Los restaurantes tienen mucha actividad. En las idas y venidas de bandejas con platos y bebidas puede ser posible que salgamos con la ropa manchada en el restaurante involuntariamente por la acción de un camarero descuidado al servir o retirar los platos.
Aquí te damos algunos consejos para salir airosos de la situación y que las cosas puedan volver a como estaban al inicio.
Tabla de contenidos
No perder la calma
Cuando las manchas las ha provocado uno de los camareros, como personal que son del establecimiento, es importante no perder la calma.
Y también buscar una solución rápida y amistosa dependiendo de la gravedad del estropicio.
Perder la calma no conduce a nada y además genera un mal ambiente general que no va a ninguna parte.
Vaso de agua caliente
El siguiente paso es pedir un vaso con agua caliente y alguna toallita húmeda para frotar la mancha. Alternativamente está el sufrido spray quitamanchas cebralin junto con el cepillo.
Ambos sistemas pueden ser el primer paso recuperada la calma. Esperaremos a ver el aspecto de la mancha.
Llamar al encargado
Si la cosa no tiene buena pinta lo primero que hay que hacer es llamar al encargado/a a presentarse, explicarle lo sucedido y pedirle una solución.
Esta acción es mucho más interesante que cruzarse de brazos y resignarse ya que pretende que se nos restituya la cosa a su estado original. Y que, además, la empresa intente corregir, educar y formar mejor a sus empleados, para que nos atiendan correctamente y sin sobresaltos.
Las soluciones que nos puede ofrecer el encargado, aparte del cebralín, variarán desde asumir los hechos y tener algún detalle de tipo económico (no cobrarte el todo o parte de tu consumición) o invitarte al café, hasta «tirar de seguro» y asumir los desperfectos.
Hoja de reclamaciones
Si juzgamos insuficiente el «detalle» y el encargado no entra en razón conviene pasar a la acción.
Podemos pedir la hoja de reclamaciones y detallar en ella lo sucedido indicando que no estás satisfecho con el resultado de la mancha y que probablemente debas afrontar el coste de acudir con la prenda a una tintorería.
Lo habitual es que el encargado no quiera entregar la hoja de reclamaciones. Y ello porque esto tendrá un mal efecto frente a los propietarios del bar o restaurante (sobre todo en cadenas de restaurantes de comida rápida), porque le penalizará en el cumplimiento de sus objetivos. Y porque la Administración de Consumo podrá pasarse a inspeccionar el local (y tal vez descubrir alguna irregularidad) por un error humano.
Seguro del restaurante
Una alternativa por nuestra parte sería pedir que nos redacten un documento por escrito donde conste la fecha, la hora y que el local asume la responsabilidad del coste de la tintorería.
Este documento es muy conveniente que identifique a la persona que lo emite, y que vaya sellado.
Paga tu consumición
No olvides además pagar tu consumición y quedarte con el tique de compra. Este acreditará que hiciste una consumición el día y hora de las «manchas indeseadas».
Ve a la tintorería
Con el documento escrito y el tique no debería haber ningún problema una vez pagada la tintorería.
Adjuntaremos el original de la factura de la tintorería y el encargado nos deberá entregar el importe de lo adelantado por nosotros.
Reclama a Consumo
Si las cosas no fueran bien, el encargado hubiera cambiado o no reconociera el acuerdo, entonces tenemos todos los elementos para hacer una reclamación a Consumo de nuestro Ayuntamiento o en la OMIC o solicitar la celebración de un arbitraje de consumo:
- El certificado de «reconocimiento de culpa» del representante del local en un día y hora determinados.
- El tique de caja que acredita nuestra consumición.
- La factura detallada de la tintorería por el coste de limpiar las manchas de la prenda.
Reclamar siempre
Recuerda que reclamar por escrito es un ejercer nuestros derechos como consumidores.
Reclamando tú, ayudas a que las cosas se hagan mejor cada vez por todos los profesionales y finalmente restituir a su estado original las cosas y/o las personas afectadas (o al menos intentarlo).