Los focos tienen este característico nombre por una razón lógica, y es que enfocan y permiten transmitir luz a lugares específicos. También pueden crear diferentes ambientes y efectos en tu casa, oficina o en cualquier otro entorno.
¿Sabías que alrededor de un 18% de tu consumo eléctrico está relacionado con la iluminación? En el caso de que estemos hablando de una pequeña oficina, este valor se incrementa hasta el 30%, y la razón es que se necesita más iluminación.
Una forma de reducir el consumo de la factura de la luz es conocer los diferentes tipos de focos de luz y cuáles son sus características:
Tabla de contenidos
¿Qué tipos de focos de luz existen?
En este artículo nos vamos a centrar en los 4 tipos más importantes:
Focos incandescentes
Son los focos más clásicos. Se caracterizan por estar diseñados por filamentos que tienen capacidad de conducir la energía.
Al funcionar generarán una determinada resistencia que producirá luz y calor: producen alrededor de un 80% de calor y un 20% de luz.
Como dato de interés, este foco se pone rojo en primer lugar y después será capaz de emitir luz.
Se calcula que su tiempo de vida útil es de alrededor de 1200 horas.
Focos con tecnología LED
Los focos LED son una clara alternativa a los focos convencionales. Permiten reducir el consumo de una forma importante ya que la energía que consumen se emplea principalmente en la producción de luz y no en emitir calor.
Así es como se logra reducir el consumo en un 40%en comparación con lo que consume un foco tradicional.
Su tiempo de vida útil es muy variable, dependiendo del modelo del que estemos hablando. Sin embargo, lo más habitual es que duren entre 30.000 y 50.000 horas.
Además, hay que tener en cuenta que es una opción mucho más ecológica.
Focos halógenos
También conocidos por el nombre de lámparas halógenas de cuarzo y tungsteno (debido a los materiales con los que se han confeccionado).
Se considera la evolución de los focos incandescentes porque, aunque tienen la misma potencia, su tamaño es más pequeño. Su tiempo de vida útil también es más elevado, por lo que resultan una buena opción para oficinas o espacios relacionados.
La luz que emiten es un 30% más blanca y más brillante que las lámparas convencionales. Además, no requieren de tanta potencia para funcionar, por lo que también reducen el consumo.
Focos fluorescentes
Finalmente, los focos fluorescentes (o lámparas fluorescentes) son un tipo de foco de luz caracterizado por su singular forma de tubo y por ser capaces de funcionar con químicos que hacen reacción con la energía eléctrica, emitiendo luz ultravioleta.
En su interior podemos encontrar cristal blanco con vapor de mercurio, neón o argón en el interior.
Necesitan de un tiempo en encenderse, mientras se van calentando.
Estos son los 4 tipos de focos de luz más habituales. Echa un vistazo a sus características y podrás elegir el que más te convenga.