Lo vemos cada día en las noticias. El precio del gas sigue subiendo, a pesar de las medidas del Gobierno, y la escalada de precios parece no tener fin. Sin duda, el otoño-invierno que nos espera va a ser peor, ya que el gasoducto que nos une con el Este está muy en entredicho. Dentro del compromiso de ahorro energético que debemos adoptar los consumidores tenemos un gran aliado, muchas veces desconocido, los termostatos wifi.
En este post te contamos qué es un termostato wifi y cómo te ayudará a ahorrar energía en la caldera de gas de tu hogar este invierno.
Tabla de contenidos
Qué es un termostato
Llevado al contexto de este post, un termostato es un pequeño dispositivo de pared conectado a una fuente de calor como la caldera de gas (o al aire acondicionado) para regular su temperatura.
El termosato más sencillo y básico, el mecánico, dispone de un medidor de la temperatura ambiente en una estancia. Una vez que se alcanza esa temperatura, corta el circuito eléctrico de la caldera para que esta deje de funcionar. Una vez que la temperatura baje, el circuito eléctrico se reinicia activando de nuevo la caldera.
De esta manera, podemos mantener una temperatura ambiente en nuestro hogar sin necesidad de levantarnos en todo momento para encender o apagar la calefacción.
Tipos de termostatos
En el mercado tienes tres tipos de termostatos para tu casa u oficina: mecánicos o no programables, digitales o programables y termostatos inteligentes. Dentro de los inteligentes se puede incluir a los termostatos wifi.
Termostatos no programables
Los no programables o mecánicos ya los conoces del párrafo anterior. Son los más baratos, con un precio cercano a los 20 euros.
Si quieres modificar la temperatura de la caldera o apagarla, te levantas, giras la rueda del termostato de la pared de tu salón y te vuelves a sentar. Lo mismo si quieres subir algo la temperatura fijada o bajarla. Y así se queda hasta un nuevo ajuste.
Termostatos programables
Los termostatos programables son una evolución del modelo clásico de rueda o rosca.
Cuentan con diferentes programas de encendido y apagado prefijados de fábrica. Los más sofisticados permiten además personalizar otros tantos programas por días de la semana, por horas del día, temperaturas medias en distintos momentos del día, etc.
Su principal ventaja sobre el termostato mecánico es la comodidad de funcionar en las franjas y tramos horarios previamente determinados. Por eso se les conoce técnicamente como «cronotermostatos».
Su inconveniente reside en la necesidad de dedicar un tiempo a programar el dispositivo. Lo cual requiere a su vez, un análisis previo de nuestras necesidades diarias de calefacción para entender qué necesitamos programas. Y, claro, si viene una ola de frío polar, tendrás que hacer reajustes sobre tu programación inicial. Lo mismo si un lunes o viernes es festivo y estás en casa en vez de la oficina.
Funcionan con pilas y su precio medio oscila entre los 30 y los 50 euros en función del número de programas y funciones de que dispongan.
Termostatos inteligentes
Los termostatos más avanzados son los inteligentes. Además de mucho más cómodos, tienen funciones más avanzadas y se pueden accionar en remoto desde tu móvil o dispositivos de voz.
Estos termostatos se pueden conectar a tu caldera de gas o aire acondicionado por cable o por vía inalámbrica. A estos últimos se les conoce como termostatos wifi, que son los que estamos analizando en esta entrada.
Por qué los wifi son lo mejores termostatos
La principal ventaja de los termostatos wifi es la comodidad de poder accionarlos en remoto. Ya sea desde el móvil (Android o IOs), o desde una aplicación domótica IFTTT como Alexa, Google Home o Homekit, son todo comodidad.
Aunque para algunos resulte difícil de entender, con ellos puedes encender la calefacción o el aire acondicionado antes de entrar en tu vivienda. O desconectarlo si sabes que no hay nadie.
Las publicaciones especializadas atribuyen a esta funcionalidad la capacidad de ahorrar un 20% de energía en el sistema de calefacción de un hogar.
Otra ventaja es que conservan tu histórico de consumos. Con lo cual puedes utilizarlos para ajustar tu consumo energético y por ende, bajar tu recibo de gas y luz, analizando tus consumos por días, franjas horarias, etc.
En cuanto a los inconvenientes, el único que se nos puede ocurrir es el precio, que ronda la horquilla de los 60 a 300 euros dependiendo del modelo. Pero claro, a los pocos meses de su compra, tus ahorros de energía habrán más que compensado el desembolso inicial.
Cómo ahorrar con un termostato wifi
En principio, cualquier termostato puede valer para ahorrar dinero en la factura de gas y luz. Pero, claro esta, frente a la presencialidad del termostato mecánico o la rigidez del digital programable, el modelo wifi, es el que mayores ahorros energéticos nos puede aportar.
Y los es porque ya no es necesario estar presente en casa para activar tu caldera. O tener que modificar la programación si un al día siguiente es festivo o te quedas teletrabajando. O si viene una ola de frío polar. O si estáis muchos en casa durante la cena y hace demasiado calor.
Con los modelos wifi, tan solo tienes que tomar tu móvil (incluso fuera de casa) o dictar una sentencia a tu Alexa y el termostato wifi se encarga de reajustar la temperatura a placer para tu bienestar.
Con un termostato wifi, la vida en casa o la oficina, cada vez es más cómoda. Y el ahorro en tu factura a fin de mes queda asegurado.