El mundo de la jardinería y la construcción tiene un potente aliado a la hora de techar superficies. Se llama policarbonato celular y es un material plástico que se caracteriza por ser resistente, ligero y transparente, además de un precio de venta ajustado.
En este post te cuento las principales características de este material constructivo y sus posibles usos para consumidores de a pie en casa.
Tabla de contenidos
La pérgola como elemento constructivo
Si tienes un patio o jardín a la intemperie en casa, probablemente hayas tenido que recurrir a una pérgola como medio para lograr un poco de sombra para protegerse de la intemperie.
Las pérgolas son estructuras que se basan en una serie de soportes o pilares situados a escasa distancia sobre los que reposan largueros y travesaños ornamentales que dan cierta sombra permitiendo el paso de la luz.
Si sitúas muebles de jardín bajo el espacio que protegen, puedes crear un ambiente agradable en tu patio o jardín donde pasar tus días de asueto, cuando el tiempo acompaña.
Ahora bien, el principal problema de las pérgolas aparte de que nos garantizan cierta protección frente al exceso de sol es que, si no van techadas, permiten el paso del agua y del viento.
Muchas personas que se inician en la jardinería, o recién estrenada su vivienda unifamiliar, recurren a plantas trepadoras como primer recurso para cubrir su pérgola. Plantar hiedra, buganvilla, glicinas o jazmines logrará, en muy poco tiempo, una tupida, aromática y exuberante techumbre para tu pérgola.
Sin embargo, este tipo de trepadoras, con el paso del tiempo, se vuelven indomables, sus troncos adquieren un grosor considerable, se adhieren con fuerza a paredes y soportes y generan bastante suciedad debajo suya. Y cuando llueve, dejan pasar el agua impidiendo el disfrute de la superficie de patio o jardín que cubren.
Policarbonato celular para techar tu pérgola
Techar tu pérgola para evitar que caiga suciedad debajo y protegerse de la lluvia y la intemperie puede ser una buena solución. Esto se puede hacer con malla, con paja o cualquier otro tipo de chamizo es una opción, pero a costa de perder luminosidad.
En este sentido, materiales como el policarbonato celular se han vuelto muy de moda por sus completas e imbatibles propiedades y precio final así que, sepamos un poco más sobre este.
¿Qué es el policarbonato celular?
Se trata de un material plástico que se caracteriza por su ligereza, resistencia en todos los sentidos, por su transparencia y su durabilidad.
Esta resistencia le viene de su estructura de celdas internas que lo hace más ligero al tiempo que le garantiza un gran potencial de aislamiento térmico y acústico.
Estas cuatro propiedades junto con su precio ajustado hacen del policarbonato celular un material muy versátil en todo tipo de proyectos. Si te fijas a partir de ahora, lo verás presente en techados de todo tipo como cubiertas y paredes de invernaderos, casetas de jardín, patios interiores bajos, cocheras al aire libre, paneles decorativos, etc.
Principales características del policarbonato celular
Algunas de sus principales características de este material de construcción son:
Transparencia y protección UV
Al ser una superficie casi transparente (hasta del 80%) garantiza una elevada transmisión de luz natural o artificial sin renunciar a su resistencia.
Por eso es muy común encontrarlo en invernaderos que requieren un gran paso de luz al tiempo que protegen de la intemperie. En cuanto a la protección frente a los rayos solares UV, existen versiones de este material con recubrimiento protector de hasta el 85% de los UV que, además, evita el amarillamiento y degradado temprano de la superficie.
Ligereza, flexibilidad y manejabilidad
Se trata de un material muy ligero que permite una muy fácil manipulación a la hora del transporte o la instalación.
Además, al estar constituido por dos láminas, superior e inferior, con celdas internas, se puede cortar y manipular fácilmente, lo que facilita su aplicación por una persona en cualquier proyecto de construcción. Otra propiedad a su favor es cierta flexibilidad que le permite adaptarse a estructuras curvas o de formas irregulares sin romperse.
Resistencia al peso y al impacto
El policarbonato es extremadamente resistente a los golpes y soporta mucho peso (de ramas, hojarasca o incluso nieve). Sobre todo, si se compara con otros materiales como las planchas de acero, el acrílico, el cristal o el vidrio, que también se pueden emplear en el techado de superficies.
Aislamiento térmico y acústico
La estructura celular ofrece un buen aislamiento térmico y acústico, lo que ayuda a mantener la temperatura en los espacios donde se utiliza, y protege de los ruidos molestos.
Durabilidad
Es un material que resiste bien a la intemperie, los cambios de temperatura extremos (resiste temperaturas entre los -40º C y los 100º C) y la exposición prolongada al sol.
Esto hace que aguante, incluso con el paso del tiempo, el impacto de las gotas de lluvia o, mucho peor, el temido granizo.
Resistencia al fuego
Finalmente, el policarbonato celular presenta una baja inflamabilidad. En caso de prenderse fuego no emite gases tóxicos y tiende a derretirse cediendo su forma original antes que a arder.
Consejos de compra
Si estás planteándote techar alguna superficie de tu casa o local y no quieres sacrificar la luz entrante el policarbonato celular es una solución interesante a tu disposición.
Consulta en tu tienda de jardinería y materiales constructivos el tipo de perfiles de las láminas que mejor encajen en tu proyecto. Y consulta también el tipo de complementos y accesorios que necesitaras de cara a la instalación.
Entre otros, necesitarás perfiles con forma de H para dos placas con un cierre hermético y para las fijaciones del policarbonato a muros, columnas y travesaños. También se requieren perfiles con forma de U. Estos van en el ancho de las planchas garantizando la estanqueidad de las celdas del material, por medio de tornillería autotaladrante.
Finalmente, necesitarás silicona para exterior transparente en las juntas de los perfiles tipo H con la placa.