En Consumoteca tenemos una sección dedicada a casos reales. Aquí te contamos el caso de Elisa de Santander, que se queja del deficiente servicio recibido por una lavandería a la que ha llevado una alfombra de pelo largo.
Tabla de contenidos
La alfombra de pelo largo de Elisa
Elisa nos cuenta su caso:
Llevé una alfombra de pelo largo a la lavandería para que limpiasen dos manchas que tenían por pisar con calzado de la calle.
En la etiqueta de la alfombra vienen detallados claramente qué métodos no usar en este tipo de alfombras de pelo largo para no deteriorarlas.
Pues bien, parece que han usado todo lo que no debían porque al recogerla me la han entregado como una toalla de playa….sin el refuerzo que traen en la parte inferior. Parece que la hayan metido en una lavadora y se haya deshecho, ademas las manchas no las han quitado.
Como solución van a repetir el lavado y a intentar reforzar la parte inferior para devolverle el aspecto original, casi un mes después tengo de nuevo la alfombra, ahora la han encolado para darle rigidez pero tiene irregularidades en la forma, los extremos no tocan el suelo y cuando pisas en ella notas curvaturas….las manchas aún no han desparecido por completo.
En conclusión me han destrozado la alfombra primero de una manera y ahora de otra… con menos de un año de uso, ¿que debo hacer?
Respuesta de Consumoteca
Las tintorerías y lavanderías son establecimientos dedicados a la limpieza, conservación y teñido de productos textiles, cueros, pieles y sintéticos, en sus propias instalaciones o en el domicilio del usuario.
La diferencia entre una lavandería y una tintorería estriba, básicamente, en el método de lavado. Mientras que las lavanderías lavan en agua a 30 grados y secan en una secadora industrial a unos 40 grados, las tintorerías lo hacen en seco en un proceso complejo que comienza con el desmanchado de las prendas con productos ecológicos, la limpieza cuidadosa e intensiva, el planchado y preparación para su entrega al cliente.
En cualquier caso, los tratamientos que aplican ambas son agresivos, precisamente para eliminar manchas que a nosotros mismos se nos resistía quitar. Y eso hace que no siempre el resultado de un tratamiento sea el esperado por el usuario.
Por este riesgo, la normativa prevé una serie de obligaciones de información y de derechos a los usuarios que llevan prendas y alfombras de pelo largo a tratar.
Uno de estos derechos, antes de dejar la prenda, es el de fijar de mutuo acuerdo la indemnización que corresponderá en caso de pérdida o deterioro de la prenda tratada. Otro es el de reclamar.
En el caso de Elvira, como el resultado no es bueno, Elvira puede intentar negociar algún tipo de compensación con la tintorería o lavandería. Y si no diera resultado, podría solicitar la celebración de un arbitraje de consumo.
Mediante este mecanismo de reclamación, de adhesión voluntaria (las lavanderías y tintorerías en general están adheridas), en tres meses se constituirá una vista arbitral en la que se podrá proponer que un perito valore la prenda y los daños recibidos. Se trata de un mecanismo gratuito salvo que el consumidor proponga un peritaje propio, de parte.