En los tiempos que corren, a las puertas de 2018, todavía estamos saliendo de la penuria económica. Sigue habiendo mucho paro y los jóvenes lo tienen muy difícil. A muchos seguro que se les ha ocurrido abrir una franquicia como forma de iniciar una actividad económica.
Dentro del mundo de las franquicias, las de restauración rápida pueden ser una buena salida, ya que, sin requerir una titulación específica ni una inversión desaforada, pueden ayudarte a montar el negocio que siempre quisiste tener. Aquí te damos unos consejos antes de decidirte por abrir una franquicia.
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Abrir una franquicia
Antes de nada, tienes que ser consciente de que abrir una franquicia es una tarea dura, que requiere de personas con solvencia económica, pero también profesional, acostumbradas a “gestionar”.
Tu negocio, sea de lo que sea, requiere ser, pensar y actuar como un auténtico empresario, y tener grandes dotes de gestión de una cuenta de resultados, del personal encargado y de atención a tus clientes.
Si eres de los que dominan estos campos, entonces, esta salida profesional puede ser muy interesante. Si tienes dudas personales, habla con otros profesionales que ya se dediquen a ello, e intenta hacerte una idea de como es su día a día. ¿Estás preparad@ para ello?
Elige la mejor franquicia
Dentro de la enorme oferta de negocios franquiciados, dispones de todo tipo de actividades: restauración, tintorerías, estética, consultoría, formación, viajes, etc. ¿Cuál de ellas será le mejor para ti?
Desde luego aquella que cumpla dos requisitos: que te hayas dedicado previamente en otros trabajos a hacer lo mismo, y por lo tanto domines los principales indicadores de esa actividad. Y que realmente adores la tarea y la misión del negocio.
Si no te gusta la estética, no te interesa o no la dominas, no abras una franquicia de belleza y estética. Si te gusta la hostelería y la conoces bien, abre una franquicia de restauración.
Entiende cómo funciona
Otro aspecto importante es entender este modelo de negocio. Precisamente lo que hacen las franquicias (el franquiciador) es ayudarte a poner en marcha un negocio que explotar, donde sólo te tienes que preocupar de gestionar y vender, ya que la fórmula del negocio ya está probada y funciona.
Todo lo demás estará ya hecho por ellos: el análisis, diseño, lanzamiento en pruebas y el rodaje del concepto, para que tu riesgo de fracaso sea muy reducido. También el diseño y provisión de los productos o servicios que venderás. También las acciones de marketing y la animación comercial de tu negocio.
Si lo piensas, ser franquiciado es una gran idea para personas emprendedoras que quieren ahorrarse los quebraderos de cabeza del lanzamiento de una marca, pasando a la acción y a obtener ingresos desde el día uno de actividad.
En el otro extremo estará el hecho de que tendrás una relación profesional «dependiente» del franquiciador, que es como se conoce al propietario de la idea, la marca y el concepto de negocio, que compartirá contigo a cambio de una participación en los ingresos de tu franquicia y de un canon por publicidad y demás servicios que te preste.
Si eres una persona combativa, acostumbrada a tomar tus propias decisiones con mucha independencia y a buscarse la vida sola, el concepto de franquicia puede no ser el mejor para ti. Si te gusta trabajar en equipo con el franquiciador y asumir que juntos, ganando tú y él, estás cómodo, adelante.
Arriesga tu patrimonio
El siguiente paso, una vez que te hayas decidido por este modelo de negocio, será disponer de un capital inicial importante, y estar dispuesto a arriesgarlo en tu aventura empresarial.
Aunque el franquiciador te ayudará en todo para que tu lanzamiento sea un éxito, el riesgo es tuyo. La responsabilidad de mantener tu negocio vivo, y de cuidar a tu clientela y dar el mejor servicio para que el negocio crezca, será tuya, y solamente tuya.
Trabajo, trabajo y trabajo
El último aspecto que debes tener en cuenta antes de abrir una franquicia es que vas a tener que trabajar muy duro para hacer triunfar tu negocio. Apóyate en tu estructura, en los demás franquiciados, en el asesoramiento y recursos del franquiciador y llegarás a triunfar en tu empresa personal.
¡Mucha suerte! No renuncies a tus sueños.
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