas minerales y cualquier otro tipo de agente químico y facilidad de limpieza.
- Que no se produzca polvo ni suciedad, gracias a sus juntas continuas.
- Tener propiedades higiénicas y sanitarias.
- Aislamiento eléctrico o buena conductividad eléctrica y resistencia al fuego (suelo ignífugo).