No sé si te has fijado en que, de un tiempo a esta parte, cada vez te encuentras con más establecimientos donde te pagas tú mismo la compra en una máquina de efectivo. ¿Cuáles son los pros y los contras de estas máquinas? Te los contamos de la mano de Senfaeco, expertos en maquinaria para hostelería.
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Máquinas de gestión de efectivo
Las máquinas de gestión de efectivo, o cajones de cobro automático, son máquinas que se encargan de realizar el cobro y devolución de efectivo (las «vueltas») en una compra, ya sean monedas y/o billetes.
Dependiendo de las funciones que realicen, hay varios modelos en el mercado como el Cashlogy o el Cashguard. Y tienen este aspecto robusto y sencillo.
Cajón de cobro automático CK950. Mide 47,5 cm de alto x 29 cm de ancho y 37,5 cm de fondo y pesa 25 kg.
En muchos establecimientos las tienes mirando hacia tí como consumidor. Y en otros, entregas el dinero al profesional que te ha atendido, que es quien lo introduce en la ranura.
Ventajas e inconvenientes para el consumidor
Para mí, la principal ventaja para un consumidor es que con el uso de estos cajones de efectivo te aseguras la higiene. Primero porque el dinero en billetes y monedas tiene muchos gérmenes y puede generar alergias en la manipulación.
Segundo porque en establecimientos de alimentos como panaderías, pastelerías, bares, carnicerías, fruterías o bares y cafeterías, lo suyo es que los empleados que atienden, no toquen el dinero con las mismas manos con que te entregan una barra de pan, cortan la carne o sirven una comida.
Pero también eliminas el riesgo de vueltas mal dadas, camarero que te dice que no le has dado diez euros sino cinco, etc.
Una tercera ventaja que veo es que, con estas máquinas, parece que disminuye la necesidad u obligación de dejar propina en un bar y similares. Al interactuar con la máquina y no con una persona, a la hora de pagar se paga lo que se consume (a una máquina), y por tanto, lo del «bote» puede pasar a otro plano más personal.
Estas son las tres principales ventajas que le veo a este sistema. En cuanto a los inconvenientes, realmente no los veo, porque se separa la atención al cliente del cobro, que son dos cosas y fases de una compra que pueden ir perfectamente separadas la una de la otra. Así que por mi parte, las ventajas son claras sobre las molestias.
Ventajas e inconvenientes para el comercio
La gestión del efectivo en cualquier comercio puede ser un dolor de cabeza. Sobre todo si el propietario no es el encargado. Y si hay turnos con varias personas a las que confiar la caja del negocio, y los consiguientes cambios de turno. En estos casos, el cierre y cuadre diario de caja, puede llevar mucho tiempo, una vez echado el cierre del negocio.
Al automatizar el manejo del efectivo y dejar que sea la máquina la que se encargue de ello:
-Se optimiza el cuadre diario de caja, ya que la máquina te dice el total ingresado en el día. Esto puede aligerar bastante los tiempos muertos desde que se baja la persiana y te puedes marchar a casa tranquilo porque todo cuadra.
–Se gestionan las denominaciones de billetes y monedas de manera que siempre haya la cantidad justa y suficiente, proporcional a las necesidades de cada comercio. Lo mismo para el fondo necesario para gestionar la caja. Se configura inicialmente y la máquina avisa cuando el fondo esté llegando al límite inferior para reponer denominaciones de monedas y/o billetes.
–Se evita manipular el efectivo del negocio por personas. Pueden ser los propios clientes los que administren el pago de sus comprar y retiren las vueltas. Esto redunda en una mejora de la productividad de los empleados, que no se tienen que preocupar por la fase del cobro una vez atendido el cliente. O que no tienen que estar lavándose las manos o poniéndose y quitándose guantes según cobren o manipulen alimentos.
–Se evitan las pérdidas de dinero por errores en el cobro. O malentendidos con el consumidor, en caso de que se haya entregado un billete de una denominación y la otra parte insista en que ha sido de distinto valor.
-Te ayudan a detectar billetes falsos. Esta práctica es un riesgo para el comercio y puede salir caro al usuario.
–Se evitan pequeños hurtos por parte de los empleados del local. Esto es importante cuando el propietario no está presente en la operativa diaria.
–Se limitan los robos en el punto de venta o en los traslados. Y ello porque la apertura del sistema está pensada a prueba de manipulaciones y solo se puede realizar por personal autorizado del establecimiento. Incluso, en el caso en que se sustrajera el cajón del establecimiento, a la hora de denunciar, se puede conocer con precisión la cantidad de efectivo que había dentro, gracias a su log de conteo digital.
En cuanto a los inconvenientes, está la inversión inicial en el equipo y la compatibilidad con el software de gestión del establecimiento que este tipo de máquinas exigen.
Obviamente, este desembolso inicial se amortiza rápidamente si se ponen en la ecuación las ganancias en productividad, disminución drástica de descuadres de caja y ahorro de tiempos que propician.
Dónde se usan estas máquinas
Estas máquinas te las puedes encontrar en todo tipo de establecimientos cara al público. Los lugares más naturales, por higiene, deberían ser restaurantes, bares, cafeterías, panaderías o pastelerías. Y en general cualquier establecimiento donde se manipule comida de venta al público.
Pero también tienen mucho sentido usar estos sistemas de gestión del efectivo en supermercados, farmacias, gasolineras o comercios de todo tipo.
En conclusión
La higiene en la manipulación del dinero «papel» es uno de los aspectos más importantes de las máquinas de gestión de efectivo para el consumidor en un comercio. Y para el gestor del negocio, la gestión ordenada y precisa de su caja, separando la atención al público del cobro por los servicios prestados.