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Oficina en casa
El confinamiento por la COVID-19 ha puesto a prueba la fortaleza mental de miles de personas que antes de la pandemia se desplazaban a una oficina diariamente a trabajar. En este post te contamos cómo montar tu oficina en casa y vemos algunas recomendaciones para el teletrabajo.
Cómo está cambiando el teletrabajo
Trabajar desde casa está ganando muchos enteros los últimos meses. La prueba práctica que ha supuesto el confinamiento forzoso durante casi cuatro meses ha abierto muchos ojos.
Por un lado, ha demostrado a miles de directores de recursos humanos de empresas de nuestro país que la falta de control presencial de sus empleados no es el fin del mundo.
O sea, que el personal de posiciones de oficina es gente responsable capaz de llevar al día sus obligaciones laborales y mantener decenas de reuniones a distancia.
Y por otro lado, ha demostrado que trabajar y conciliar vida familiar con niños en casa de los que hacerse cargo, puede ser una tarea bastante complicada.
La encuesta de abril 2020 a 63.000 europeos (Living, working and COVID-19) de Eurofound ha señalado los principales problemas que nos plantea esta nueva forma de trabajar. Y España está algo atrasada respecto a los demás países de la UE en cuestiones de trabajo a distancia (el «presencialismo» que tanto nos gusta aquí).
- Cambios de horarios laborales y dedicación cualquier día de la semana.
- Cansancio tras terminar las tareas profesionales.
- Dificultades en la concentración al tener que ocuparse de los hijos.
- Miedo a la pérdida del empleo.
Pero lo que ha quedado claro es que, dando flexibilidad a tus empleados, la conciliación familiar ha mejorado muchísimo. Y por otro, que los trabajadores han quedado muy satisfechos con la experiencia. Aunque se quejan de que están más horas pendientes del correo o de una llamada profesional que antes.
Separar ocio familiar de trabajo, se ha vuelto una tarea muy difusa. De ahí la necesidad de organizar espacios y hábitos profesionales en tu casa a partir de ahora.
Organizar una oficina en tu casa
El principal reto de esta nueva forma de trabajar a distancia es aislar un espacio específicamente dedicado al trabajo en tu hogar y pactar con tu pareja unos horarios libres de niños.
La mejor forma de hacerlo es montar un puesto de trabajo con todo el material y equipamiento de oficina que necesitas (ordenador, impresora, etc.) en una zona aislada. En mi caso es el dormitorio principal, que tiene un baño y puerta separada del resto de la vivienda. Y adaptar este entorno a tu gusto. Por ejemplo, con una decoración bonita, alguna planta o flor y cualquier objeto personalizado como pelotas antiestrés, libretas, bolígrafos o botellas serigrafiadas para tener agua a mano sin tener que levantarte a la cocina todo el rato.
Está demostrado que los objetos personalizados tienen un tremendo poder psicológico de refuerzo de nuestro proyecto o marca personal, al tiempo que cumplen su función.
Mientras escribo esto me viene a la mente un precioso poema breve de Juan Ramón Jiménez, «El Sello», en el que el onubense narra la atracción que le provocó en su infancia encargar un tampón con su nombre y pueblo.
¿Quedó algo por sellar en mi casa? ¿Qué no era mío? Si otro me pedía el sello—¡cuidado, que se va a gastar ¡—, ¡qué angustia! Al día siguiente, ¡con qué prisa alegre llevé al colegio todo!: libros. blusa, sombreros, botas, manos, con el letrero:
El Sello, Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez, Moguer.
Personalizar tus cosas de trabajo y tenerlas a mano en tu escritorio es especialmente útil si eres autónomo/a: tu principal activo es tu marca personal. Pero también si eres un empleado orgulloso de tu trabajo o si simplemente tienes un hobby que te relaja. O un nick o imagen gráfica que te refuerza como persona.
Negociar horarios con tu pareja
El segundo gran reto del teletrabajo con niños y tareas del hogar de por medio es negociar con tu pareja unas franjas horarias de dedicación laboral y otras tantas dedicadas a la familia y el hogar.
Si ese acuerdo es compensado, te encontrarás con que, en tu «franja laboral», lloros de niños mediante, te verás liberado/a y podrás concentrarte mejor en tu trabajo.
Pero ojo, porque esto implicará crear turnos «laborales» en casa, a veces imposibles, como empezar a trabajar después de comer y terminar a la hora de cenar. Y a la inversa, implicará ocuparte de tus hijos, tender la ropa de la lavadora o ir al supermercado en horarios que antes te parecerían intempestivos.
Prepararse para el trabajo
Otro consejo, créeme, es tener una cierta disciplina con tu franja laborar. Levantarse a una hora prudente, asearte como siempre lo hacías e incluso vestirte de calle, te ayudará psicológicamente a separar trabajo de ocio familiar. Y delimitará mucho mejor cuándo toca trabajar de cuándo hay que ocuparse de tu hogar.
Actividad física
Otra tarea indispensable para trabajar en casa es hacer ejercicio. La actividad física diaria es la otra parte de teletrabajar que es necesario activar.
Y lo es porque cuando te quedas en casa tiendes a gastar menos calorías que cuando tenías que salir a la calle y tal vez andar unos minutos para llegar a tu oficina. Y eso, «engorda» y empeora tu analítica de sangre. Te lo aseguro.
Por eso, durante tu horario «familiar», no dudes en disfrutar de tus hijos y sácalos a pasear, montar en bici al parque o montar en patinete. Y si tienes la suerte de estar liberado de los pequeños, sal a correr, a andar o acércate al gimnasio. Tu cuerpo y tu cerebro te lo agradecerán.
Humanizar las tareas caseras
Por último, trabajar en casa humaniza las tareas del hogar. Gracias al confinamiento, estamos aprendiendo a dignificar tareas que antes encargábamos a una persona ajena a la familia.
O que tal vez recaían solo sobre uno de los cónyuges. El hecho de repartir equitativamente las tareas de la casa como pasar el aspirador, fregar la vajilla, limpiar los baños o planchar la ropa dignifica las tareas caseras.
Espero que haya podido aportar alguna pista para montar tu oficina en casa.
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