El olor a césped recién cortado es uno de los más penetrantes y agradables. Más aún si has sido tú el artífice de la poda. En este post te hablamos de los cortacésped, uno de los aparatos de jardinería más importantes. Dependiendo de cuál compres, así de favorable, o no, será tu valoración sobre esta tarea de mantenimiento obligatoria en el jardín.
Tabla de contenidos
Qué es un cortacésped
Un cortacésped es un sencillo aparato de jardinería equipado con una cuchilla en su parte inferior, regulable en altura, que al girar por accionamiento mecánico manual o por otra fuente de energía, secciona los tallos de césped de un jardín a la altura deseada.
Como complemento, el aparato suele tener una cesta extraíble en el sentido de la marcha, que recogerá el césped recién cortado. Una vez lleno este depósito de hierba, se debe extraer para vaciarlo en un contenedor de compost. Se vuelve a colocar en su sitio y, a seguir cortando.
Tipos de cortacésped
En este apartado vemos las distintas soluciones para mantener el césped de tu parcela a raya. Hablamos respectivamente de las segadoras manuales, de las cortadoras de césped con cable, de los cortacésped a gasolina, del robot cortacésped y del tractor cortacésped. A continuación vemos todos ellos salvo el tractor, que es para uso profesional.
Segadoras de césped manuales
El sistema más rudimentario y barato para cortar el césped son unas tijeras de podar. En el mercado tienes tijeras manuales y tijeras con batería.
Las tijeras podadoras pueden servir también para cortar césped. Pero realmente su uso sería más aconsejable para recortar bordillos, alcorques de árboles o zonas de piedras ornamentales donde un cortacésped grande no puede llegar.
Funcionan con una batería recargable que les da una autonomía corta de uso, de unos 30 minutos. A su favor el brazo extensible, que nos evita tener que agacharnos. Pero la sensación ante una superficie grande es de canoa a remos en la inmensidad del océano.
Por su parte el rulo segadora de césped se acciona con el esfuerzo del usuario que debe empujarlo de forma continua y sostenida para obtener un buen resultado.
Este sistema de rodillo con cuchillas se puede regular en altura pero pesa, con lo cual tendrás que ir empujando tú y está limitado por el ancho de corte de las cuchillas. Cuanto menor el ancho, más pasadas habrás de dar, empujando el rodillo, para conseguir domeñar tu espacio verde.
Además, si no dispone de cesta recoge recortes, tendrás la triple tarea de cortar, rastrillar y recoger los montones de césped, una vez cortados.
Tijeras y rodillos, ambos sistemas pueden hacer las veces de cortacésped aunque se trata más bien «segadoras manuales». Pueden ser una solución para parcelitas de unos 100 metros cuadrados. No hacen ningún ruido y te convertirás en el perfecto héroe de tu jardín.
Pero los descartamos porque no son prácticos para superficies medianas o grandes. Es decir, a partir de los 100 m2. Y con ellos sudarás la gota gorda, con lo cual el mantenimiento de tu jardín se convertirá en lo más odioso que conozcas. No los recomendamos.
Cortacésped eléctricos con cable
Salvo que tengas una superficie de corte realmente pequeña, plana y manejable, de unos 100 a 300 m2, los cortacésped eléctricos con cable no son tampoco muy aconsejables. La principal razón: el cable eléctrico es muy incómodo de manejar y limita tu radio de acción.
Además, necesitarás un alargador de varios metros porque, por Ley de Murphy, seguro que habrá zonas del jardín a las que el cable del aparato no llegue por pocos centímetros.
Además, este sistema de cable es peligroso ya que el mismo cable puede ser seccionado por el cortacésped al menor despiste, provocando un cortocircuito, como poco. Por último, este sistema eléctrico es ruidoso.
Eso sí, a favor de este tipo de aparatos están su peso ligero, limpieza más que mantenimiento y su precio económico.
Cortacésped eléctricos con batería
El principio es el mismo que en las tijeras podadoras. El aparato tiene una batería de litio o níquel-cadmio recargable que le permite funcionar sin cables con una autonomía de 40 minutos.
Esta será suficiente para atacar una superficie de corte de hasta 500 m2.
A su favor frente a los cortacésped eléctricos con cable que ofrecen más libertad de movimientos sin riesgo, esta vez, de cortocircuitos.
Al igual que sus homólogos con cable, son máquinas manejables y ligeras con mantenimiento cero. Eso sí, conviene limpiar sus bajos de hierba y mantener la cuchillas afiladas, evitando chinas y guijarros que las mellarán sin piedad. Y recuerda que son aparatos ruidosos.
Cortacésped de gasolina
Hasta aquí los sistemas donde el usuario empuja y la máquina hace su trabajo. Los cortacésped de gasolina son de por sí, elementos tractores que no es necesario apenas empujar para que hagan su función. Incluso los hay con tracción propia, sin necesidad de ser empujados.
El usuario solo tiene que guiar la máquina para que ésta haga su trabajo.
Su principal ventaja es su potencia de corte y su autonomía (la que dé de si su pequeño depósito de gasolina).
Entre los inconvenientes destacan el mantenimiento del sistema motor de explosión. Además del depósito de gasolina, tienen una bujía que habrá que tener limpia y un depósito de aceite motor que hay que mantener con sus correctos niveles.
Y si no te gustan el olor a gasolina y aceite quemado y/o el ruido, mejor opta por un robot cortacésped.
Robot cortacésped
El robot cortacésped es el summum de la comodidad. Tiene una estación base próxima a una toma de luz donde se estaciona y recarga automáticamente.
Se puede programar y manejar desde un móvil mediante bluetooth para que, de forma totalmente autónoma siegue grandes superficies de terreno. Mediante un sistema de cable perimetral y estacas pequeñas a ras de suelo se delimita la superficie de trabajo del robot.
Al igual que los robots aspiradores, los robot cortacésped son capaces de sortear obstáculos en el terreno rígidos (macizos rocosos, árboles y arbustos) y regresan a la base de carga cuando su autonomía merma.
Su batería les permitirá segar unos 200-400 m2 de césped de una tacada. Y pueden servir para cubrir grandes extensiones de superficie, de césped, grama o incluso gramón.
A su favor su bajo consumo eléctrico, que puede cubrir superficies extensas incluso en pendiente y su baja rumorosidad en funcionamiento.
En su contra que son los más caros y que siempre dejan una superficie próxima a bordillos y árboles sin cortar. Esta zona fuera de su perímetro de actuación habrá que repasarla a mano con otro sistema de corte.
Consejos de compra
Antes de comprar tu cortacésped te aconsejo valorar la superficie total de trabajo y si vives habitualmente en esa casa con césped o haces una visita ocasional de fin de semana.
En función de tu presupuesto y de tu aversión al esfuerzo físico, el mantenimiento del cortacésped y el ruido que produce, así podrás elegir la mejor solución.
Pero no empieces de abajo arriba (manual, luego eléctrica con cable, luego sin cable, posteriormente a motor, etc.). Haz las cosas bien desde el principio y te evitarás estar cambiando de sistema cortacésped cada temporada por insatisfacción con el anterior modelo.
Y, recuerda, si cortar el césped es un fastidio siempre puedes recurrir al césped artificial.