El bricolaje es parte habitual del día a día de una vivienda y, más allá de los profesionales, somos muchos a los que nos gusta echar mano al martillo de vez en cuando para hacer algún arreglo en casa. Vemos por la tele auténticas máquinas que ponen muy fácil el trabajo, pero a la hora de comprar preferimos optar por herramientas importadas desde Asia, algo que no siempre sale bien.
Y es que es fácil encontrar herramientas de calidad si sabes cómo, sin necesidad de irte a los precios más bajos de marcas desconocidas. Esto puede llevarte, a la larga, a un mayor gasto por el deterioro de las mismas, incluso a poner en peligro tu seguridad y la de los tuyos por no cumplir con los controles de calidad pertinentes.
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Que debes tener en cuenta a la hora de adquirir herramientas de bricolaje
Como hemos dicho, es fácil decantarse por el precio cuando simplemente es una afición que queremos llevar a cabo en casa, pero nunca está de más recordar ese dicho que dice «lo barato sale caro». Por un poco más de dinero, conseguiremos fiabilidad y, en caso de necesitarlo, garantía y atención al cliente.
Las herramientas necesarias para cada trabajo
No tiene nada que ver un trabajo de fontanería con uno de electricidad, por lo que debes hacerte con diferentes elementos para los posibles proyectos que te surjan. Además de los tornillos que harán falta en casi cualquier situación, en la electricidad, por ejemplo, será básico contar con destornilladores de diferentes medidas, alicates y cinta aislante.
Llaves fijas y llaves Allen para la fontanería, además de llave inglesa y llaves de tubo. Para la carpintería, martillos y mazas, un bien metro, escuadras, lijas y serrucho. Si nos embarcamos en un proyecto de pintura, lo básico serán brochas, rodillos, cubetas y cinta de carrocero.
El cuidado de las herramientas
Ya sabemos que las herramientas no duran para siempre, más si compramos marcas que no ofrecen servicio postventa o a las que no podremos reclamar en caso de tener algún problema. Por ello, es importante que si vas a invertir en una buena pieza, pongas toda tu atención para mantenerla en perfecto estado.
Si es necesario engrasarla, no dudes en usar el mejor aceite lubricante. Límpialas y revísalas después de cada uso, especialmente si tienen hoja de corte y hay que cambiarla. Los mangos, ya sean de madera o de plástico, suelen sufrir bastante; échales un vistazo de vez en cuando. Y, por supuesto, guárdalas el un lugar seguro, lejos de la humedad para evitar el óxido.
Protección ante todo
Si no somos profesionales de ninguna de las áreas que hemos mencionado anteriormente, debemos extremar las precauciones para evitar posibles daños. Utiliza todas las protecciones necesarias a la hora de ponerte a trabajar, como pueden ser guantes, mascarillas o gafas de protección de un buen material.
Al igual que ocurre con las herramientas, debemos primar la calidad frente al ahorro. Sufrir un golpe o un corte por llevar una protección insuficiente o de mala calidad no solo te llevará un buen susto. Sino que te molestará más porque el elemento de seguridad no ha cumplido su función.
Atención al cliente
La mayoría de marcas que reconocemos en el mercado cuentan con muchos años de experiencia, por lo que pueden darte mucha seguridad a la hora de adquirir sus productos. Te solucionan cualquier problema y te ofrecen diferentes periodos de garantía, además de poder contactar con ellos en cualquier momento.
Esto es especialmente importante porque puede que hayas tenido algún percance, no sepas exactamente cómo utilizar alguna función o necesitas consejo sobre tus herramientas. Siempre es mejor contar con la ayuda de un profesional que pueda echarte una mano.
Entonces, ¿son malas las herramientas asiáticas?
Como casi todo en esta vida, generalizar es algo muy pobre y subjetivo. Pero debemos tener claro que, con este tipo de marcas desconocidas, comprar una herramienta muy barata es como jugar a la lotería: las posibilidades de que te toque el premio son muy bajas. Los controles de calidad no son iguales que en la Unión Europea en las diferentes regiones del mundo, y puede resultar peligroso.
Muchas de ellas no funcionan como decían funcionar, o su manual de instrucciones no está escrito ni siquiera en inglés. Puede que estos problemas te lleven a estropear aquello que estabas arreglando o, incluso, a hacerte daño. Y si tratas de reclamar o ponerte en contacto, las diferencias de horarios, idiomas y culturas supone un puente demasiado grande en ocasiones.
Si vas a comprar herramientas para bricolaje porque quieres empezar a hacer algunos proyectos en casa, te recomendamos que inviertas un poco más en marcas que ofrezcan calidad. Tendrás siempre la posibilidad de contactar con el vendedor, además de asegurarte de que se trata de una empresa que lleva varios años funcionando y siempre ha cumplido con sus clientes.