La industria en torno a la decoración del hogar no cesa de hacernos propuestas innovadoras que, al tiempo que solucionan problemas funcionales, aportan una potente estética a nuestros hogares. Si vives en una casa con jardín, por mínimo que sea, en este post te presentamos una innovación interesante: la pérgola bioclimática. Sigue leyendo para conocer las ventajas de esta solución funcional y decorativa tan interesante también llamada pérgola abatible.
Tabla de contenidos
Qué es una pérgola
La pérgola que conocemos de toda la vida, es una estructura generalmente fija, compuesta por pilares y travesaños, que ayuda a crear un espacio sombreado en una parte de nuestro jardín o terraza.
Si se adornan los pilares de la estructura con plantas trepadoras aromáticas como el jazmín, los huecos entre los travesaños se acaban tupiendo, contribuyendo a producir una agradable y aromática sensación de bienestar junto al jardín o la piscina.
Orígenes de la pérgola
La invención de la pérgola se la debemos a las civilizaciones clásicas y asiáticas, hace cientos de años. A medida que las civilizaciones se fueron asentando en poblaciones, para protegerse del sol y de las inclemencias, usaban el velarium (una piel animal sujeta por pilares) para protegerse del sol.
Pero al situarse bajo una piel no ventilada, el calor que se generaba debajo incomodaba a quienes ofrecía cobijo. Máxime si esta especie de toldo protector se situaba entre paredes.
Pronto surgió la pérgola como solución. Al incorporar a la estructura además de pilares, largueros superiores espaciados entre sí, según la inclinación de los rayos de sol, se conseguía prácticamente la misma sombra que con el velarium. Pero se incorporaba una interesante novedad: la ventilación.
El nombre de esta estructura constructiva viene del latín pergŭla, que quiere decir balcón. Avanzado el siglo XVII, los italianos comenzaron a adopar el vocablo italiano pergola que es el que ha permanecido en muchos otros países europeos como España, Reino Unido o Francia.
Tipos de pérgolas
Las pérgolas actuales se pueden clasificar de diversas maneras.
- Por su emplazamiento tenemos la pérgola independiente en medio del jardín (autoportante) o la adosadas a un mural de una construcción.
- Por su vocación de permanencia, las pérgolas pueden ser fijas o desmontables, a base de un material ligero como el aluminio.
- Por sus materiales de construcción, tenemos pérgolas de obra, hechas con pilares de ladrillo o piedra, pérgolas de aluminio y otros metales y pérgolas de pvs y otros materiales ligeros como el PVC.
- Finalmente, por la forma y movimiento de sus travesaños, las pérgolas pueden ser fijas, retráctiles (lamas apilables) o abatibles (lamas inclinables a gusto del usuario).
- Por su forma las pérgolas pueden ser fabricadas a medida o de tamaño estándar. Obviamente, las fabricadas a medida tendrán un encaje perfecto en nuestro jardín sobre las de medidas estándares.
En las pérgolas de obra o fijas se suele recurrir a enredaderas con el objetivo de tupir los largueros superiores y conseguir una mayor protección solar y un microclima fresco en los meses de verano. Si las enredaderas que elegimos son aromáticas conseguiremos además dotar de una suave fragancia a nuestro rincón preferido.
La pérgola bioclimática como evolución de la pérgola clásica
Una pérgola bioclimática es aquella con la doble funcionalidad de ofrecernos un espacio sombreado a la vez que, gracias a sus lamas de aluminio orientables, nos permite regular la temperatura de nuestra terraza sin tener que recurrir a toldos o instalaciones fijas de obra.
Este tipo de pérgola se fabrica en materiales muy ligeros como el aluminio y a medida. Y tiene la peculiaridad sobre la pérgola tradicional de que permite abatir las lamas para protegerse de la radiación solar a medida que transcurre el día. Por eso también se la conoce como pérgola abatible.
Otro aspecto interesante de las técnicas actuales de fabricación de estas estructuras es que no dejan ningún tornillo a la vista, con lo cual estéticamente hablando, son un elemento de decoración limpio y moderno en nuestro jardín. Y se puede incorporar a los pilares tomas de red y tomas USB para recargar un móvil sin renunciar a tu jardín.
Las lamas de la pérgola tienen ejes de acero inoxidable para evitar la corrosión. Además tienen una forma hidráulica que permite garantizar una buena evacuación del agua de lluvia y se pueden abatir mediante un motor eléctrico o a manivela.
Los ángulos de inclinación de las lamas pueden llegar hasta los 180 grados, lo que las deja totalmente horizontales. Esta invención nos permite usar la pérgola no solo para protegernos del sol de verano sino también de otras inclemencias otoñales como el viento o la lluvia ligera.
Cosas que no sabías que puede incorporar tu pérgola abatible
Otras posibilidades adicionales de estas estructuras abatibles son:
- Los cierres laterales con cualquier elemento decorativo y funcional (celosías metálicas, vidrio opaco, estores screen y cortinas laterales con protección UV, persianas alicantinas, etc.). Y hojas de cristal correderas para crear un espacio protegido en el interior.
- La posibilidad de incluir un toldo con un sensor de viento que cierra el mismo cuando su intensidad sobrepasa un umbral determinado.
- La posibilidad de instalar en las lamas o la periferia de la pérgola de iluminación LED de exteriores.
- La posibilidad de dotar a la pérgola de un sistema de calefacción por infrarrojos y de sensores de lluvia o hielo que permiten cerrar las lamas cuando llueve o aireación cuando la temperatura del espacio interior está por debajo de un umbral predeterminado.
- La adición de poliuretano como aislante acústico y térmico.
Todo estos automatismos (movimientos de las lamas, iluminación LED, estores laterales y calefacción exterior) se pueden administrar con un motor Somfy accionado por control remoto o desde una App móvil.
Una maravilla de comodidad y descanso para tu jardín.